jueves, 26 de diciembre de 2013

MI AMIGO ORLANDO SIERRA HERNÁNDEZ

El 30 de enero de 2002 un sicario le disparó a mi amigo Orlando Sierra Hernández, Director del diario La Patria de Manizales. El 1 de enero de ese mismo año había perdido a mi hermano luego de una serie de desastrosas operaciones que tenían como objetivo curarle un cáncer terminal que se lo había comido a pasos de gigante sin que él mismo se hubiese dado cuenta del enemigo que albergaba en su esófago. //------------ Fue Carlos Arboleda Gonzalez, Director del Instituto de Cultura de Caldas para ese entonces, quien me dio la noticia: -A Orlando le dieron dos disparos en la cabeza. Sé que no dije nada. Nunca he olvidado esa frase y lo que yo sentí. Un enorme grito salió de mis entrañas y se quedó atorado en mi garganta. Aún hoy, casi 12 años después, sigue ahí, sin salir. Pensé: -Le han dado en la cabeza, en lo más grande que él tenía, dos días después moría.//........... Doce años después lloro sus muertes. Eran dos hombres que yo amaba, con amores diferentes; uno era el amor filial y el otro la amistad abierta, transparente, honesta.//............. Orlando tenía una inteligencia única, de esas que pocas veces encontramos en nuestras vidas; era lúcido, brillante, culto -con una cultura enciclopédica-, un gran lector y un gran conversador.//............. Pero era también un duende maravilloso, poseía un gran sentido del humor. Estar con él, así fueran cinco minutos –ya que siempre estaba ocupado- era reírse a carcajada batiente; siempre tenía algo para decir que hiciera sentirnos como si su interlocutor fuera la persona más importante en el universo.//.............. Pero también era crítico y analítico, no dejaba nada en el tamiz de sus escrutinios. Decidió poner el dedo en la llaga de un departamento que desde los años 80 no ha dejado de conocer el látigo de la corrupción y de la politiquería barata; sobre todo la de dos seudos políticos de baja estofa que hicieron de las arcas del departamento sus alcancías personales. Uno de ellos está muerto. El otro lleva en sus hombros un historial delictivo que heredó uno de sus vástagos. No sé cómo se miran a la cara. Lo que uno desea para sus hijos es una herencia de honestidad y trabajo, no de corrupción ni de ambición sin medida. Desafortunadamente esa ha sido un poco la historia de este país de electores que se dejan comprar por una teja -o en el mejor de los casos por un almuerzo- sin ponerse a pensar que no es el minuto siguiente el que hay que resolver, sino la vida entera y la vida de los hijos de los hijos.//................... Orlando intuía lo que iba a pasarle. En una de sus publicaciones, que rivalizaban con un huracán, le pregunté si no le daba miedo, le dije que era muy valiente, me dijo: No, no lo soy. Sé con quién debo medirme. En este caso concreto hablaba de un seudo intelectual que se ha dedicado gran parte de su vida a hablar mal de los escritores. Esa sabia frase se le olvidó muy pronto cuando decidió tomar pulso con la vagabundería que se había tomado los pasillos de la Asamblea de Caldas desde que tenemos memoria.//.................. Ayer un juez, de eminente no tiene nada, dejó en babia el proceso que se adelantaba por el asesinato de uno de los ciudadanos más ilustres que ha tenido Caldas y uno de los mejores periodistas de Colombia. No obstante, me pregunto ¿podrá el asesino, al menos el que dio la orden de matar a Orlando, dormir en paz?

