miércoles, 7 de diciembre de 2016

RAFAEL URIBE NOGUERA EL ASESINO CONFESO DE YULIANA SAMBONÍ

LO QUE NO TIENE NOMBRE, EL CASO DE YULIANA SAMBONÍ Una vez más el horror, lo que no tiene nombre, es el protagonista de una sociedad que ha enseñado a los hombres que las mujeres son para su placer personal y que sus vidas no tienen importancia. Esta sociedad se llama patriarcal, y la religión judeocristiana es su gran cómplice; por supuesto, sin olvidar a todas las otras religiones, sean monoteístas o no. La sociedad contemporánea, heredera de la misoginia que ha sido estimulada desde hace más de 2000 años, es una eterna serpiente que se come la cola. Habría que recordar a los griegos y a su dios principal -Zeus disfrazado de cisne violando a Leda, o disfrazado de toro, o de lluvia de oro- para entender lo que trato de explicar; sin olvidar a los judíos y a su credo misógino. El mismo que la Iglesia católica -sin olvidar a las infinidades de sectas que hoy se hacen llamar cristianas- ha pregonado desde los púlpitos en todos los idiomas y en todos los ámbitos posibles. Los crímenes en contra de la mujer son tan antiguos que ya en La Biblia vemos como a las mujeres adúlteras se les castigaba con la lapidación. La misoginia tiene raíces muy profundas, la sociedad griega y romana lo era, pero también la judía; y nosotros, que nos consideramos un país católico, hemos heredado muchos aspectos de su cultura, entre ellos el odio a la mujer. La violencia machista, o violencia de género, o violencia sexual, como quieran llamarla, pareciera que nunca tuviese fin; y cada vez que asistimos a un nuevo hecho de misoginia creemos, muy ilusamente, que no va a volver a suceder; que se trata sólo de un caso aislado, que la sociedad católica o cristiana donde vivimos es la ideal y que nada malo nos puede suceder. Una gran parte de la sociedad colombiana es machista hasta la médula, misógina por tradición, por lo que muchas veces considera que la mujer es un ser inferior y que está allí para someterla a sus bajos instintos. No creo que Rafael Uribe Noguera, sindicado del atroz feminicidio de Yuliana Samboní, una niña de siete años, sea un monstruo, tal y como lo ha sostenido reiteradamente Blu Radio. Yo diría que es simplemente un machito marchito, un miserable tipejo, que creyó que por su status social, económico y educativo estaba por encima de la ley. Tal vez por ello se ha declarado inocente, porque es incapaz de reconocer su crimen; por algo la juez dijo que no veía ningún signo de arrepentimiento y recordó que trató de ingresar a una clínica para toxicómanos ; seguramente para demostrar que era « simplemente un pequeño evento producto de las drogas y del alcohol consumido ». Sin embargo, ya habrían pasado varias horas, incluso podría haber dormido y parece ser que incluso se había bañado. Y como muchos colombianos que comienzan a emborracharse, cuando aún toman biberon, podría tratar de escudarse en que son cosas de tragos y de droga.+ No creo que este sea su primer caso en que se involucra con menores de edad; espero equivocarme. En Colombia, como en muchos otros lugares, creemos que agredir a las mujeres es normal; y que hacerlo convierte a los hombres en los machos que la sociedad y el país necesitan. De ahí que elegir presidentes como Álvaro Uribe sea considerado una virtud. No en vano, cuando ocupaba el Palacio de Nariño, la gente solía decir : -¡es que es un verraco ! y la turba enardecida lo aplaudía y gritaba en las graderías del circo romano que es Colombia : – ¡Bravo ! ¡Que acabe con todos! En este orden de ideas Uribe Noguera también es el producto es el producto de esos tenebrosos ocho años de Uribe; el mismo que decía :- Cuando lo vea ¡le doy en la cara, marica ! ¿Y porqué lo digo ? Porque este individuo posiblemente cree que secuestrar, violar, torturar y matar a una niña indígena no es nada grave; a lo mejor piensa que al no tener sus privilegios de casta, pues simplemente es un objeto desechable; como dice la ranchera : « tú eres la chancla que yo dejé tirada en la basura… »; recuerden que la ropa de la niña aún no ha sido encontrada. Incluso en uno de los videos se molesta porque lo están filmando; se le olvida que cuando se cruza el límite que lleva a un individuo a agredir a una mujer, en este caso a una niña de siete años, o a cualquier ser humano, el agresor se convierte en un criminal. No es un « actuar » como sostiene su familia », no es un error, ni una equivocación, es un crimen. Él mismo habría dicho reiteradamente : La embarré, la embarré, la embarré… No, no la embarró; por algo la justicia lo incriminó por los delitos de feminicidio agravado, tortura, secuestro simple y acceso carnal violento. El feminicidio es una realidad, así nos tapemos los ojos para no verlo, así nos tapemos los oídos para no escuchar los gritos de las mujeres agredidas, así las mismas mujeres, como la otrora senadora, y también abogada, excandidata a la gobernación de Antioquia, traten de verlo como algo que merecemos porque sencillamente “somos muy jodonas”. Una verdadera vergüenza. Una vergüenza que debiera ser colectiva. Desafortunadamente el enfoque de género no es enseñado ni en la intimidad del hogar ni en la escuela ni en la universidad y pocas veces combatida al interior de las instituciones públicas. Ninguna borrachera, ni el consumo de alúcinogenos, puede jamás ser una excusa para explicar un crimen. Y agredir a una mujer es un crimen execrable, aunque aún haya muchas personas, hombres, mujeres, curas, o los que se hacen llamar pastores, y por supuesto adolescentes, que tratan de minimizar la violencia de género. Por último quisiera decir que no se nos olvide que el lenguaje misógino es cómplice de la violación y del feminicidio. También es importante tener en cuenta que una persona que ha sido víctima de una violación nunca volverá a ser la misma. La violación es un crimen que debería ser consagrado de lesa humanidad. No hay excusas que valgan. Y no es que los hombres, o mujeres abusadoras, que también las hay, sean enfermos mentales, o monstruos, son personas que se sientan al lado suyo en el banco de una iglesia y que incluso comulgan y rezan. La violación y el feminicidio deben ser condenados desde todos los ámbitos posibles, deben combatirse en todas las esferas sociales, políticas, religiosas, económicas. Un violador y un feminicida se esconde en muchas partes y utiliza muchos disfraces; como el disfraz de arquitecto de una universidad católica. ¡Que no se nos olvide! +

domingo, 4 de diciembre de 2016

CARLOS ENRIQUE RUIZ, UN HOMBRE LLAMADO CULTUS-LIBERTAS

Pocas veces nos es dable conocer a un hombre al que pueda nombrársele Cultus en todo el sentido de la palabra; sobre todo si se tiene en cuenta su significado intrínseco, o sea, cultivar el intelecto y por ende la esencia que nos hace humanos. Cultus es el nombre que podría ostentar el académico Carlos Enrique Ruiz, profesor de la Universidad Nacional de Colombia e incansable gestor cultural a través de su egregia revista Aleph; un homenaje al libro de Jorge Luís Borges con el que infinidad de latinoamericanos nos hemos acercado a la literatura. Carlos Enrique Ruiz es un hombre probo, atento y respetuoso; como supongo que solían ser los caballeros del siglo XIX. A veces me lo imagino con una flor en la solapa y con un pañuelo con olor a lavanda a la altura del corazón. Su voz es pausada, con un tono que inspira respeto a la persona que tiene el privilegio de ser su interlocutor. Sin olvidar que Carlos Enrique Ruiz lo pone en el centro del universo como si el importante no fuera él sino quien lo escucha. Una rara cualidad que pocos intelectuales poseen, sobre todo en los tiempos que corren donde el hedonismo y la egolatría hacen estragos en todas las esferas de la sociedad consumista y de selfies que hemos creado, al creer que así escapamos a las grandes preguntas metafísicas, ignorando que deberían ser la razón principal en la senda de nuestro efímero paso por este planeta llamado Tierra. Carlos Enrique Ruiz es un hombre que conoce el significado de la palabra humano, no sabe de trapacerías ni de rudezas. Es un hombre delicado, como el más fino de los encajes de Flandes. Es un hombre fuerte que sabe sobrevivir y salir indemne de las borrascas y de las tempestades. Siempre tiene la palabra adecuada para el momento adecuado. Una palabra poética, cargada de significados, de análisis y no siempre exenta de crítica. Carlos Enrique Ruiz sabe que la educación es el jardín que toda sociedad justa debería sembrar y cultivar. Sabe que un pueblo educado no necesita la guerra, ni los gritos, ni las armas. Sabe que la ilustración le impide caer en el abismo y que es la vara mágica que ahuyenta a los sátrapas que buscan esclavizarlo. Carlos Enrique Ruiz es un hombre que conoce el significado de libertad y posee el maravilloso don de transmitirla. Por eso es un paedagogus e incluso un verdadero magister; o sea, sabe transmitir el profundo conocimiento que ha adquirido a través de la lectura y de una vida fructífera y respetuosa. Es un profiteri en el sentido que el Medioevo le confería a esa palabra, dispuesto a hablar en público; tal y como lo hacía Pedro Abelardo. Carlos Enrique Ruiz es un Maese como pocos maestros llegan a serlo. Es por eso que también podría llamarlo Libertas y decir en tono firme: Me crucé con Libertas en un recodo del camino./ Llevaba el gorro frigio que libera al esclavo,/ rompió las cadenas del oprobio,/ su túnica de lino blanco iluminaba el sendero./ Sus rayos de luz/ evitan las sombras,/ dan cobijo en épocas de aguaceros./ Carlos Enrique Ruiz también es un escritor y editor; no en vano estamos conmemorando los cincuenta años de su revista Aleph. Pocos medios sobreviven tantos decenios, sobre todo en América Latina donde publicar una revista cultural es una tarea de quijotes que pelean a diario con gigantes disfrazados de molinos de viento. Y él es un Quijote que no le teme a la adversidad, en vez de lanza lleva una pluma, y su Rocinante es un libro. En vez de Sancho Panza lo acompaña una hermosa Dulcinea, su escudera Libia Gonzáles. Libia, la de los largos dedos,/ -como diría Homero- / acaricia uno a uno los números del Aleph. / Carlos Enrique Ruiz no imagina su voz, / la escucha en la hora del alba / y en cada puesta del sol. / Confía en ella, / sabe que es su compañera./ Juntos han construido la lealtad/ e hicieron del árbol de la sabiduría/ su hogar./ Allí le dieron cobijo a sus hijos/ y allí acogen a sus amigos./ El amor es la senda por la que caminan desde que eran estudiantes universitarios. Ella, del Conservatorio de la Universidad de Caldas, donde más tarde sería profesora de canto, y él, estudiante de Ingeniería de Caminos de la Universidad Nacional; no sólo llegó a ser su Vicerrector, sino que aún sigue presente con su cátedra Aleph. Una cátedra que le recuerda a los detractores de las Humanidades la importancia de la crítica, del análisis, la importancia del verbo cogitar, del latín cogitare: cum, con, y gitare, agitar; o sea, agitar el pensamiento. Hablar con él es eso: sumergirse en las ideas, en la historia del pensamiento humano. Él es Aleph, un compendio de filosofía, de arte, de literatura. Por eso escribe. Carlos Enrique Ruiz bucea en la condición humana y para ello hace acopio de la poiesis; esa palabra griega que quiere decir creación, o hacer ver lo que no se ve, o traer a nuestros ojos lo invisible; porque ¿Qué otra cosa es el conocimiento? La Ingeniería de Caminos le ha enseñado que las grandes preguntas, aquellas que tienen que ver con el cataclismo humano, surgen, o encuentran respuesta, en los senderos que ineluctablemente recorremos en este tránsito efímero que solemos llamar existencia: Imaginería de caminos (Fragmento I) Alguien guarda un secreto en este espacio./ Las palabras son tímidas/ entrecortado el diálogo./ Los rostros tienen un aire extraño./ Hay algo en el fondo de los silencios./ Se conversa y las palabras se van yendo sin sentirse./ Alguien guarda un secreto en este espacio./ Será el momento. Será la circunstancia./ Será el simple presentimiento. / Alguien guarda un secreto en todos los espacios. (© Carlos-Enrique Ruiz, Cuestiones del decir. Antología personal, 2011) ¿A qué arcano se refiere el poeta ? ¿Cuál es el diálogo que se ahoga en los silencios? ¿Qué misterio insondable se oculta en el espacio sideral ? ¿Acaso la respuesta está en Aleph? ¿No sería el Aleph un vestigio del oráculo de Delfos ? ¿Pueden sus miles de páginas esconder el enigma de la vida ? Podríamos preguntarle al poeta o podríamos leer una y otra vez los cientos de ensayos que reposan en su Aleph. Tal vez nos enviaría directamente a la biblioteca de Borges. Y éste, a su vez, nos remitiría a Milton, y éste, por supuesto, a Homero. Quien a su vez diría que no interrogamos a Shakespeare y que olvidamos hablar con Leonardo y con Miguel Ángel, incluso con Botticelli. Tal vez en su Primavera o en el Nacimiento de Venus estén algunas de las preguntas que surgieron en la noche de los tiempos. Tal vez La Tempestad albergue algunas de las huellas que debemos seguir para encontrarnos con nosotros mismos, para dejar de ser los exiliados sempiternos que viajan colgados de la cola de un cometa en la búsqueda de un perpetuo atardecer. Por eso seguimos trás las huellas de sus poemas : Imaginería de caminos (Fragmento II) Lento sonido en las alas del coleóptero/ como distante zumbido. / Vibraciones en el viento que vienen y van./ Sensación de balbuceo en la ventana de la tarde./ El sol alcanza a enterarse en la despedida./ Lento decir. Lento caminar./ Nabucodonosor narró la historia/ con los pasos del vencedor. / Heráclito pensó en la vida / al ritmo de aguas que corren./ Einstein predijo la conquista total de la materia / con la herramienta del cerebro. / Hoy cada hombre cruza la calle / con las máximas precauciones./ (© Carlos-Enrique Ruiz, Cuestiones del decir. Antología personal, 2011) ¿Porqué con las máximas precauciones ? ¿Tan difícil es la vida ? ¿Tan arduo el caminar ? ¿Qué trampas acechan nuestros pasos ? ¿En qué abismo podemos caer por el resto de la eternidad ? ¿Es en las aguas de Heráclito donde debemos buscar las explicaciones de los enigmas ? ¿No nos pasaría lo que a Ofelia o a Virginia Woolf ? Nabucodonosor narró la historia/ con los pasos del vencedor. Nos dice el poeta. ¿Pero acaso Alejandro Magno, hijo de Filipo II de Macedonia y brillante discípulo de Aristóteles, no pereció de paludismo a la temprana edad de treinta y tres años y lejos de su patria, cuando había sobrevivido a múltiples batallas y consolidado un Imperio que desapareció poco después de su fallecimiento ? ¿Acaso el Imperio de Nabucodonosor resistió a su muerte ? Él reinó por espacio de cuarenta y tres años y su legado fue borrado veinticinco años después de su muerte por Ciro. Entonces, ¿Cuáles serían los pasos del vencedor ? He ahí una hermosa metáfora con la que el poeta Ruiz nos explica que aún los grandes hombres y sus imperios desaparecen de la faz de la tierra como desaparecieron los jardines de Babilonia ; sin dejar trazos. Nos explica que sólo somos sombras, así sobrevivan algunos de nuestros nombres. Y son los nombres de Carlos Enrique Ruiz y el de su revista Aleph que han vencido a la ignorancia y a la estulticia ; han hecho historia, han dejado huella. Es por eso que hoy nos levantamos y susurramos al unísono su nombre y lo escribimos en la estela de una estrella, no fugaz, sino perenne. ¡Gracias Maestro de Maestros ! -------------------------------- Nota: Este artículo forma parte del libro El Caleidoscopio Aleph (Universidad Nacional de Colombia-2016) en conmemoración de los 50 años de la revista Aleph, editada por el académico Carlos Enrique Ruiz. Aprovecho la oportunidad para agradecer al profesor Jorge Hernán Arbelaez,recopilador y editor del libro, por haber tenido mi nombre en cuenta para este hermoso homenaje al humanista Ruiz.

