martes, 16 de septiembre de 2014

INTEMPERIE DE JESÚS CARRASCO

INTEMPERIE DE JESÚS CARRASCO Intemperie (Seix Barral-2013), de Jesús Carrasco (España, 1972), es un escalpelo que corta en finas lamas cada una de las emociones del lector que se enfrenta a esta pequeña joya que nos recuerda al Llano en Llamas de Juan Rulfo. No sólo por la descripción de un paisaje estéril, sediento, rudo, en el que sobrevivir es más que un milagro, sino por la descripción de un mundo donde la violencia reina en todas sus expresiones. La tragedia es la piedra angular del relato. La pobreza, la sequía y la falta de oportunidades, son el infierno de un pueblo dominado por las leyes despóticas de la sociedad patriarcal. Intemperie es la representación del miedo atávico, pegado a la piel, heredado por generaciones que lo han perdido todo desde antes de nacer y que están condenadas al fracaso, al olvido; pero sobre todo a perpetuar la violencia en todas sus dimensiones. El llano que hierve bajo un sol calcinante, las cabras raquíticas que vagan de un lugar a otro en busca de agua, el paso por un paisaje desolado, habitado por cientos de huesos de reses devoradas por los buitres, el hambre que roe las entrañas, o la sed que quema la garganta, son los verdaderos protagonistas de la novela de Carrasco. El cabrero, el niño y el alguacil, son las representaciones de una sociedad que se considera a sí misma muy religiosa, pero que practica exactamente lo contrario a lo que predica. Intemperie es un relato que sabe que la redención no es posible, que la condena es una cerca llena de púas y que escapar a ella es imposible; así cada anochecer se emprenda una nueva huida en busca en un mundo mejor. El niño está en medio de dos adultos, el cabrero y el alguacil, el uno representa la solidaridad y la bondad, el otro, el crimen en todas sus dimensiones. Intemperie no describe una violencia soterrada. Por el contrario, es una violencia que se respira a cada instante, es un mundo de hombres desprovistos de esperanza; saben que ellos mismos se dedicaron a exterminarla como se hace con una mosca que se posa en nuestra nariz. Intemperie es una novela universal, es una radiografía de la condición humana, de la miseria que nos carcome los sentidos, del odio sin límites que impera en cualquier comunidad. Con ella Jesús Carrasco nos aleja de ese mundillo utópico que llamamos paraíso y nos sumerge en el infierno que es la vida misma, sin contemplaciones de ninguna índole.

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