viernes, 10 de enero de 2014

LOS ADOLESCENTES VIOLENTOS DEL PAÍS DE MACHITOS

Varias veces he escrito sobre el mal llamado abuso sexual, y si digo “mal llamado abuso” es porque cuando las personas agredidas sexualmente no han dado su consentimiento pleno, así se trate de una prostituta, en realidad el acto sexual es una violación en todos los sentidos del término. En este país de machitos nos hemos acostumbrado a escuchar que el hombre simplemente obedece a sus instintos y que las mujeres debemos quedarnos en casa para no despertar al animal violento que los habita. Y si vuelvo a escribir sobre este aspecto, y volveré a hacerlo todas las veces que sea necesario, es porque el 2014 ya comenzó con una nueva víctima de este atroz delito, pueden leer la noticia a la que hago referencia en el siguiente vínculo: http://www.elespectador.com/noticias/judicial/bajo-proteccion-del-icbf-estan-autores-de-presunto-abus-articulo-467809 El machito al que hago referencia, y que se llama a sí mismo Güsthävo Sänchëz, considera, muerto de la risa, que “la vieja no está muerta sino privada”, y que él sólo grabó el video. Pero también se refiere al machito que está llevando a cabo la penetración, violando es la palabra adecuada, ya que la víctima no estaba en condiciones de poderse defender o de aceptar la situación de extrema violencia a la que estaba siendo sometida, como tan “arrecho el hp jajajajaja”. Además, había dos machitos más mirando muertos de la risa y diciéndole al “protagonista” “que se quitara la camisa para que lo vieran mejor”. Y luego, para rematar, publica el video con el siguiente comentario: “Vean pues a Julio César Toro cómo salió de arrecho el hp jajajajaja”. Lo que el machito Sänchëz llama “problema”, en realidad es un delito; podría incluso hablarse de secuestro y de acceso carnal violento en víctima en estado de indefensión. El hecho que los machitos sean menores de edad no los exime del delito, incluso hablan de dejar tirada a la mujer en un parque; lo que indica que sabían claramente lo que estaban haciendo y que era nada más y nada menos que un delito execrable. Y si no es porque el colectivo Feminismo Artesanal descubre el video, nadie sabría qué habría pasado; con las consecuencias funestas para la mujer violada y para que los tres machitos se sintieran autorizados a volver a repetir el acto salvaje que protagonizaron. Desafortunadamente este no es un caso nuevo, ni será el último. Hace unos años, más exactamente en los 90, un machito de Manizales, sobrino de un exalcalde y alumno de uno de los más prestigiosos colegios de dicha ciudad, grabó las escenas sexuales que llevó a cabo con una amiga del colegio; y luego, sin su consentimiento, se las mostró a todos los compañeros. El machito no fue denunciado, y la niña, puesto que aún era una adolescente, tuvo que retirarse del colegio e irse a vivir a Bogotá. Y es que la sociedad es muchas veces culpable que actos así se produzcan todos los días y en todas partes, ya que si no denunciamos, a veces por miedo al escándalo, estamos siendo cómplices de un delito atroz como es la violación de una persona, independientemente de su género o edad. Ni la sociedad, ni los padres, pueden cerrar los ojos ni disculpar a los violadores, a veces con la terrible excusa que “la mujer estaba borracha”. Una violación es un delito que fácilmente conduce al asesinato; y cuando ese no es el caso es un acto que la víctima siempre llevará encima como una gran culpa, así los culpables sean los otros que la han agredido. Y si hago este comentario, es porque el machito que reconoció haber grabado y subido el video a Youtube, dijo, con toda la tranquilidad del mundo, “que ya estaban arreglando el problema” y que todo era simplemente “una locura de fiesta y ya”. No, no es una locura de fiesta, es un delito que debe ser castigado con todo el peso de la ley.