domingo, 27 de noviembre de 2016

LEONARDO PADURA VERSUS FIDEL CASTRO

¿POR QUÉ NO LAMENTO LA MUERTE DE UN SÁTRAPA COMO FIDEL CASTRO? Para responder a esta pregunta traigo a colación mi reseña sobre El hombre que amaba a los perros de Leonardo Padura, un libro de una soberbia lucidez, objetivo, claro y sobre todo excepcionalmente bien escrito. Nota: Este artículo lo publique inicialmente el 18 de julio de 2013, y hoy vuelvo a hacerlo para responder a las miles de personas que lamentan que un dictador de la talla de Fidel haya muerto. UNA PARÁBOLA DEL MIEDO: La primera impresión que tuve del mundo llamado comunista fue en 1983, cuando en un viaje en bus desde París, donde estudiaba en ese momento, hasta Atenas, atravesé la Yugoeslavia pos Tito. Aunque mi paso fue rápido si pude observar la carencia de los restaurantes y de las tiendas de comestibles, donde sus anaqueles vacíos solo tenían dos o tres botellas de una supuesta gaseosa para la venta. En la tienda a la que me refiero había una mesa ocupada por cuatro hombres que jugaban a las cartas, o al dominó, no me acuerdo; las otras mesas, por supuesto, estaban vacías. Como nadie me atendía pedí, en mi más que rústico inglés, una de esas botellas para calmar la sed, pregunté dos o tres veces sin que nadie se tomara el trabajo ni siquiera de mirarme, al final alguien me respondió de mala gana que pasara por detrás del mostrador y cogiera una de las botellas en cuestión. Entendí que eran los empleados de la tienda del mal llamado Estado comunista, y que de todas formas les pagaban así no trabajasen. Decidí, entonces, salir de la supuesta tienda, y ya en la puerta vi en una acera a una mujer sin edad, vestida de negro bajo un sol que quemaba hasta la médula, intuí que debía estar allí desde hacía por lo menos mil años; a su lado tenía una pequeña canasta con unas pocas frutas de estación resecas por el sol. Pensé que a lo mejor venían de una pequeña parcela y que ella las vendía para poder sobrevivir en el mundo que nos habían vendido como igualitario. Fue mi primera gran desilusión con respecto a esa utopía en la que mi juventud se había inmerso en arengas que mi inmadurez no entendía, pero sobre todo que se negaba a ver la realidad tal y como era, no como unos cuantos tipejos barbudos nos la hacían creer. Mi segunda, y enorme desilusión, en realidad el gran cataclismo, la sufrí en el 2007 en una visita de 10 días que hice a Cuba. De allí salí con un broncoespasmo severo, producto en parte del trauma que viví al corroborar, día a día, momento a momento, la miseria en la que viven los cubanos. El mito que nos habían metido en la cabeza a muchos de nuestra generación, con respecto a Fidel, se me vino abajo. Entendí que la letra de muchas de las canciones de la nueva trova cubana era un espejismo, y que en realidad el pueblo era una masa informe que marchaba por las calles de La Habana como si fuesen zombis. Algunos de esos zombis, en realidad niños acompañados por sus abuelas, se acercaban a mi marido y a mí para pedirnos un jabón o un dentífrico. En cuanto al excelente servicio de salud cubano, pude observar que si existía debía ser para los dirigentes del Partido, pero no para esos esqueletos que trataban de caminar por las calles de La Habana vieja. Pude observar que la higiene dental era nula, ya que constaté que muchas de las personas con las que pude hablar les faltaban varias piezas dentales, o bien tenían una gingivitis en grado agudo, por no hablar de una periodontitis. También vi algunas tiendas sin clientes, símbolos del capitalismo, como Zara o Mango, ofreciendo en sus vitrinas prendas a precios inaccesibles para ese pueblo que se paseaba por los andenes tratando de esquivar el sol del trópico. Pero sobre todo sentí el miedo subterráneo que circula en todas las direcciones. Ese miedo nos recibió y luego nos despidió en el aeropuerto, cuando yo ya sabía que mientras que la dictadura castrista esté aupada en el poder, y maneje a Cuba como si fuera su feudo personal, yo no regresaría a esa gran mentira que es la Cuba de hoy. Pues bien, ese miedo soterrado lo volví a sentir con la lectura de Máscaras de Leonardo Padura, pero sobre todo lo he sentido en estos días en que he estado sumida en la lectura de El Hombre que amaba a los perros, la extraordinaria novela sobre Ramón Mercader, el asesino de León Trotski. Este magnífico libro, escrito en un español impecable, con una riqueza de vocabulario asombrosa, teje y desteje la historia de la antigua Unión Soviética y de la Cuba de los años 70 hasta nuestros días. Leyéndolo entendí que en realidad es una metáfora de nuestro tiempo, ya que muchas de sus descripciones, con respecto al abuso del poder, de las purgas estalinianas, sin olvidar lo que Padura llama las equivocaciones de Trotski, en realidad delitos de lesa humanidad, así como del nefasto rol que jugó el Partido Comunista Español, y su gran responsabilidad en la derrota de la Guerra Civil Española, o de la dictadura castrista, son descripciones del miedo que pueden aplicarse a la Colombia que nos tocó vivir en la tenebrosa y larga noche de los ocho años del siniestro Uribe, entre otros miedos que hemos tenido que atravesar. Leí El hombre que amaba a los perros con un gran placer estético e intelectual, pero sentí todo el tiempo como el miedo corroía mis entrañas. Lo que me hizo pensar que el miedo a Stalin es comparable con el miedo que sentimos por las FARC y el ELN. Lo que Padura llama “la máquina infernal estalinista” yo lo veo como “la máquina infernal”, que ha girado y girado durante 50 años de la mano de esos grupos terroristas convertidos también en narcotraficantes. Y si esa es la Colombia que ellos desean, con zombis movidos por el pavor, yo me niego a aceptarlos y a vivir en su pesadilla. Mientras leía el libro escribía en mi cuaderno de ruta que somos marionetas en las manos de los dictadores -o de sus eternos aspirantes como Uribe-, que estamos condenados al silencio, condenados a la nada, condenados al abuso del poder de unos pocos sátrapas; que aupados en falsas ideologías políticas, entendidas solamente para su propio bienestar, hacen de la gran mayoría rebaños de borregos que siguen la campana del terror. Pensar en los cinco mil muertos de la UP, en “los falsos positivos”, esa terrible vergüenza vivida bajo Uribe, y a la que él cínicamente le restó importancia al decir que si esos muchachos habían sido asesinados, no era precisamente por sus buenas costumbres. Y por supuesto que pienso en las miles de víctimas de las FARC y del ELN. Grupos que escondiéndose en guerrillas armadas, que ya no tienen nada que ver en un mundo como el actual, han asesinado miles y miles de compatriotas, realizando de ese modo su propia purga estalinista; no es sino recordar el vil asesinato de los diputados del Valle, o de los adolescentes que secuestran para mantener vivo el comercio de la guerra y que son asesinados por un sí por un no. En Colombia hemos vivido purgas uribistas, sin olvidar las purgas y la persecución aterradora del gobierno de Barco, de las purgas perpetradas por años por el Estado y por sus Fuerzas Armadas y por supuesto por los grupos conformados por los paramilitares, sin olvidar que algunos nacieron de esa siniestra creación del exministro Botero y de Uribe cuando era gobernador de Antioquia; me refiero a las Convivir. Y es que el Estado colombiano muchas veces ha sido un verdugo salido de las cloacas. Tal y como sucedió en la época de Stalin, como sucede en la Rusia de Putin, en la Venezuela de Chávez y Maduro, en la Nicaragua de Somoza y de Ortega, en el Chile de Pinochet, en la España de Franco, en la Alemania de Hitler, en la Italia de Mussolini, en la China actual, o en la recién conquistada democracia de Birmania, donde la Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi -1991-, aún no ha condenado la persecución que ha emprendido la mayoría de la población de credo budista en contra de la minoría musulmana; y si sigo nombrando constataría que no tengo espacio para nombrar a todos los sátrapas de los últimos cien años. Y en cuanto a Colombia se refiere, es imprescindible la recuperación de la memoria, es importante evitar la tergiversación de la historia, por eso también es importante conocer el testimonio de cada víctima, de cada plagiado, de cada torturado; sino nunca habrá una verdadera reconstrucción de esta Colombia escindida, polarizada por las vallas que ponen los uribistas en todas partes llamando al odio, al fanatismo y a la guerra. Por eso es importante evitar el culto a la personalidad que labran día a día Uribe y Ordoñez de un lado, e Iván Márquez o Santrich, con la bufanda del temible Gadafi al cuello, del otro lado del río.