domingo, 22 de diciembre de 2013

CANCIÓN PARA ORDOÑEZ, RAJOY Y PARA LA CIEGA IGLESIA

MALDITA ORACIÓN* (MAUDITE PRIÈRE**) de Lynda Lemay (1966, Quebec-Canadá)// Dios mío, estoy en la mierda,// necesito su ayuda inmediatamente.// ¿Podría hacerme perder// el bebé que está en mis entrañas?// Sería el cuarto,// ya tengo tres niños.// Si éste llega a término// yo no creo que yo lo estaría.// Ni siquiera me he liberado// de mi estado depresivo// cuando ya me anuncian// que el test es positivo.// Albergo un pequeño niño,// debería estar contenta;// pero es un accidente// en el cual yo podría morir.// Si hago lo que yo voy a hacer,// o sea, conservarlo,// amarlo como a sus hermanos,// al menos que Usted me ayude…// No quiero hacerle daño,// no soy capaz de llamar por teléfono// a esas clínicas especiales,// a esos señores enguantados// que harían un buen trabajo;// soy muy cobarde.// Hágalo Usted allá arriba,// yo sabré apreciarlo.// Pero, ¿cómo hacen ellas// para estar tan satisfechas?// ¿Esas madres de doce hijos// que llenan las salas de parto?// No sé de dónde sacan// su maldita energía;// mientras que yo me agoto// cuidando a los tres pequeños.// ¿Tengo acaso una suciedad en el alma?// ¿Por qué le guiñaría el ojo?// ¿Para que Usted se llevase la culpa// y que yo llevase el duelo// de este niño que lucha// por ser parte de la familia?// ¿Pero que no se imaginaba// que el nido era tan frágil?// No hay solución posible// para este pobre feto.// Ya es muy difícil,// no puede serlo más.// ¿Sería necesario que ocultara// esta cruel petición?// Su silencio oprime mi cabeza.// Si Usted no responde,// y que los meses pasan,// y que yo llego a término,// y que él llega indemne…// Cuando lo tenga en mis brazos,// cansada, pero contenta,// sorprendida de verlo ahí// y de haber sobrevivido.// Incluso si yo fuera capaz// de convertirme en su madre,// aun así siempre sería culpable// de esta maldita oración.// Yo no podría hacerlo feliz,// ni a él ni a los otros.// Perdóneme Dios mío,// no soy un buen apóstol.// Si este es un regalo del cielo,// entonces se lo devuelvo,// no es una buena nueva,// no es el buen momento…// *NOTA: Traducción libre de Berta Lucía Estrada Estrada, autora del blog El hilo de Ariadna. **http://www.youtube.com/watch?v=Oz5_Pp3p-Vw

