martes, 19 de febrero de 2013

EL DERECHO A PENSAR DIFERENTE

El blog El Hilo de Ariadna, de www.elespectador.com, me ha dado la oportunidad de establecer contacto con personas que no siempre piensan como yo, algo que valoro mucho. El derecho a la disensión es una de las premisas de mi vida, creo que debería hacer parte de la educación; ello evitaría el fanatismo en el que caen miles de personas que consideran que sus ideas políticas y religiosas son las únicas que deben prevalecer. Si desde la casa y desde el aula, sin olvidar a los políticos, se hiciese énfasis en el derecho a pensar diferente, posiblemente, tendríamos un mundo más pacífico, o al menos más respetuoso. La persona que ataca a alguien que no piensa como ella solo se empequeñece ante los ojos de los demás, puesto que la agresión sólo es un síntoma que algo no va bien; es un signo de ignorancia y de poca inteligencia, entre otros aspectos. Y lo que es aún peor, si la persona que agrede a otro se considera católica, simplemente está faltando a uno de los pilares de esta religión de origen judeocristiano, la caridad. Amenazar a alguien porque no es creyente, o porque no comulga con nuestro credo político, desear su condena, así la otra persona no crea en las condenas eternas, solo en la terrenales, no deja de ser una gran paradoja, ya que yo diría que es la persona que desea el mal la que se está condenando a sí misma, por no decir que se está flagelando, puesto que imagino que después irá a confesarse por haberle deseado el mal a un congénere. Pero también es muy posible que sus palabras den paso al acto, lo que podría convertirla en homicida o asesina; o al menos en instigadora de lesiones personales, psicológicas, u homicidio o asesinato. Supongo que son esas mismas personas que se creen profundamente religiosas las que no paran de decir que hay que lograr la paz, y eso está muy bien, pero deberían pensar que para lograrlo lo primero que deberían de hacer es aceptar que los seres humanos no somos clones, que la libertad y el libre albedrío existen, que nada está escrito de antemano y que nadie tiene la verdad revelada, ni siquiera los sacerdotes; algunos de los cuales han cometido actos atroces contra menores de edad o contra mujeres indefensas. Y si escribo esta nota es porque me he sentido agredida por una persona que aparentemente hace del fanatismo religioso su razón de ser y que cree que solo su verdad cuenta. Es por ello que pienso poner en conocimiento de las autoridades el acoso del cual soy víctima, a ellos les daré los correos que he recibido, así como los datos personales de la persona en cuestión. De todas formas algunas personas de mi entorno privado ya están informadas de esta penosa situación. Nota: Pueden leer también mi nota LA LITERATURA ME HA HECHO LIBRE, publicada en este blog el día 14 de septiembre de 2012.

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