LA LUZ QUE NO PUEDES VER, DE ANTHONY DOERR

LA LUZ QUE NO PUEDES VER, de Anthony Doerr (697 páginas), Premio Pulitzer 2015, es un libro conmovedor y bastante original. Muy bien escrito, bastante poético, y es, también, un excelente taller de escritura. La obra se desarrolla en los años previos a la 2a Guerra Mundial, pasando portes período aciago hasta la liberación francesa. Por otra parte, está construido como si se tratase de un fino rompecabezas, hay que unir las historias que están desperdigadas a todo lo largo del libro; en una clara maestría del manejo del tiempo.No diría que se trata de una novela histórica, ya que no se adapta al concepto que tenemos de dicho género. LA LUZ QUE NO PUEDES VER es, más bien, la historia de los individuos atrapados en la trampa de la guerra y como logran conservar su esencia humana sin perder nunca la luz que siempre debe guiar a todos los seres; a menos aquellos que evitan caer en el abismo del odio y que se resisten a convertirse en guiñapos humanos. No es una gran obra literaria, pero si es un buen libro. Sin embargo, hay un aspecto que puede hacer un poco tediosa la lectura, y es la lentitud de los temas desarrollados, como si se tratase de una narración en cámara lenta. Lectura recomendada, sobe todo los que seguimos delectándonos con las novelas con fondo histórico.

lunes, 14 de noviembre de 2016

BABYLONE, DE YASMINA REZA – PREMIO RENAUDOT 2016

La semana pasada publiqué una reseña sobre el libro ganador del Premio Goncourt 2016, Chanson Douce, de Leïla Slimani y hoy lo hago con Babylone, de Yasmina Reza, Premio Renaudot 2016. Para los que nunca han escuchado el nombre de Yasmine Reza (Francia 1959) podría decirles que sus orígenes no podrían ser más diversos; ya que su padre es mitad ruso- mitad iraní y su madre húngara; los dos huyen de la dictadura soviética y se instalan en París. Es en la ciudad luz donde ven nacer a su hija Yasmina. Sin embargo, en Francia su nombre es conocido y admirado; sobre todo por su obra de teatro Art (1994). Sus obras teatrales han sido adaptadas a más de 34 idiomas y su autora ha recibido numeroso premios, como los anglosajones Tony Awards y Laurence Olivier Awards. Y hace menos de dos semanas recibió el Premio Renaudot por su obra de ficción Babylone. Babylone (Flammarion -2016), es lo que los franceses llaman un huis-clos; o sea, una obra cuyo escenario es cerrado, aunque en algunos de sus apartes dos de sus personajes principales, la narradora y el personaje central de la historia, se encuentren en espacios abiertos. Elisabeth nos narra su relación con Jean-Lino, no una relación de amantes sino de vecinos. Básicamente sus conversaciones se llevan a cabo cuando los dos se encuentran en el hall del edificio y suben las escaleras juntos; él, por miedo a los ascensores, y ella, para hacer un poco de ejercicio. En estos breves encuentros cada uno trata, a su manera, de reconstruir un tiempo que no volverá nunca; es un ejercicio de memoria; como si se tratase de fotografiar las imágenes del pasado para impedir el olvido total. Una forma de evitar que la propia identidad se extravíe si no se la nombra, si no se la recuerda. Babylone es, ante todo, la historia de un crimen. Jean-Lino estrangula a su esposa después de una discusión aparentemente banal y luego les cuenta a sus vecinos, Elisabeth y su marido Pierre, el crimen que acaba de cometer. Babylone es, en cierta forma, una fotografía de la sociedad actual. Una sociedad que le da la espalda a las grandes preguntas metafísicas, a los grandes cataclismo interiores, y que se esconde detrás de pequeñas victorias, cuando en realidad las derrotas son más importantes. Babylone es, también, un libro sobre el tedio que se instala en las parejas y como lo eluden; aunque no siempre se logre hacerlo, de ahí el asesinato de la que es víctima la esposa de Jean-Lino; un hombre tranquilo, respetuoso, un poco anodino y para nada violento. Babylone no es una gran obra literaria; al menos no merecía un reconocimiento como el Premio Renaudot. Es un libro de fácil lectura, de esas que pueblan las tardes de algún domingo lluvioso y en la que no se sabe que hacer, pero nada más.

domingo, 13 de noviembre de 2016

ALEPH, LA REVISTA DIRIGIDA POR CARLOS ENRIQUE RUÍZ LLEGA A SUS 50 AÑOS

Gracias Carlos-Enrique Ruiz por incluir mi ensayo sobre Frida Kahlo en la conmemoración de los 50 años de ALEPH. Una edición maravillosa.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

EL DÍA NEFASTO QUE MARCA LA ERA DONALD TRUMP:

9 DE NOVIEMBRE 2016 De la misma forma en que pensé que el NO podría ser el ganador del plebiscito en Colombia también he creído desde hace algún tiempo que la caricatura de Trump, no por ser caricatura menos peligroso, podría ser el ganador de las elecciones presidenciales de EEUU. Una de las razones que me llevó a pensar en ello, aparte de su carácter populista que tanto terreno fértil encuentra en las capas de la sociedad menos educadas y con mas problemas económicos, es que Michael Moore, a quien admiro profundamente por su visión crítica y analítica con respecto a su propio país, dijo estar completamente seguro que D. Trump sería el próximo presidente de dicho país. Vienen tiempos muy duros para la paz mundial. Nota: Y todavía el "inteligente" alcalde de Cartagena (Colombia) dice que la filosofía no sirve para nada. Yo le respondo, aunque sé que igual no va a escucharme, que si sirve; sirve para pensar, y pensar sirve para escoger buenos gobernantes. Él lo sabe, por eso se opone a que la gente piense por su cuenta, de hacerlo no lo habrían elegido para el cargo que hoy ostenta y que avergüenza a toda la sociedad colombiana.

martes, 8 de noviembre de 2016

PREMIO GONCOURT 2016, LEÏLA SLIMANI

Chanson Douce , de Leïla Slimani, Premio Goncourt 2016 El pasado jueves 3 de noviembre se dio a conocer la novela ganadora del premio literario más importante de las letras francesas, Chanson douce (Gallimard-2016, 227 páginas), de la autora de origen franco-marroquí Leïla Slimani (Marruecos-1981); y el viernes madrugué a comprar su libro. En el 2014 ya había publicado Dans le jardín de l’ogre (En el jardín del ogro, Gallimard), seleccionado para el Premio de Flore de ese mismo año; obra que no he leído y es más que probable que no lo haga. Evidentemente Canción dulce no me sedujo, no me atrapó. Es decir, el pathos que toda obra debe tener en los lectores no produjo en mí ningún efecto; más bien me sentí obligada a leerlo para poder explicar las razones por las que no me gustó. Y antes de dar mi punto de vista voy a hablar un poco sobre el argumento de la novela. Chanson douce, un título bastante prosaico, nos remite a las canciones de cuna que les cantamos a los niños cuando están pequeños. Louise, su protagonista, es una nana que cuida a dos pequeños a los que decide matar. No se trata de una obra negra, ya que el desenlace se conoce desde la primera frase: El bebé está muerto… La pequeña todavía estaba viva cuando la ambulancia llegó. Había luchado como una fiera. (pág. 13-la traducción es mía). Desde este punto de vista el ethos, aparentemente, está muy bien desarrollado; puesto que desde el principio se sabe cual es el asunto principal de la novela que se va a leer; así que no hay suspenso en el sentido clásico del término. Y si digo aparentemente es porque el asesinato de los dos infantes son sólo el resultado trágico de la historia personal de Louise. Se trata más bien de un flaschback que va a ser reiterativo a todo lo largo de la narración. Yo diría que es una obra pensada más bien como un escenario para una película de Hollywood; de esas que hacen llorar a los espectadores al mismo tiempo que les ponen los pelos de punta. Y viéndolo así creo que cuando hagan la película, basada en esta novela, seguramente va a tener mucho éxito; ya que es una obra visual. Chanson douce es bastante perturbadora (dérangeante es la palabra francesa que mejor describe este escenario); su atmósfera es gris, los rayos del sol no la penetran nunca y los colores son inexistentes. Louise, aparentemente, es una mujer admirable, cuida bien a los niños, es buena cocinera, limpia hasta la obsesión, no cuenta las horas trabajadas, no se queja, no desperdicia el mercado, no hay que darle órdenes puesto que conoce mejor que nadie sus obligaciones, imponiéndose incluso tareas que no le corresponden; en otras palabras ella misma decide que no sólo va a ser la niñera sino que va a ser la gouvernante, o sea, una especie de ama de llaves; no de una familia rica o aristocrática, sino de una familia de la clase media parisiense. Y si utilizo la palabra obsesión es porque define a la perfección la personalidad oscura y atormentada de Louise. Es una narración que me hizo pensar un poco en Casa tomada de Julio Cortázar, si bien en dicho cuento nunca vemos, ni oímos a los supuestos invasores de la vieja mansión, en Chandon douce es Louise quien poco a poco invade y se apodera de la casa y de sus habitantes; hasta el punto que termina creyendo que en verdad le pertenecen y hace todo lo posible por volverse indispensable en sus vidas. Ahora bien, ya había dicho que la obra no me gustó y que su lectura me aburrió considerablemente. Una de las razones por las que leo ficción es porque espero ser sorprendida, me gusta la originalidad; y Chanson douce si bien lo es si se piensa en el argumento no lo es desde el narrativo. Con ésto no quiero desconocer que es una obra bien escrita, cuya semántica es muy bien lograda y la construcción narrativa también lo es; pero no es suficiente para hacer de ella una obra de arte, menos ganadora de un premio tan importante como el Goncourt. Otro aspecto que busco en una obra es el lenguaje. Y en el caso que nos ocupa no hay poesía, es un lenguaje plano, bastante coloquial, a veces me daba la impresión de estar leyendo el guión de una telenovela venezolana o mexicana de los años 70 u 80. La poiesis, tan necesaria en la construcción narrativa, es inexistente en Chanson douce. Para terminar con la novela de Slimani habría que anotar que es una crítica a la sociedad contemporánea; es una muestra de la miseria humana, del racismo, de la diferencia de clases y de los prejuicios sociales. También hurga en esa nueva sociedad que está surgiendo en las grandes urbes francesas, me refiero a los nuevos pobres, ese ejército de parias, que nadie quiere ver y que se hunden en las deudas, víctimas de la banca y del fisco, organismos que no logran entender. Y en vez de hacerles frente poco a poco se van alejando de las obligaciones inherentes a una sociedad basada en el capitalismo; y al hacerlo se van volviendo un ovillo, se desdibujan, se ponen una mampara con la que creen escapar a sus tentáculos; un biombo que siempre termina por aplastar al ingenuo que ha querido burlarse del sistema económico que gobierna la sociedad contemporánea. ---------------------- A lo mejor soy un lectora difícil, lo que si sé es que muy rara vez me deslumbran los premios literarios. Es el caso de la obra Amours, de Léonor de Récondo (Premio de los Libreros 2015 y el Gran Premio RTL-Lire 2015). http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/cuando-los-galardones-literarios-los-ganan-los-malos-libros O el de Contigo en la distancia, de Carla Guelfenbein (Premio Alfaguara-2015): http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/premio-alfaguara-de-novela-2015-contigo-en-la-distancia-de-carla-guelfenbein En cambio Mersault contre-enquête, del argelino Kamel Daoud, una obra que considero una verdadera joya literaria, quedó de segunda en el Goncourt de 2014. La obra ganadora fue Pas Pleurer (No hay que llorar), de Lydie Salvayre ; una novela muy inferior a la Daoud. http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/mersault-contra-enquete-de-kamel-daoud-o-la-descontruccion-de-el-extranjero-de-camus

