miércoles, 30 de enero de 2013

TOMATITO, COLONIA A TUS PIES

El pasado sábado 27 de enero tuve la fortuna de ser invitada por Ricardo Bada, y su esposa Diny, a su apartamento en Colonia (Alemania), y como si fuera poco esa noche fuimos al teatro de la Filarmónica a escuchar el concierto Duende en la Sangre de José Fernández Torres, más conocido como Tomatito; posiblemente el mejor intérprete de guitarra flamenca del momento. No en vano pasó 18 años tocando en el grupo de Camarón de la Isla, uno de los íconos de dicho género musical. Tomatito ha acompañado a varios cantaores como Enrique Morente, la Susi o José Menese, y ha compartido escenario con Frank Sinatra, Elton John, Paco de Lucía, Carlos Cano o Diego “El Cigala”, entre otros, e incluso ha compuesto la banda sonora para una de las películas de la directora alemana Doris Dörrie, Bin ich Schön?, y para la banda sonora de Salomé, de Carlos Saura. Entre sus numerosos reconocimientos pueden mencionarse el Premio Nacional de Guitarra, otorgado por la Cátedra de Flamencología de Jerez y la Medalla de Plata de Andalucía. Y aunque he asistido muy pocas veces a auténticos espectáculos de flamenco, puedo decir, sin miedo a equivocarme, que la bailaora Paloma Fantova es extraordinaria. Su taconeo y el movimiento de las piernas son un verdadero delirio, hasta el punto que el mismo Tomatito, en un momento determinado, dejó de tocar sólo para darse el placer de verla bailar. Era como si se estuviese ante una antigua diosa que salía con furia del anonimato y del olvido, como diciendo ¡aquí estoy y aquí me quedo! y ¡Olé! Y ¡Qué siga la rumba! Acompañándolos estaban los músicos Cristóbal Santiago (segunda guitarra), Simón Román (cantaor) y Lucky Losada (percusión). Y por supuesto que el grupo le rindió homenaje a Camarón de la Isla, con la famosa frase: ¡Cada día cantas mejor Camarón, Camarón! Para terminar quiero anotar que el Teatro de la Filarmónica de Colonia posee una acústica soberbia, por lo que todos los espectadores pueden escuchar la música como si estuviesen en las primeras filas; algo imprescindible en el momento de asistir a un concierto.