sábado, 14 de diciembre de 2013

MAGDA SZABÓ

Esta última semana, a instancias de una amiga, estuve inmersa en la lectura de La Balada de Iza, de la escritora húngara Magda Szabó (1917-2007), Premio Fémina 2003 con el libro La Puerta. Magda Szabó, una de las escritoras más importantes de la Hungría del siglo XX, fue ignorada y apabullada por el régimen comunista de su país por espacio de varios años; léase literalmente borrada de la actividad literaria e intelectual de parte de un Estado totalitario que anuló a miles de artistas, escritores e intelectuales que no estaban de acuerdo con los postulados políticos y con las directrices que les imponían. Esta ceguera ideológica la hemos visto esta semana con la carta virulenta que Laura Villa, una guerrillera, -para quien ese “título” es motivo de orgullo- le escribió a la periodista María Jimena Duzán, inmediatamente después de la publicación de la entrevista que la guerrillera en cuestión le diese en La Habana (Cuba).______________________ http://www.semana.com/nacion/articulo/entrevista-de-maria-jimena-duzan-con-guerrillera/367320-3 carta de Laura Villa a María Jimena Duzán:_____________ http://www.semana.com/nacion/articulo/carta-de-guerrillera-de-las-farc-maria-jimena-duzan/367919-3 _________________ Y esta ceguera ideológica la sentimos -la respiramos- a todo lo largo de la lectura de La balada de Iza. Magda Szabó la retrata muy bien en la figura de Vince, un antiguo juez que fue apartado de sus labores por un fallo contrario a los intereses del Estado; habiendo sido confinado a un exilio en su propio pueblo; donde además era un delito acercarse a él, o a su familia, incluso saludarlo podía ser una causa de persecución política. Algo parecido a lo que Uribe, en su siniestra y larga noche, y ahora, a través de la marioneta temible de Ordoñez, nos ha impuesto a todos aquellos que no aprobamos su ideología de extrema derecha. Y es que los sátrapas no tienen ideologías únicas, la arista donde se encuentran es el odio y la polarización, por eso son tan peligrosos, esto incluye a la extrema derecha o a la extrema izquierda; léase toda clase de fanatismo religioso o político._________________________ Magda Szabó, a la mejor manera de un Dostoievski, nos muestra un retrato psicológico de Vince, su mujer Etelka e Iza, la hija de ambos. Esta última, médica reumatóloga, controla la vida de sus padres, y la de los hombres que la han amado. Aparentemente es la mujer perfecta, es trabajadora, buena hija, excelente estudiante y excelente profesional, es dueña de una ecuanimidad a toda prueba, madura desde su más tierna infancia, por lo que todos sus racionamientos hacían sentir a sus padres como si fuesen ellos quienes habían incurrido en algún error; sentimiento que nunca los abandonó y que sería luego compartido por el entorno social de Iza. Cuando en realidad lo que hace es anular la vida de los seres que la rodean, hasta convertirlos en sombras de sí mismos. A este terrible designio escaparán los dos hombres que la amaron, los únicos en darse cuenta de los hilos tenebrosos con los que pretende manejar sus vidas.____________________________ A la muerte del padre, Iza decide vender la casa familiar y llevarse a vivir a su madre, una campesina que ni siquiera había aceptado la electricidad y el alcantarillado en su casa, a su apartamento de Budapest. La decisión de tamaño desarraigo la toma sola, creyendo que así su madre estaría mejor. De ahí en adelante asistimos inertes a la caída al vacío de Etelka, su madre. A medida que pasa el tiempo ella va entrando en un túnel que la engulle a pasos cada vez más rápidos. Etelka es una mujer que nunca tuvo la ocasión de pensar por ella misma. Ancorada desde siempre en una Hungría rural, no pudo ser protagonista del paso acelerado de una vida campesina del siglo XIX, cuasi feudal, hacía la Hungría de mediados del siglo XX. Mientras que Iza, su hija - aparentemente perfecta, pero diabólica en su manera de dirigir y controlar la vida de las personas que ama- está perfectamente integrada a la nueva sociedad que ha surgido con la industrialización del nuevo siglo._______________________ La Balada de Iza es una parábola sobre el amor -más bien sobre el desamor-; pero sobre todo es una obra sobre la incomunicación humana, sobre la dificultad que tenemos de construirnos como personas autónomas y de la dificultad de defendernos de un amor mal comprendido. A veces los hijos se convierten en los carceleros de los padres, creen que al sacarlos de su hogar, y llevarlos a vivir a su propia casa -donde no tienen nada que hacer- va a alegrarles la vida que les resta, y lo que hacen es cortarles las raíces que los ataban a su propia identidad, menguándoles las fuerzas y socavando su propia dignidad. Eso es lo que le sucede a Etelka. Cuando por fin decida liberarse de tanta opresión será con una determinación férrea y definitiva; es entonces que Iza entenderá que ya es demasiado tarde para recuperar a la madre. __________________________ En La Balada de Iza asistimos, como si se tratase de una puesta en escena, al despojo que la hija hace de la vida de su madre, no porque le robe sus bienes materiales -aunque también lo hace cuando decide vender su casa y los bienes que hay en ella sin consultarle nada-, sino porque le roba su propia vida, la anula como individuo, como ser humano, le roba su identidad. Impedirle a alguien hacer algo, sobre todo cuando esa actitud es repetitiva, es una forma de buscar una atrofia definitiva en su capacidad cognitiva, y por supuesto manual, entre otros aspectos; y eso es lo que hace Iza con su madre.________________________ Sin embargo, esta anulación de la identidad se hace de una forma bastante camuflada, la madre, en vez de quejarse de los excesos de la hija, busca la forma de disculparla y se atrinchera cada vez más en el fondo de la habitación donde ha sido confinada. Y es que esta es posiblemente la mayor magia narrativa de Magda Szabó, ya que no nos sirve la tragedia de un ser humano en bandeja de plata, para que luego la devoremos con el fin de aplacar nuestras ansias de antropofagia, sino que nos habla de los acontecimientos de humillación y anulación como si la viésemos detrás de una cortina, como si en vez de asistir a una tragedia griega asistiésemos a una obra de teatro negro; por lo que las emociones pasan por un cedazo y nos llegan mitigadas, sin ecos de dolor y sin gritos; pero la desesperanza está ahí, agazapada, dispuesta a lanzarse sobre nosotros al menor descuido.______________ El amor de Iza por su madre, y por las personas que la rodean, es semejante a tirar a alguien al fondo de un precipicio, y antes que llegue al fondo la atrapa en una red que ha puesto anteriormente, así que la devuelve a lo alto de la roca y la vuelve a lanzar. Así, una y otra vez, convirtiendo a su víctima en un eterno Sísifo que debe subir una cuesta empinada con una roca a cuestas, y justo antes de llegar a la cresta la piedra vuelve a rodar. ______________________ La balada de Iza es el retrato agónico de una sociedad más interesada en el éxito profesional que en construir verdaderos lazos con las personas que nos rodean y que nos aman. Yo diría que es la derrota que pagamos como individuos inmersos en los cambios vertiginosos de una sociedad que cambia cada segundo, por lo que no hemos aprendido el valor de la comunicación humana y mucho menos a ser seres de carne y hueso.