sábado, 5 de noviembre de 2016

¿Y QUIÉN LE PONE EL CASCABEL AL GATO? EL CASO DE CAROLINA SANÍN

Leí el post de la Universidad de los Andes, ya había leído algo al respecto, y la verdad es que me parece una iniciativa muy loable y muy importante de denunciar la violencia de género. http://www.uniandes.edu.co/noticias/informacion-general/rechazo-a-la-violencia-de-genero No obstante, considero que la primera que tiene que analizar el lenguaje utilizado es la misma Carolina Sanín; he leído algunas declaraciones suyas con un vocabulario bastante salido de tono (procaz sería la palabra adecuada); es muy fácil denunciar a los otros y no mirarse en el propio espejo. Por supuesto que no justifico las amenazas y las frases horribles que ha recibido. Lo que quiero decir es que de una forma u otra las personas que escribimos tenemos una responsabilidad social. No hay que ignorar que algunas veces la forma del texto que publicamos puede desatar una violencia que luego es muy difícil de parar. Creo que ella lo sabe muy bien, sin embargo ¿juega? a querer decir todo lo que se le atraviesa por la mente y luego grita cuando ve los alcances de su propio discurso. Creo que todos, absolutamente todos, somos responsables de nuestros propios actos y algunas veces de los actos de los demás (pienso en las campañas de odio del CD o de los grupos religiosos, entre otras). También leí lo que les escribió a los alumnos de Los Andes, se olvida que ella es egresada y profesora del mismo claustro, así que el lenguaje ha podido ser menos virulento y más respetuoso; algo que nos hace mucha falta en este país tan convulsionado, tan polarizado, tan dividido, tan pasional, tan emocional. Y reitero: condeno los ataques aleves de los que ha sido víctima, espero que eso también la ponga a reflexionar sobre la forma de construir su propio discurso. Por último quiero manifestarle mi solidaridad a Héctor Abad Faciolince por el ataque que recibió de la profesora de Los Andes; pueden leer lo que le escribió en el siguiente vínculo: http://www.pulzo.com/nacion/pelea-carolina-sanin-hector-abad/PP154067

domingo, 30 de octubre de 2016

COLECCIÓN DE ARTE DE SERGUEI CHTCHOUKIN: FUNDACIÓN LOUIS VUITTON

Visita a la maravillosa colección de arte de Serguei Shchoukin, son 130 obras de arte que van desde Los Impresionistas, pasando por los Postimpresionistas y hasta algunos representantes del arte moderno como Picasso y Braque. Esta colección muestra obras del Museo de L'Ermitage y del Museo de Arte del Estado Pushkin. Es la primera vez que estas pinturas se encuentran en un mismo recinto y la primera vez que son exhibidas fuera de Rusia. En esta soberbia exposición pude contemplar por Le déjeuner sur l'herbe de Claude Monet (Museo Pushkin). Si piensan venir a París en los próximos tres meses no dejen de incluir esta maravillosa visita; pocas veces nos es dable asistir a un evento pictórico de esta categoría. En los próximos días pienso escribir un breve artículo, ya les contaré al respecto.

sábado, 29 de octubre de 2016

A VIVIANE MORALES (carta abierta)

(21 de febrero de 2015) Esta semana ha debido ser muy difícil para usted, imagino que ha perdido la calma más de una vez y que no ha podido conciliar el sueño que le hace falta para recobrar la cordura que necesita en el ámbito privado y en el público. Sin embargo, no logro sentir lástima por usted; y si lo digo es porque usted no siente lástima por la mayoría de personas que habitamos en este país convulso y violento, al que muchas veces declaraciones como la suya ahondan más en la inequidad y en la discriminación. Usted sostiene que “la familia es sagrada”, debo decirle, antes de continuar, que para mí lo único sagrado es la vida de mis congéneres. Considera que familia es solo aquella conformada por un hombre y una mujer. ¿Dónde quedamos las miles de mujeres u hombres que hemos tenido hijos sin casarnos? ¿Usted misma no dejó al padre de sus hijos por irse a vivir con el hombre que amaba? Un hombre por lo demás cuestionable en muchos aspectos. De guerrillero habría pasado a formar parte de grupos paramilitares y según parece habría tenido negocios turbios en los que el Estado habría quedado mal parado; en otras palabras un hombre con un prontuario bastante extenso. ¿Cuál es su escala de valores? ¿Dónde está el umbral entre la ética y el amor? Y después usted quiere hacerse pasar como adalid de la moral. ¿De cual moral? ¿De veras cree que es portadora de la verdad revelada y única? Porque para mí no existe una verdad, hay infinidad de verdades e infinidad de mentiras. Por si fuera poco, enceguecida por los postulados de sus creencias religiosas, habría sido incapaz de comprender y aceptar las posibles diferencias sexuales de su propia hija. ¿Y aún así persiste en darnos lecciones de moral? ¿Cómo es posible discriminar a alguien a quien se ha traído al mundo porque no piensa ni siente como usted cree que debería hacerlo? ¿De cuándo acá traemos hijos al mundo para que sigan únicamente la senda que supuestamente hemos trazado para ellos? ¿Acaso no traemos hijos al mundo para que sean felices, autónomos, independientes, libres? Usted debería saber algo al respecto; no en vano ha seguido sus propios impulsos afectivos y sexuales. Aunque imagino que en su momento eso debió ser una etapa muy difícil para sus hijos. Pero usted, si algo ha demostrado a lo largo de su vida, es que es una mujer guerrera y en cierta forma autónoma. ¿Por qué le niega ese derecho a cientos, miles, millones de personas? Ahora bien. Dice que nadie debe inmiscuirse en su vida privada. Eso es cierto cuando no se es una figura pública, ni cuando con sus actuaciones se afecta la vida privada de millones de colombianos. Cuando se opta por una carrera política, o se pretende legislar en contra de los derechos de las minorías, o cuando se ejercen juicios de valor que discriminan a las madres solteras, entonces no debe extrañarle que se hable claramente de su familia. Ha debido pensar primero en ella antes de tomar decisiones tan graves como el referendo que pretende imponernos simplemente porque usted practica una religión intolerante, que la aleja del respeto y de la caridad que supuestamente predican los cristianos y los católicos. Usted, si verdaderamente tiene algo de ética, debería no sólo renunciar a seguir adelante con esa cruzada en contra de muchos colombianos, sino renunciar al senado. Personas como usted deberían primero hacer un alto en el camino para reflexionar sobre las equivocaciones que no hacen sino polarizar aún más esta sociedad ya dividida por sesenta años de guerra fratricida, sino para poder ganarse el respeto de su propia hija y por ende el de muchos colombianos que hoy nos sentimos agredidos por usted. Somos los mismos colombianos que nos sentimos agredidos por el procurador y por Uribe, entre muchos otros actores violentos -entre ellos las guerrillas- que ha generado esta sociedad, que con postulados como los suyos, o como los del Opus Dei* -a través de la Universidad de la Sabana- no han hecho sino hurgar en la herida que han abierto al pretender mostrarse como entes infalibles y que están por encima del mal, cuando el mal viene en muchos casos de los discursos violentos que predican en los púlpitos o utilizando los puestos que ocupan como servidores públicos; olvidando, más bien ignorando cínicamente, que Colombia es un Estado de Derecho y laico, así a usted y a Ordoñez, y por supuesto a Uribe o a la Hoyos, les pese. Ojalá no le dé por utilizar cilicios, o por de flagelarse. Más bien busque la forma de aceptar que hay personas que no piensan como usted, ni que sienten como usted, ni que aman como usted. Y recuerde, uno no echa a un hijo de la casa por su condición sexual, ni religiosa, ni política. No estamos en el Medioevo. Podemos conversar y tratar de aceptar las diferencias, así no las compartamos. No instale una nueva Inquisición, así sueñe con ella. Por último, y aunque usted lo sabe mejor que yo, recuerde que los homosexuales nacen de padres heterosexuales y que no siempre son los mejores padres ni los peores, simplemente padres. Lea una vez más las cifras de niños abandonados por los padres, o que viven en familias extensas, o los miles de niños que han sido criados por madres o padres solteros o viudos. O simplemente divorciados como es su caso. Y que negarle la oportunidad de adoptar a los homosexuales es ir en contra de los cientos de niños abandonados por padres heterosexuales. Atentamente, Berta Lucía Estrada Estrada * Pueden ver la respecto: http://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2015/02/14/cuando-el-opus-dei-se-mete-en-nuestras-casas/

jueves, 27 de octubre de 2016

PUBLICACIÓN EN LIBRO DE UNIOESTE

Es con una gran alegría y satisfacción profesional que les comparto el libro publicado por la Universidade Estadual do Oeste do Paraná (UNIOESTE-Brasil), coordinado por los profesores Antonio Donizeti da Cruz, Ximena Diaz Merino y Lourdes Kaminsky Alves; en el cual han incluido el ensayo que escribí sobre La Shoah en clave de Atenea de Clara Schoenborn. Gracias profesores por apreciar mi trabajo literario y por incluirlo en sus publicaciones.