viernes, 13 de diciembre de 2013

HURGANDO EN LA MEMORIA

(CUENTO)_________________________ Han venido unos señores que nunca he visto, son muy elegantes, con corbata, maletines y todo. Yo creía que sólo la gente que aparece en la televisión se vestía así. Están en la puerta hablando con mi mamá, aunque ella lo quisiera no podrían entrar. Vivimos en una pieza muy chiquita, en la que hay una cama donde dormimos los dos. Ellos la saludaron de mano, nunca había visto que alguien le diese la mano de esa forma, se ve que la respetan. Le hablan muy quedo, no alcanzo a entender que le dicen, pero debe de ser algo muy triste, mi mamá no para de llorar. Pero lo hace calladamente. Me doy cuenta que llora porque veo como sus lágrimas corren por sus mejillas. Quisiera abrazarla y limpiarle las lágrimas con mis dedos. Yo la quiero mucho. Es una mujer muy buena. Nunca me pega y eso que a los niños vecinos no paran de gritarles y darles pelas. Ella no, ella dice que debo ser obediente y juicioso en la escuela, que sólo así podremos algún día salir de este inquilinato. Ella trabaja muy duro. Se levanta muy temprano y deja todo listo antes de irse. Aguadepanela para el desayuno, a veces me da chocolate y lo que alcance para el almuerzo, una sopa de papas o plátano, o arroz y papas. Huevos comemos cada 15 días, cuando le dan la paga, carne nunca. Ella trabaja en la casa de una familia. No sé si la tratan bien, porque a veces llega con los ojos rojos. Cuando le pregunto si está triste, me dice que no, que no me preocupe, me da un abrazo muy fuerte y a veces un beso. Pero yo quisiera que sus ojos no estuviesen nunca rojos. Por eso obedezco siempre./________________ Los señores de la fiscalía se han ido. Me han dejado lo que tanto había anhelado y sin embargo ahora que lo tengo siento que el mundo desaparece bajo mis pies. No puedo seguir llorando. Mi hijo se preocupa mucho cuando lo hago. Me siento en la cama y él lo hace a mi lado, me acaricia el rostro, sé que quiere limpiarme las lágrimas. Su ternura de niño pequeño me salva de la desesperanza en la que mi vida me sumió desde hace nueve años. Me han dejado la caja, compruebo que esté bien cerrada. La contemplo por un largo rato y aunque no quisiera las lágrimas siguen rodando por mis mejillas. Luego me levanto y la pongo en lo alto del escaparate, donde el niño no pueda alcanzarla, ni siquiera subiéndose a la silla.//___________________ Mamá no ha dejado de mirar la caja de cartón ni por un segundo. Ella cree que yo no me doy cuenta, pero yo sé todo lo que ella hace. A veces adivino lo que piensa, pero ahora no. Es un enigma. Quise saber que había dentro de la caja y ella me dijo que nada importante, que no quería hablar al respecto y que no se me fuera a ocurrir abrirla. Mamá guarda secretos, la caja debe estar relacionada con ellos. Así que no pregunto más.// ________________________ El domingo es mi único día libre, aprovecho para quedarme un rato en la cama. Mi hijo todavía duerme, lo abrazo, por él sigo viva y cuerda; sino hace mucho tiempo que me habría extraviado en los caminos que llevan a la demencia o al suicidio. Me levanto sin hacer ruido, no lo quiero despertar. Abro el escaparate y saco la bolsa azul. La abro muy despacio, en ella guardo una camiseta verde y unos bluyines. Los contemplo un buen rato, los acerco a mi rostro, los huelo y les doy un beso. Es mi pequeño e íntimo ritual. Lo hago desde su desaparición hace nueve años. Vuelvo a poner la bolsa en su sitio y cierro el escaparate. No quiero que mi hijo me haga preguntas, no sabría cómo responderlas, sería muy doloroso. Con mi dolor ya es suficiente, no tengo porque hacerlo sufrir.// ___________________________ Mamá acaba de cerrar el armario, así que ya puedo moverme; así sabrá que me estoy despertando; cuando en realidad hace rato que dejé de dormir. Todos los domingos pasa igual. Ella me abraza, me acaricia las mejillas o me coge las manos. Yo siento que soy el único niño del mundo o al menos el más feliz. Así que me hago el dormido. Luego se levanta y saca la bolsa que guarda tan celosamente, otro de sus secretos. Sé que en ella hay una camiseta verde y un bluyín, un día sin que se diera cuenta los vi con el rabillo del ojo. Desde entonces no dejo de pensar en esa camiseta. En ella veo un niño, pero mucho más grande que yo. Por su estatura podría pensar que es casi un adulto. No obstante me da la impresión que es un niño porque lo veo jugando conmigo. Sé que no es en este inquilinato. Es una casa pequeña, con un patio y un corredor. Yo estoy contra una pared, soy muy pequeño, debo tener unos tres años, tengo los ojos cerrados y cuento los números que conozco, supongo que hasta cinco. Luego lo salgo a buscar, él me llama, pero yo no lo puedo encontrar. Es una imagen que me viene una y otra vez a la mente; sobre todo los domingos en la mañana cuando mi mamá saca esa bolsa del escaparate.// ____________________________ Desapareció un martes. Había salido a trabajar en el mercado del pueblo como lo hacía todas las tardes a la salida del colegio. Siempre llegaba a las siete en punto. Se sentaba a hacer las tareas, mientras que yo terminaba de preparar algo para comer. Estaba en séptimo y quería ser médico. Me repetía siempre que quería comprar una casa con tres habitaciones, una para su hermano, otra para él y otra para mí. Quería una cama para cada uno. Desde que nació su hermano, él dormía en el suelo, en un viejo colchón que un vecino nos había regalado. Pero no le gustaba. A menudo decía que olía mal y que tenía pulgas. Era un buen estudiante, la profesora así me lo repetía cada vez que había reunión de padres de familia. Incluso un día me felicitó por el hijo que tenía. Él era mi gran orgullo, como lo es mi otro hijo.// _________________________________ Han pasado varios meses y la caja sigue ahí. Todos los domingos mi mamá se para a mirarla y reza varios padrenuestros, a veces enciende una veladora y coloca una flor al lado de la caja. Yo no pregunto, sé que no me contestaría nada. Respeto su silencio, debe de guardar una pena muy grande.// ___________________________________ Cuando dieron las siete y media de la noche y me di cuenta que mi hijo no regresaba, comencé a preocuparme. A las nueve salí a buscarlo al mercado, pero hacía rato que habían cerrado todos los locales. Sabía donde vivía la dueña del negocio donde él trabajaba, así que fui a buscarla pensando que algo debía haber pasado y que de pronto estaba en su casa. Me dijo que no, que se había ido a las siete menos cuarto, como de costumbre. Regresé a casa con el corazón en la boca. Le conté a un vecino que mi hijo no había llegado y salimos a buscarlo. Al otro día fui a la policía a poner el denuncio de su desaparición. Lo buscamos varios días, nunca apareció. Hasta que la policía nos dijo que ya no buscáramos más, que de pronto se había fugado y que para ellos era un asunto cerrado. Yo sabía que no era así. Nunca lo maltraté, como nunca lo he hecho con mi otro hijo. Llevamos una vida muy dura, lo que gano casi no alcanza para comer, pero de ahí a pegarle a un hijo, hay mucho trecho.Vivir en esa casa y en el pueblo se me convirtió en una tortura. Mi otro hijo, que por ese entonces tenía tres años, no dejaba de preguntar por su hermano, quería saber cuándo volvería para jugar escondite como lo hacían todas las noches antes de acostarse. Hasta que un día no volvió a preguntar por él ni a jugar escondite. Cuando le pregunté porque no jugaba a las escondidas con sus amiguitos, me dijo en su media lengua que ya no le gustaba, que con ese juego las personas desaparecían y nunca más regresaban. Al otro día era un niño diferente, como si en una noche hubiera crecido cinco o seis años, hasta dejó de hablar como un bebé. //______________________ Anoche los niños que viven en el inquilinato me invitaron a jugar escondite. Les dije que no. Es un juego que no me gusta. Me da la impresión que si llego a jugarlo, desapareceré para siempre y que nunca más volveré a ver a mi mamá. //______________________ Mi hijo no apareció, ni nadie supo dar razón de él. Hasta que un día vi en la televisión que habían atrapado a un violador y asesino de niños. Sentí una punzada en el alma, como si alguien me hubiese acuchillado. A la mañana siguiente madrugué y fui a la policía. Me pusieron en contacto con la fiscalía y semanas más tarde me dijeron que mi hijo había sido una de sus víctimas. Eso fue hace más de cuatro años, desde entonces esperaba poder tener sus restos para enterrarlos. Ese deseo se me convirtió en una obsesión, hasta que finalmente los señores de la fiscalía vinieron al inquilinato donde vivo y me hicieron entrega de la caja donde reposa lo que quedó de mi hijo. No he podido darle sepultura, no tengo dinero para hacerlo. Mi hijo merece ser enterrado como Dios manda, luego podrá descansar en paz.// _______________________________ Es martes y mi mamá no fue a trabajar ni yo fui a la escuela. Anoche se sentó en la cama y habló largo rato. Se vació el alma, no dejó ningún secreto guardado. A medida que hablaba yo recuperaba la memoria. Vi a mi hermano con la camiseta verde y los bluyines. Vi como jugaba conmigo, pero también vi que me cargaba y me hacía reír. Mi mamá me dice que él me quería mucho. También me explicó que no había podido enterrar sus restos porque no tenía dinero, pero que eso ya estaba solucionado. Hoy es su sepelio, mi mamá dice que está contenta, porque mi hermano podrá descansar en paz.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