miércoles, 26 de octubre de 2016

¡QUIERO SER INCINERADA! DESOBEDEZCO AL VATICANO

DICTÁMENES PARA CUANDO ME MUERA : Le he dicho a mi familia, marido e hijo, que cuando me muera me incineren y que mis cenizas sean esparcidas en tres lugares diferentes, ellos saben donde hacerlo. No lo hago por creencias panteístas, no soy precristiana; lo hago porque soy atea y no me gusta el ritual católico. Y me encanta poder desobedecer desde ya los dictámenes del Vaticano, ¡qué maravilla que me den esta oportunidad de decirles no quiero estar en sus cementerios ni pagarles para que me permitan reposar en ellos! No me interesa. http://cnnespanol.cnn.com/2016/10/25/el-vaticano-prohibe-dispersar-o-conservar-en-casa-las-cenizas-de-los-muertos/#0

martes, 18 de octubre de 2016

LA IMPORTANCIA DE LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS

LA IMPORTANCIA DE LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS: La verdad es que siempre he sido una crítica de ese argumento que pretende explicar que la causa principal por la que en Colombia no se lee sea porque los libros son muy caros. No creo en ese argumento. Como estudiante siempre fui una visitante asidua de las biblioteca públicas y por supuesto de las universitarias; por otra parte trabajé durante diez años en una municipal; así que creo conocer un poco su importancia social, educativa y cultural. El problema no radica en que los libros sean caros, por supuesto que lo son, siempre lo han sido, sobre todo en Colombia. El problema, al menos para mí, proviene de otras fuentes. En Colombia SIEMPRE hay dinero par comprar, al menos, una botella de licor a la semana. SIEMPRE hay dinero para pagar una boleta excesivamente cara para ir al fútbol o comprarse el último modelo de TV; pero NUNCA hay dinero para comprar libros con el argumento que son muy caros. Asumamos que así sea, en ese caso ¿porqué no vistamos las bibliotecas públicas? pocos profesores llevan a sus alumnos y pocos les dicen que los libros pueden ser llevados a casa.Olvidamos lo fácil que es hacerse a un carnet de la Biblioteca del banco de la República, por ejemplo. Eso sin olvidar que muchos rectores de los colegios privados tienen los libros bajo llave, y en algunos casos en su propia oficina; tal y como lo observé en alguna ocasión cuando me tocaba visitarlas como funcionaria pública. La explicación inverosímil, pero real, era que los libros estaban bajo su responsabilidad, es decir bajo su inventario, así que no podían arriesgarse a perderlos. También recuerdo que en muchas ocasiones la biblioteca del colegio ha sido utilizada como lugar de castigo para los estudiantes indisciplinados; Lo que me recuerda que para muchos padres "obligar" a leer un libro es también una especie de castigo y el premio es ver TV. Eso sin contar que los padres no leen nunca o raramente; sin embargo, exigen que su hijos "ojeen" uno que otro libro.

sábado, 15 de octubre de 2016

UNA PEQUEÑA REFLEXION SOBRE EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ 2016

Si alguien merece el Premio Nobel de la Paz es Juan Manuel Santos, uno puede estar de acuerdo o no con su gobierno, lo que es indudable es que nadie, absolutamente nadie en este país, había tenido una verdadera voluntad de hacer acuerdos y de llegar al final de un conflicto que ya creíamos eterno. Lastimosamente la gente en Colombia aun sigue perpetuando intereses de casta, lo que les impide entender los alcances de esta negociación, o bien detestan a Santos por no pertenecer a las clases populares; se olvidan que las grandes revoluciones de la historia fueron inicialmente promovidas, así hubiese sido en algunos casos sólo con sus ideas, por personajes salidos de la alta burguesía, entre otras porque su nivel de educación les permite entender los fenómenos sociales, políticos, religiosos y económicos que el pueblo en general no logra analizar, ¿porqué? precisamente porque al Estado y a la Iglesia les interesa que sean borregos.

jueves, 13 de octubre de 2016

MARIE CURIE Y LOS PREMIOS NOBEL:

MARIE CURIE Y LOS PREMIOS NOBEL: Las mujeres somos invisibles, muchos premios de medicina, o de ciencia, que fueron otorgados a hombres en realidad habían sido descubrimientos de mujeres que nunca fueron nombradas. Es el caso del premio Nobel de Curie, me refiero al de Pierre no a Marie Curie; hubo que esperar a que él muriera para que se lo concedieran a ella. Incluso cuando Marie Curie obtuvo su segundo premio la Academia pensó seriamente en quitárselo cuando se supo que tenía una relación con un hombre casado, nadie lo criticó a él, en cambio a ella si la criticaron, aunque para ese entonces ya era viuda. El caso de Marie Curie fue de una extrema crueldad, la persecución fue tal que incluso perdió la cátedra en la Universidad de la Sorbona, cátedra que le habían otorgado a la muerte de su esposo Pierre, entre muchas otras infamias. Hay una hermosa novela de Rosa Montero que cuenta su vida, La ridícula idea de no volver a verte.

BOB DYLAN: PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2016:

BOB DYLAN: PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2016: ¿El Premio Nobel de Literatura para un maltratador de mujeres? Lo digo porque el ganador del premio 2016 es Bob Dylan. Lo que yo sé es que cuando estuvo casado con Joan Baez, lo que hizo fue maltratarla de todas las formas posibles; tanto psicológicamente como físicamente. No sé si esto sea verdad o si es una simple leyenda, de ser cierto ¿Merecería el Premio Nobel de Literatura? A mi modo de ver, NO, rotundamente NO.

sábado, 8 de octubre de 2016

MÁS SOBRE EL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA

Domingo 9 de octubre de 2016 Los colombianos hemos olvidado la época de la violencia, como se la ha denominado, desconociendo que en realidad fue una guerra civil que engendró otra igual de fratricida,a guerra que hemos vivido todos los colombianos en contra de las FARC. Sin desconocer múltiples actores que han jugado un papel determinante para evitar llegar a acuerdos de justicia y paz, como son los militares, los paramilitares que surgieron hacia los años 80 del siglo pasado, los empresarios, los ganaderos, los políticos que encontraron en la guerra la posibilidad de ganar las elecciones y de enriquecerse, algunos sectores de la Iglesia que la han alimentado desde los púlpitos, la casta de terratenientes que no quieren que Colombia deje de ser un país de siervos de la gleba y por supuesto multinacionales como Chiquita Brand.

viernes, 7 de octubre de 2016

UN BRINDIS POR EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ PARA COLOMBIA

Este brindis también es por todos los colombianos y por supuesto todos los sobrevivientes del horror. Después de la debacle del domingo pasado ahora podemos vislumbrar un horizonte más despejado.

PREMIO NOBEL DE LA PAZ PARA COLOMBIA

Viernes, 7 de octubre de 2016 GANAMOS EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ JUAN MANUEL SANTOS PREMIO NOBEL DE LA PAZ, LO MERECE COLOMBIA LO MERECE, LOS COLOMBIANOS LO MERECEMOS.

jueves, 6 de octubre de 2016

MARY BEARD, Premio Pincesa de Asturias en Ciencias Sociales 2016:

Me identifico plenamente con la ganadora del premio Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales (2016) cuando dice lo siguiente: "Tengo 61 años y soy bastante dura. Las mujeres mayores -reivindica en una entrevista con EFE- podemos enfrentarnos al mundo y no hace falta teñirse el pelo para ello". O esta otra frase: "Una de las cosas que he conseguido hacer es representarme a mí misma, como mujer y como ser resistente. Si pudiese ayudar a otras mujeres a enfrentarse a los idiotas que están ahí fuera y que intentan que no hagan lo que quieren hacer ya me parecería bien".

martes, 4 de octubre de 2016

LA AMIGA ESTUPENDA DE ELENA FERRANTE

En el mes de agosto leí La amiga estupenda, el libro que Daniel Pennac le obsequia a todos sus amigos, no me produjo ni frío ni calor, una especie de aletargamiento más bien. Y aunque es una obra muy bien escrita, la verdad es que no me sedujo para nada, incluso me aburrió, no veía la hora de terminar el libro. Me parece una obra más decimonónica que del siglo XXI. Eso sí, rescato el hecho que habla sobre múltiples asuntos que nos afectan a las mujeres, como la menstruación, o el abuso sexual, o el machismo, o la misoginia; pero sobre todo la diferencia en la educación impartida a hombres y mujeres. Lo que habría que rescatar es que hurga en la intimidad de la mujer, en el universo femenino que ningún hombre podría vislumbrar por razones evidentes. Así que si les interesa conocer un poco más sobre nuestra psiquis y sobre nuestra forma de ver y sentir el mundo, la familia, los vecinos, el primer amor, las primeras caricias, pues a lo mejor ahí tendrían a una excelente narradora. Otra de las características a resaltar es que su libro es un registro de todos los cambios que sufrió Italia, en este caso Napóles, después de la 2a Guerra Mundial. Y no, defintivamente no es un libro que podría ser catalogado como realismo mágico, lo digo porque algunos críticos literarios han hecho ese comentario, algo que a mi modo de ver es completamente disparatado.

¡CÓMO DUELES COLOMBIA, CÓMO DUELES!

Martes 4 de octubre de 2016 ¡Cómo dueles Colombia, cómo dueles! Aún así, me niego a rechazarte, me niego a decir que todos tus hijos son unos cafres. Sigo amándote Colombia. Sólo anhelo que no nos esperen cien años de soledad, olvido y tinieblas. ¡No lo mereces Colombia, no lo mereces!.

lunes, 3 de octubre de 2016

UN POEMA SOBRE LA GUERRA

Lunes 3 de octubre de 2016 Más sobre uno de mis libros sobre la guerra, aún inédito: Una horda de cuervos/ sembró el fandango mortuorio// cruces plantadas hasta el infinito/ desierto blanco/ amarillo sin verdes// último paisaje de su delirante vuelo// Silenciados los ladridos de los perros/ Silenciados los cantos de las lechuzas/ La dama pálida, vestida de malva,/ tocó la puerta/ un velo oculta su rostro/ en la mano una trompeta/ su túnica, restos de barro// Los susurros de la malva dama/ -a los caballos del Apocalipsis-/ plantan sombras/ cosechan pesadumbres/ levantan puentes// Berta Lucía Estrada

viernes, 30 de septiembre de 2016

UN LIBRO PARA LEER CON LUPA L’AFFAIRE ARNOLFINI, DE JEAN PHILIPPE POSTEL

Jean-Philippe Postel es un médico general que hace algún tiempo hace parte de los jubilados que se niegan a quedarse en casa sin hacer nada como no sea mirar la televisión. Y si traigo a colación su formación como médico es porque su trabajo en L’affaire Arnolfini (Actes Sud-2016) es de una meticulosidad, propia de un cirujano, que pocas veces se tiene en cuenta a la hora de escribir. Esta hermosa obra, de tan solo 156 páginas, es, en realidad, una pequeña joya literaria. Debo confesar que pocas veces en mi vida he experimentado un placer estético e intelectual tan profundo como el que tuve ayer con la lectura de esta esta novela investigativa; como la ha denominado Daniel Pennac en el prólogo del libro. Remontándome en el tiempo, y en lecturas, pensé que un sentimiento así, de verdadero éxtasis, no lo había sentido desde que leí El señor de los anillos de Tolkien, y eso fue en el 2001, cuando su lectura coincidió con el proceso de escribir mi libro … de ninfas, hadas, gnomos y otros seres fantásticos (Pijao Editores y Caza de Libros – 2016). L’affaire Arnolfini, es una investigación sobre una de las obras de arte más famosas de finales del Medioevo, me refiero a El matrimonio Arnolfini de Jan Van Eyck, pintado posiblemente en el año 1434. Esta obra, junto con La Gioconda (Leonardo da Vinci 1503-1504) o Las Meninas (Diego Velázquez - 1734), es una de las obras pictóricas más comentadas y estudiadas en la Historia del Arte. Creo que la mayoría de las personas, al menos las occidentales, la hemos visto así sea una vez en la vida reproducida en alguna revista o en algún libro. Entre otras porque es testigo del cambio radical de la sociedad europea de finales del Medioevo, el paso de una sociedad teocéntrica a una sociedad antropocéntrica; lo que luego se conocería como Renacimiento (recuérdese que el Renacimiento, cuya cuna es Italia, llegaría tardíamente al resto de Europa, en este caso a Flandes). Y si hablo de cambio, es porque esta obra es considerada una de las primera obras profanas, donde dos ciudadanos comunes y corrientes, con eso quiero decir que no hacían parte de la nobleza de su tiempo, son retratados no sólo con el deseo expreso de mostrar el poder económico del que gozaban sino para pasar a la posteridad. En otras palabras es el inicio de la individualidad que desde entonces se ha impuesto en esta parte del mundo. El matrimonio Arnolfini hacía parte de una clase privilegiada, la de los comerciantes, de origen italiano y radicada en el país de Flandes. No hay que olvidar que el Renacimiento fue posible gracias al desarrollo de la banca y del comercio; principalmente con Juan de Médicis, quien en compañía de otras familias florentinas había desarrollado la banca, lo que por supuesto permitió la expansión del comercio. Su hijo Cosme el Viejo, abuelo de Lorenzo el Magnífico, el gran mecenas del Renacimiento florentino, hizo posible un sofisticado conglomerado bancario a todo lo largo y ancho de Europa. Jan Van Eyck, fue un protegido del Duque de Borgoña, Felipe El Bueno, cuya fortuna era aun más importante que las de los reyes de Francia e Inglaterra juntos. Van Eyck además de pintor era un hombre poseedor de una gran cultura, incluso hablaba griego y hebreo, supongo que latín como todos los hombres cultos de su época, además de su lengua materna, por supuesto. Muy pocos hombres del siglo XV podían preciarse de algo así; además tenía conocimientos muy avanzados en geometría. En otras palabras Van Eyck ya presagiaba al hombre del Renacimiento, un hombre universal, cuya verdadera misión era la investigación y el conocimiento; características esenciales a la hora de crear una obra tan compleja como El matrimonio Arnolfini. Y si hablo de complejidad es porque ese cuadro, aparentemente banal, desde el punto de vista de un espectador del siglo XXI que sólo vería a una pareja de esposos en su alcoba, está llena de símbolos que un espectador del siglo XV entendía y leía como si fuesen las letras del abecedario, al menos una parte de los símbolos que están en esta obra pictórica de 84.5 cm por 62.5 y que hace parte de la colección de la National Gallery de Londres. Por otra parte, y este aspecto es bastante importante, es la primera obra pictórica que representa a una pareja en la intimidad de su alcoba matrimonial. Me refiero, por supuesto, a la era cristiana; puesto que los frescos romanos eran ricos en este tipo de representaciones; sin hablar de la escultura etrusca, cuyo tema de una pareja de esposos cómodamente recostada en su lecho era algo muy común. En cambio, para la sociedad pacata del siglo XV, heredera de la tradición judeocristiana, ese tema era tabú. Además, los asuntos religiosos, tan en boga a todo lo largo de la Edad Media, servían como medio de propaganda y de enseñanza de los Evangelios. Así que el cuadro de El matrimonio Arnolfini es una gran revolución pictórica desde todo punto de vista, así hoy no lo veamos de esa forma.
Otra característica de la universalidad de pensamiento que tenía Van Eyck es el hecho de firmar su obra, algo que pocos artistas antes que él hicieron, a no ser que fueran clérigos. En el centro de la pintura puede leerse: Johannes de Eyck fuit hic 1434 (Johannes de Eyck estuvo aquí en 1434), una frase ambigua que no dice si el cuadro fue pintado en 1434, o si la escena que representa tuvo lugar ese año. Ese es uno de los tantos enigmas que Jean-Philippe Postel va a tratar de elucidar en el libro al que hago referencia. También es importante anotar que Van Eyck es considerado el verdadero padre de la pintura al óleo; al menos el que logró su máxima sofisticación. L’affaire Arnolfini es un libro que hace gala de la erudición de su autor, el médico Jean-Philippe Postel, y es escrito casi como si se tratase de una investigación policiaca; lo que hace que su escritura sea ágil y se aleje del academicismo de muchos teóricos de la historia del arte. Por otra parte, es un libro que hay que leer teniendo a la mano una lupa. Y no es ninguna imagen literaria. Para hacer su lectura debe tenerse el cuadro al lado e ir mirando con lupa uno a uno los fragmentos que Postel nos describe y analiza con un conocimiento de la historia del arte verdaderamente sorprendentes. Sin embargo, a mi juicio se le escapa un detalle muy importante. Cuando hace alusión al espejo que está al fondo del cuadro, y donde se reflejan las espaldas de los esposos retratados, así como otra pareja que estaría mirando la escena desde la puerta; es decir desde el lugar donde nosotros, espectadores del siglo XXI, observamos el interior de la habitación nupcial, Postel olvida hablar de Las Meninas de Velázquez. Un olvido muy importante ya que cada vez que los críticos analizan esta obra cumbre hacen hincapié en que una de las características de la genialidad de Velázquez era haber retratado en el fondo del espejo los reyes, Felipe IV y Mariana de Austria, que en ese momento entraban a la habitación donde el pintor llevaba a cabo su trabajo. Pero nunca he leído ni escuchado en los videos que circulan en Internet sobre esta maravillosa obra que este fragmento tenga como antecedente el matrimonio Arnolfini de Van Eyck. Otra de las características que los estudiosos de Las Meninas hacen de la genialidad de la composición es el hecho que Velázquez se pintó a sí mismo. Y omiten la tesis de algunos conocedores de El matrimonio Arnolfini que afirma que el hombre de la alcoba nupcial es el pintor Van Eyck. He aquí mi video predilecto sobre Las meninas: Es importante saber que Velázquez tuvo que haber conocido y estudiado milimétricamente el cuadro de Jan Van Eyck, ya que El matrimonio Arnolfini había sido llevado a España por María de Hungría, la hija de Felipe el Hermoso y de Juana la Loca antes de su muerte, acaecida en 1558. Posiblemente un regalo que le habría hecho Diego de Guevara. En 1599, o sea el mismo año del nacimiento de Velázquez, la pintura hacía parte de El Alcázar de Madrid. El cuadro de Las Meninas data de 1656. Tanto El matrimonio Arnolfini como Las Meninas fueron salvados del gran incendio de 1734 que consumió el palacio real; sin embargo, más de quinientas obras pictóricas se perdieron en esa catástrofe. Estoy segura que a Jean-Philippe Postel no se le escapó esta posible conexión entre las dos obras, pero por una razón u otra la omite. Volvamos El matrimonio Arnofini personaje principal de la escena, según algunos historiadores, sería el pintor y la mujer que lo acompaña su esposa, ¿cuál de ellas? La pregunta es pertinente puesto que Van Eyck estuvo casado dos veces. Y este es el enigma principal que Postel va a tratar de elucidar; para ello se sirve de un escalpelo, como si se tratase de una complicada cirugía o más aún como si se tratase de la más fina y completa autopsia. El cuadro, y cada uno de sus fragmentos, es minuciosamente analizado, no deja ningún cabo suelto y es ahí donde la lupa juega un papel preponderante; de lo contrario no veríamos todos los elementos que Van Eyck pensó y puso en esa alcoba, muy posiblemente la suya, y que Postel los identifica para que nosotros, espectadores del siglo XXI los podamos ver y entender; de otra forma la mayoría de ellos nos pasarían desapercibidos, sobre todo cuando somos neófitos. Un lectura altamente recomendada.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Jueves 29 de septiembre de 2016: Un poema sobre la guerra

Este poema forma parte de un libro inédito sobre la guerra y lo publico con el deseo que nunca más volvamos a vivir lo que hemos vivido por espacio de sesenta años: _ Un cuervo me sirve de sombrero,/ me recuerda a cada instante / la fragilidad de la existencia. // _ Sus patas, garfios afilados, / desgarran mi frente. // _ Su pico, dispuesto a darse un permanente festín,/ espera devorar mi tercer ojo; / los otros dos se los engulló hace tiempo.// _ Su aleteo, oda a la muerte, / letanía de responsos, / réquiem que atraviesa centurias,/ música de un desafinado órgano; / cuyas notas caen lentamente / en el jaraíz del tiempo. / _ Su graznido, / antesala del penúltimo sueño, / mensajero que vuela de la estación de la aurora / a la estación donde se oculta la luna. // _ -a veces hace una larga escala en la aurora boreal-

EN ATTENDANT BOJANGLES, DE OLIVIER BOURDEAUT

EN ATTENDANT BOJANGLES ( Editions Finitude 2015), de Olivier Bourdeaut (Francia-1980) Hace algunas semanas mi amiga Catherine Cadou, una excelente lectora, me recomendó este libro de BOURDEAUT. Cuando lo compré el pasado sábado me encontré con la sorpresa que era su primer libro y sin embargo ya ha recibido varios premios, a saber: - Grand Prix RTL Lire - - Prix Roman France Télévision - Le roman des étudiants 2016, France Culture –Télérama - Nominada al Premio Goncourt Primera Novela. Y la verdad es que su lectura no me decepcionó ni un instante, al principio me reí a carcajada batiente y luego, poco a poco, fui entrando en un universo donde se anunciaba el dolor y la tragedia. Podría decirse que es una especie de vaudeville contemporáneo. Una historia de amor muy poco convencional, bastante original por decir lo menos, narrada por un niño y por su padre. Gracias a sus narraciones el lector conoce a una mujer fuera de serie, bastante enigmática, un ser humano que se sale de todos los convencionalismos y reglas sociales. Una mujer fuera de época, atemporal, que trata por todos los medios de escapar al tiempo histórico que le ha tocado en suerte. En esa fuga permanente del tiempo y del espacio participan los dos hombres que más ama, su marido y su hijo; así como algunos amigos y una extraña ave a la que llama Mademoiselle Superfétatoire. La música de Mr. Bojangles, de Nina Simone, atraviesa todo el texto y sus protagonistas se unen a ella en una danza frenética. Una lectura recomendada.

martes, 27 de septiembre de 2016

SI A LA PAZ POR UNA COLOMBIA MÁS HUMANA

Miércoles 28 de septiembre de 2016: Los partidarios del NO, en realidad seguidores ciegos del gran infame, guardianes de una casta que ha sabido explotar hasta la médula al pueblo colombiano, prefiere que sigamos siendo un país de parias; porque eso sí, la cúpula del NO siempre ha tenido visa y se ha ido del país cuando lo ha deseado; y sus fortunas, muchas de ellas mal habidas, están escondidas en paraísos fiscales, o algunas de las tierras que están a su nombre han sido robadas a campesinos desplazados o asesinados por ellos o por paramilitares que seguían sus instrucciones de barbarie. Las FARC no son ningún ejemplo a seguir; sin embargo, han dado un paso fundamental, la PAZ, y en eso todos debemos estar unidos. POR ESO MI VOTO ES SI A LA PAZ.

lunes, 26 de septiembre de 2016

LA PAZ EN COLOMBIA

Martes 27 de septiembre de 2016 COLOMBIA ES UN PAÍS MEJOR, MÁS HUMANO, MÁS ÉTICO, MÁS DIGNO. Comenzamos a dejar atrás una historia de fratricidio y de horror que nos ha atenazado la garganta por espacio de más de sesenta años, haciendo que casi todas las generaciones de colombianos nunca hayamos conocido un país en paz. Esta es la primera ocasión que tenemos de pensarnos en una Colombia solidaria, respetuosa de la diferencia, laica, trabajadora, mejor educada, una Colombia sin armas y más inclusiva, que piense en los miles de campesinos, indígenas y negros que han sido obligados a vivir en zonas inhóspitas o los miles de ciudadanos que viven en zonas tuguriales de las grandes urbes. Hoy hemos amanecido con un horizonte más amplio, más claro, donde el sol brilla negándole espacio a la oscuridad y a los que claman por ponerse una camisa negra. Nota: Estoy firmemente convencida que no necesitábamos hacer un plebiscito para refrendar las negociaciones con las FARC, ahora hay que salir el domingo 2 de octubre a votar SI POR LA PAZ.

FIRMA DE LA PAZ EN COLOMBIA

LA PAZ: Este lunes 26 de septiembre de 2016 es un día histórico, los colombianos que no hemos conocido sino un país en guerra, la misma que Alvaro Uribe Vélez, el gran infame, desconoció durante sus ochos largos y tenebrosos años de pesadilla e incertidumbre, para ahora decir que prefiere seguir con otros 20 años de guerra, estamos ansiosos de respirar y decir: - He alcanzado a ver lo que nunca creí que fuese posible. Colombia tendrá una guerrilla menos, y podremos comenzar a pensar en la construcción de un país más igualitario, mas justo, menos violento, con más educación, más empleo, con mejor salud, con vivienda digna, un país donde no nos matemos los unos a los otros por diferencias políticas, sino que sepamos dirimirlas en elecciones pacíficas y en condiciones de igualdad. Y si hablo de elecciones es porque si bien estoy del lado de la paz -léase del lado de la ética, de la moral, del humanismo-, también es verdad que NUNCA, NUNCA, NUNCA, JAMÁS votaré por los representantes de la cúpula de las FARC. Digan lo que digan para mí siempre serán criminales y su ideología stalinista, la misma que rige en Cuba, no hay que olvidar que el régimen de los Castro es una dictadura en todo el sentido de la palabra, los hace cómplices de los crímenes cometidos por Stalin; entre muchos otros aspectos que siempre habrá que tener en cuenta. Las FARC entregan las armas, pero de ahí a que los colombianos votemos por ellos en el 2022, hay mucha brecha.

sábado, 24 de septiembre de 2016

ANTAMAS MOCKUS Y EL PERDÓN DE UNA GUERRILLERA DE LAS FARC

HERMOSO, CONMOVEDOR, INMENSAMENTE HUMANO, ÉTICO, MORAL: Desde que se inició el proceso de paz, hace casi cuatro años, he pasado por muchas etapas, desde el escepticismo total y absoluto a una creciente certeza que me decía que estábamos al final del túnel; no obstante, nunca había llorado. Lo acabo de hacer al ver el encuentro de una guerrillera de las FARC con Antanas Mockus; confieso que hubiese deseado estar allí y darle un profundo, cálido y solidario abrazo a esta mujer que pide perdón por haber sido guerrillera, cuando en realidad no tuvo otra opción ya que la guerrilla le robó su infancia y su adolescencia, fue reclutada a los 13 años, ¿cómo podría entonces haber tenido la formación intelectual para tomar desiciones por ella misma si aún no salía de la infancia? ¿la etapa del ser humano en que más necesita de amor, de educación, de compañía? En cambio se vio con un fusil en la mano y obligada a disparar para a su vez no perder la vida. Imagino también, espero equivocarme, que fue violada como tantas mujeres que pasaron por las manos de guerrilleros que las utilizaron como si fuesen basura; muchas de ellas obligadas luego a abortar o asesinadas por que se negaron a hacerlo. Mi gran abrazo para esta valiente mujer.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

VOTO SI POR LA PAZ EN COLOMBIA

SI, MI VOTO ES POR LA PAZ Y LO ASUMO COMO UNA POSICIÓN ÉTICA Y HUMANÍSTICA No puedo entender como alguien puede decir que vota NO, que vota por la continuación de la guerra. Ya Uribe reconoció que prefiere que sigamos veinte años matándonos los unos a los otros, lo que lo hace aún mas infame de lo que siempre ha sido y no me digan ahora que hay que respetar a los que van a votar No. Hacerlo, es como decir que hay que respetar a Hitler y que por lo tanto El Holocausto judío, el genocidio del pueblo Rom y de los homosexuales fue algo bueno y que la 2a Guerra Mundial era necesaria. VOTAR NO A LA PAZ ES UNA INFAMIA, LA PEOR DE TODAS.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

DESCONOCIDO EN ESTA DIRECCIÓN, de Kressman Taylor

DESCONOCIDO EN ESTA DIRECCIÓN, de Kressman Taylor, (Flammarion, 2012). Es un sorprendente hallazgo que hice hace dos días en la FNAC, la librería en la que generalmente suelo comprar libros. Su autora, Kathrine Kressman Taylor (1903-1996), una estadounidense hija de inmigrantes alemanes, escribe esta hermosa y dura historia en forma epistolar; publicada inicialmente en 1939, solamente con sus apellidos. Y aunque ya contaba con una carrera en las letras, tanto su editor, Simon&Schuster, como su marido, la presentaron al público como si simplemente fuera un ama de casa, sumándose en alguna forma al argumento tantas veces esgrimido "que un buen día tuvo un poco de tiempo libre y escribió esas cartas para salir posiblemente de algún estado depresivo"; tal y como se ha hablado por siglos de las mujeres que piensan y que crean. Aunque en el caso especifico de Kathrine Kressman Taylor habría sido porque los temas serios no son bien abordados por las mujeres, supuestamente no tenemos las capacidades cognitiva para hacerlo. DESCONOCIDO EN ESTA DIRECCIÓN, relata la historia de dos amigos y socios en el mercado del arte que han emigrado a EEUU; los dos son alemanes, uno de ellos judío. Las iniciales de sus nombres comienzan por M, Martín y Max, como una forma de hacer ver que en realidad son hermanos gemelos. Uno de ellos, Martín Schulse, decide regresar a Alemania en compañía de su esposa e hijos, y Max Eisenstein se queda al frente de la galería de arte en USA. Es así como se da inicio a la correspondencia entre los dos amigos, en la que rápidamente se pasa del leguaje afectuoso, íntimo y respetuoso, a las dudas que el ascenso nazi, y la llegada de Hitler al poder como Canciller, comienzan a generar en los dos amigos. Dudas que van a cambiar radicalmente a Martin, hasta el punto de decirle a Marx que no desea ningún contacto con un judío. Luego se conoce una tragedia, posiblemente inevitable, que Marx siente y sufre como una afrenta y traición sin límites. Es así como fragua su venganza. Esta pequeña joya tuvo una gran acogida en EEUU y luego fue olvidada hasta ser rescatada en 1995, un año antes de la muerte de su autora. Desde entonces ha sido nuevamente reeditada y traducida al alemán y al francés, así como otros de sus libros. Es de anotar que también fue llevada al cine en los años 50. Lectura recomendada.

arte - Voces del silencio - cultura y literatura: Entrevista con la periodista cultural Luz Stella Millán

arte - Voces del silencio - cultura y literatura: Entrevista con la periodista cultural Luz Stella Millán

http://unradio.unal.edu.co/nc/detalle/cat/microfono-de-papel/article/bertha-lucia-estrada.html


martes, 13 de septiembre de 2016

VILLA DES FEMMES, DE CHARIF MAJDALANI

Villa des femmes, de Charif MAJDALANI (Éditions du Seuil 2015), Premio Jean Giono 2015, es una obra de una gran sutileza y muy bien escrita. El chofer de una acaudalada familia de Beirout, sentado en el umbral de la puerta de la mansión, un poco a la manera de los rapsodas griegos, nos describe un mundo que está ad portas de su desaparición; y todo a través de la historia de la familia para la cual trabaja y por la cual siente un enorme sentimiento de gratitud, de afecto y de admiración. En un principio asistimos a un mundo inmutable y armónico, en el que se tejen las alianzas entre dos culturas, la cristiana y la musulmana, que durante siglos supieron cohabitar y entenderse política y económicamente. Pero poco a poco van apareciendo fisuras que son el preámbulo que ese mundo armónico va a estallar en pedazos. La muerte del patriarca de la familia es la puerta por la que va a entrar un voraz huracán que va a llevar primero a la ruina de la familia y luego, cuando irrumpe la guerra de los años 70, la casa comienza su deterioro, reflejo de las ruinas en que se va sumiendo la ciudad en la que está erigida. Delante de los ojos del chofer vemos desfilar la vida, los odios y los amores de la mujeres que habitan en la casa; odios que son en cierta medida el reflejo de la guerra fratricida que tiene lugar en el jardín de su hogar. El final es en cierta forma abierto y deja entrever que la paz puede ser posible y que espera ansiosa que la casa le abra nuevamente sus puertas. Es de anotar que la primera mitad del libro es a veces bastante monótona; no obstante, vale al pena no abandonar su lectura, ya que luego la narración se hace ágil y termina por revelarse como un libro muy bien escrito y original. Una lectura que creo que va interesar a muchas personas para quienes el tema de la guerra hace parte de su búsqueda intelectual y sobre todo para quienes saben que en cualquier momento puede tocar a la puerta de nuestras casas y aspirarnos hasta hacernos desaparecer como individuos y como especie.

domingo, 11 de septiembre de 2016

UN FAUTEUIL SUR LA SEINE, DE AMIN MAALOUF

AMIN MAALOUF: En el 2006, estando en una pequeña librería de la Abadía de Sénanque, una abadía cistercience y posiblemente mi preferida por su austeridad, encontré un libro de un escritor que hasta ese momento nunca había leído, Amín Maalouf. Esa lectura fue completamente reveladora, en sus páginas aparecía un hombre poseedor de una enorme erudición y de un estilo impecable, pedagógico, ágil en la pluma, fácil de leer; me refiero a Las cruzadas vistas por los árabes, un tema que siempre me ha gustado. Luego leí León el africano y ahora acabo de leer Un fauteuil sur la Seine; en el que nuevamente Maalouf hace gala de su erudición. Al frente tengo a Samarkanda, hace tiempo que me espera. Un fauteuil sur la Seine es un recorrido prodigioso de la Academia Francesa y por supuesto de la historia de Francia e incluso de la historia europea. Maalouf nos conduce al centro literario que acogía a unos pocos hombres que amaban la literatura y que tenía lugar cada semana; eso sí, en secreto, puesto que Richelieu había prohibido que la gente se reuniera sin su consentimiento. Sin embargo, es el cardenal, y Primer Ministro de Luis XIII, el que hizo posible que esta Academia exista y que llegue hasta nuestros días. Amin Maalouf, nombrado en la silla 29, siendo su predecesor nada menos que Levi-Strauss, nos relata paso a paso la historia de los hombres que estuvieron en ella desde hace cuatrocientos años. No hay que olvidar que Maalouf recibió el Premio Príncipe de Asturias en el 2010; espero que algún día reciba el Nobel de Literatura, lo merece.

lunes, 5 de septiembre de 2016

HENNING MANKELL

Mi última lectura: HENNING MANKELL: Hace mucho tiempo que no me sumía en una lectura que me proporcionara tanta satisfacción desde todo punto de vista; desde la construcción literaria, pasando por su cuidado estético y por supuesto por el tema abordado. El nombre de Mankell no me era del todo desconocido, ya que en alguna ocasión había leído algo sobre su vida sin que hubiese tenido acceso a su obra. En Los zapatos italianos y Las botas suecas, una exquisita saga nórdica, Mankell nos trae a Fredrik Welin, un hombre que poco a poco, e ineluctablemente, ve y siente como cae en el abismo de la vejez, y de la soledad que suele llegar con ella. Sin embargo, encuentra las fuerzas para tejer los lazos que en su juventud y madurez no pudo o no quiso tener. Welin es un médico acosado por un antiguo error quirúrgico y para expiar su culpa decide alejarse de Estocolmo e irse a vivir a una pequeña isla, herencia de sus abuelos. Después de 12 años de reclusión, y de una vida gris, el pasado irrumpe inusitadamente. Luego descubre las huellas que había dejado detrás de sí y con las que debe vivir por el resto de sus días. A medida que Welin camina sobre su propia senda, el lector conoce al ser atormentado que habita en su interior y se entera de las tormentas bálticas que buscan hundirlo en el mar, doblegarlo, aniquilarlo. La saga de Mankell es, ante todo, una obra metafísica que trata de sacar a la luz la miseria humana que habita en el interior de cada uno de nosotros. Para terminar quisiera hablar de un detalle que me llamó poderosamente la atención y es que en ningún momento ni el personaje principal ni los secundarios dedican así sea algunos minutos a la lectura de un libro. Ninguno de ellos parece interesado en la literatura o en alguna otra disciplina humanística; no hay bibliotecas en sus casas, ni visitan alguna pública, como tampoco visitan librerías. Pareciera que los personajes en cuestión fuesen en cierta forma latinoamericanos donde el nivel de lectura es bastante bajo, 1.3 libro al año en el caso de los colombianos; una catástrofe, por decir lo menos. Una lectura altamente recomendada.

lunes, 6 de junio de 2016

LA LITERATURA ME HA HECHO LIBRE

LA LITERATURA ME HA HECHO LIBRE Antes que escritora, o poeta, soy ensayista y crítica literaria; pero ante todo soy LECTORA. Y si me reafirmo como tal es porque me gusta decidir por mi misma qué libros leer, cuándo y cómo. Soy lectora de escritores que no saben que yo existo. Por ejemplo, ayer terminé de leer el último libro de David Foenkinos, Le mystère Henri Pick (Gallimard-2016), bastante malo por cierto; muy diferente a Charlotte, el libro sobre la gran pintora Charlotte Salomon publicado en 2014 y cuya lectura me conmovió mucho; incluso escribí una reseña sobre dicho libro. Ahora mismo estoy leyendo J'ai toujours ton coeur avec moi (Zulma-2016) de la finlandesa Soffia Bjarnadóttir, y me espera Chasseurs de neige (Albin Michel-2016) de Paul Yoon, nacido en EEUU y de origen coreano. Otro libro a la espera es Después del banquete de Yukio Mishima; es de anotar, que es mi hijo, que sólo tiene 21 años, el que me lo prestó. Y si digo ésto, es porque no me gusta que me envíen libros que no he pedido, tampoco me gusta que me pidan comentarios; ni siquiera se toman el cuidado de decirme porque les interesa mi lectura, ni mi concepto. Como si ser crítica literaria les diese licencia para disponer de mi tiempo y de mis gustos literarios. Algunos autores se molestan porque les digo que no e incluso me dejan de escribir, lo que confirma que mi amistad no les interesa. A veces, muy pocas a decir verdad, envío lo que escribo a uno o dos escritores, pero antes construyo una amistad con ellos y después de mucho tiempo oso preguntarles si les gustaría leer lo que he escrito, pero no me atrevo a pedirles un comentario; sé cuán valioso es su tiempo como para abusar de ellos.

martes, 31 de mayo de 2016

TAMBIÉN ESTO PASARÁ, DE MILENA BUSQUETS

Leí "También esto pasará", de Milena Busquets (Editorial Anagrama, 2015), el pasado mes de enero de 2016. Me parece un libro bastante flojo, por no decir malo; es literatura light, le falta mucha profundidad. Al contrario de Milena Busquets, que cree que su libro fue publicado porque se trata de una buena creación, yo estoy convencida que su apellido y contactos le han servido en un 90%, si no es más, para que su libro haya obtenido el interés editorial y fílmico que en este momento ostenta. Si ella hubiese sido una escritora desconocida, lo más seguro es que sólo unas pocas personas hubiesen leído su libro y a lo mejor los comentarios le habrían sido muy adversos. Leer la entrevista citada: http://www.eltiempo.com/entretenimiento/musica-y-libros/entrevista-a-la-escritora-espanola-milena-busquets/16606685?ts=31 Otro libro bastante malo: Contigo en la distancia, de Carla Guelfenbein (Premio Alfaguara 2015)

viernes, 27 de mayo de 2016

Entrevista con la periodista cultural Luz Stella Millán

Los invito a escuchar la entrevista que me hizo la fotógrafa y periodista cultural de la radio de la Universidad Nacional de Colombia, Luz Stella Millán. Una periodista poseedora de una gran sensibilidad poética, de una inmensa cultura, de una sapiencia profunda y antigua. A ella mis reconocimientos por esta entrevista que me hizo bucear en mi trabajo poético con la mirada que normalmente reservo cuando hago crítica literaria; es decir, cuando analizo los textos de los escritores que leo y estudio. A ella todo mí afecto y admiración.

domingo, 20 de marzo de 2016

CUANDO LA VANIDAD ES MÁS FUERTE QUE LA RAZÓN: EL CASO DE JESSICA CEDIEL-MARTÍN CARRILLO

EL CASO CEDIEL-CARRILLO Considero a la aspirante a vedette Cediel y al médico Carrillo igual de culpables, a la presentadora por su extrema vanidad y al supuesto cirujano estético por lo que sería su desmedida ambición económica y por desear ser una estrella social, de esas que se apagan pronto: Y aunque ya he publicado este artículo vuelvo a hacerlo hoy puesto que considero de gran importancia sumarme a esta discusión sobre los falsos postulados de belleza que han creado médicos inescrupulosos, sin olvidar a los laboratorios farmacéuticos y de belleza, o la moda, en fin todas las arandelas insulsas con las que pretenden seguir controlando a las mujeres; aunque no ignoro que cada vez hay más hombres que se adhieren a esta nueva visión de una belleza fabricada con un bisturí o con químicos que dejan graves secuelas en el cuerpo en el que son inoculados, y por supuesto la muerte, como ya ha sucedido infinidad de veces. ——————————— CIRUJANOS ESTÉTICOS, LÚGUBRES MARCHANTES DE LA MISERIA HUMANA: Antes que todo deseo manifestar que no pretendo criticar ni demeritar las cirugías estéticas que buscan una solución ante situaciones extremas, como puede ser una quemadura, o un ataque con ácido* o un accidente, entre otras causas. * http://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2012/02/26/quemada-viva-el-caso-de-suad/ http: Solo me voy a referir a los procedimientos estéticos que se hacen por dictámenes sociales; muchos de ellos por modas que pretenden la cosificación del ser humano; sobre todo la cosificación de la mujer en una sociedad fatua que pretende mostrarla como un objeto de decoración más que se pone en el centro de una sala. Nunca he entendido como una persona, hombre o mujer, puede someterse a una cirugía estética solo por seguir los nuevos postulados de belleza física, o para lograr un ascenso social o laboral, o para ganar un reinado de belleza, a los que la sociedad colombiana es una verdadera adicta, o para enamorar a un traficante de drogas, como si eso fuera un gran logro en la vida de una mujer; tampoco entiendo que alguien se someta a una cirugía bariátrica cuando no se amerita o cuando se acude a un médico inescrupoloso. Pero, ¿de dónde nos viene este culto al cuerpo? Primero que todo habría que pensar que es tan antiguo como la humanidad misma. Todos los pueblos del mundo han decorado sus cuerpos de diversas maneras. Y si pensamos en los griegos veremos que algunos atletas, sobre todo aquellos que ganaban carreras, entre otros, eran considerados luego semidioses. Es el caso de Antinoo, el hermoso efebo que enamoró al emperador Adriano. En el Medioevo se produciría un cambio radical. El cristianismo comenzó a condenar todo tipo de abalorios o menjurjes, y se comenzó a exaltar una belleza espiritual no física. Una forma muy efectiva de ejercer control sobre las mujeres en particular y sobre la sociedad en general. A comienzos del siglo XVI, Juan Ponce de León va tras la búsqueda de la fuente de la eterna juventud, al menos eso cuenta una leyenda que decía que se encontraba en lo que hoy es la región de La Florida (USA). Pero anteriormente Herodoto (s IV a C) ya había hablado de la existencia de una fuente con esas propiedades y luego Alejandro Magno habría ido tras su búsqueda. Esa temática de la eterna juventud va a retomarla Oscar Wilde en su libro El retrato de Dorian Grey. Su protagonista, un hombre dado a las bajas pasiones, se mantiene fresco y lozano a pesar del paso del tiempo y de su vida abyecta; es su retrato el que va envejeciendo y transformándose en poco menos que un monstruo. Y Virginia Woolf, en su maravilloso libro Orlando, nos trae la vida de un hombre nacido en la época isabelina y que no solo no envejece ni muere sino que un día, en plena época victoriana, se despierta siendo mujer. Luego, en el siglo XX, más exactamente en los años 60, fue la escuálida Twiggy la que impuso la supuesta belleza de mujeres esqueléticas, supongo que sufría de una severa anorexia, muy diferentes a las mujeres soberbias, como Hélène Fourment, que pintaba Rubens, y en el siglo XIX están las mujeres de Renoir. Recuerdo a mi abuela como una de sus herederas. Una mujer sin complejos, que se sentía bien en su cuerpo, poseía una hermosa cabellera, con la cual diariamente se hacía una enorme moña, no se maquillaba, y se vestía muy bien; esa era, digamos, su única vanidad. Su verdadera belleza estaba en su inteligencia y en su autonomía; y aunque había nacido en 1900 nunca fue una mujer sumisa ni dócil, como la mayoría de las mujeres de su generación. En lo que a mí respecta recuerdo que siendo una adolescente me dijeron que debía operarme la nariz; en esa época, comienzos de los años 70, era algo común. Siempre e invariablemente dije NO. Y desde entonces he repetido una y otra vez que hay que saber envejecer. No somos eternos, ni me interesa ser eternamente joven. Pienso que lo mejor que me ha pasado en la vida es precisamente eso: envejecer. Sobre todo ahora que estoy pensionada y que no tengo que rendirle cuentas a ningún jefe (hombre o mujer). Cuando me miro al espejo y veo mis arrugas me digo a mí misma que ellas son el reflejo de las sendas que he seguido en mi vida, ahí están, son testigos de mis éxitos y de mis fracasos, de mis alegrías y de mis tristezas, no borraría ninguna de ellas ni por un minuto. Hacen parte de mi ser, son un libro donde está escrita mi vida. Ahora bien, de un tiempo para acá he escuchado decir que operarse, o sea hacerse una liposucción, o aumentarse los senos o las caderas, en fin todas las barrabasadas que se han inventado los médicos, muchos de ellos inescrupulosos, lúgubres marchantes de la miseria humana, es una inversión. No entiendo como alguien puede endeudarse solo por pretender tener el cuerpo o la cara que ha visto en Internet y que cree que le sentaría a las maravillas. Considero una verdadera atrocidad decirle a una hija menor de edad que se le va a dar como regalo de sus quince años una cirugía cualquiera, debería ser prohibido; por eso apoyo incondicionalmente la propuesta de ley del senador Mauricio Lizcano, aunque debo aclarar que no soy su seguidora ni mucho menos su admiradora. Ninguna menor de edad debería ser sometida a una cirugía innecesaria, sin contar que no tiene la madurez para poder entender el modelo de belleza que la sociedad actual, banal y fútil, espera de ella. Hacerlo es participar de un mundo que pierde sus valores éticos, que pierde su norte, y que enseña que sólo en la apariencia física está la felicidad. Por otra parte, no hay que olvidar el papel funesto que han jugado muchas veces los medios de comunicación al exaltar esa belleza de origen traqueto y venderla como una forma de éxito social. Colombia ha sufrido cambios enormes en estos últimos treinta años, muchos de los cuales han sido producto de esa alianza tenebrosa de narcotráfico y política. Afortunadamente hay miles y miles de mujeres que saben que solo con la educación y un trabajo digno podrán convertirse en personas autónomas. Por último quisiera decir que ninguna de las mujeres que conozco que se han operado me parece que han quedado bonitas; por el contrario, cuando las veo me parecen desfiguradas, y algunas que eran hermosas se convierten en aspirantes a monstruos, como Frankenstein, el personaje de Mary Shelley; sobre todo aquellas que exageran con los labios, o con las caderas o con los senos.