FRIDA KAHLO Y DIEGO RIVERA, O EL MITO DE UNA PAREJA EN EL MUSEO DE L’ORANGERIE

Este es el título de la exposición que se lleva a cabo actualmente en el Museo de l’Orangerie en París; y la cual estaba prevista inicialmente para el 2011, habiendo sido anulada por el gobierno mexicano por el dossier de Florence Cassez. Mucha agua ha corrido después bajo el puente. Cassez está libre y de regreso en su país, y las relaciones entre México y Francia volvieron a su cauce normal, lo cual me regocija; no sólo porque las relaciones diplomáticas siempre deberían ser buenas, sino porque finalmente Frida Kahlo (1907-1954) y Diego Rivera (1886-1957) están como invitados de honor en uno de los museos más emblemáticos de París, y creo que del mundo. En dicho museo están Monet y Soutine, entre una larga lista de grandes pintores, -para mayor información pueden leer uno de mis artículos donde hago referencia a dicho museo-: http://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2011/08/14/claude-monet-y-chaim-soutine/ //La exposición de Frida y Diego Rivera se compone de 60 cuadros, 30 de cada uno, y varias fotografías que les tomaron sus biógrafos o amigos. La mayoría de las obras vienen del Museo de Dolores Olmedo, la amiga que Rivera recobró después de la muerte de Frida y a la que convenció de comprar un número considerable de pinturas de ellos dos. Y si bien apenas visité la exposición el pasado lunes (25.12.2014), también es verdad que venía preparándome desde hacía dos años; principalmente con la lectura de la biografía “Frida, una biografía de Frida Kahlo”, de Hayden Herrera (Editorial Planeta-2007), posiblemente el estudio más importante que se ha hecho sobre esta magnífica mujer, que no se doblegó nunca ante nadie ni ante ningún convencionalismo. //Frida, del alemán frieda -paz-, fue una mujer combativa, guerrera, autónoma, independiente, contestataria, rebelde por antonomasia; supo ser mujer antes que todo y vivir su vida como mejor le pareció. Todo ello al lado de otro grande de la pintura, Diego Rivera; posiblemente el genio más importante de la pintura mexicana del siglo XX; una fuerza de la naturaleza, no sólo por su físico descomunal, cuasi rabelesiano, sino porque supo imprimir en su obra el espíritu indomable de sus ancestros indígenas; en otras palabras Diego llevaba dentro la fuerza telúrica que impregna toda la cosmogonía indígena. Él y Frida entendieron la historia y el rico legado cultural, lo que los convirtió en sus guardianes y en sus traductores más fieles. Frida, influenciada por Diego Rivera, se reconoció a sí misma como una tihuana y se convirtió en una defensora a ultranza de la identidad mexicana. Aspecto que no solamente abarcó su obra pictórica, sino que influenció su forma de vestirse y de peinarse y por supuesto en la decoración de la Casa Azul. Su relación con Diego la hizo tomar conciencia social y política, una pasión que nunca la abandonaría. //Para nadie es un secreto que la vida de Frida Kahlo estuvo signada por el dolor y la tragedia. Primero le dio poliomielitis, y luego, a la edad de 18 años, más exactamente el 17 de septiembre de 1925, al salir de la preparatoria -donde era una de las treinta y cinco mujeres en medio de dos mil hombres que allí asistían como estudiantes- se sube a un autobús que debería de llevarla de regreso a casa. Esa tarde tuvo el primer accidente de su vida, ya que el autobús fue atropellado por un tranvía. La columna vertebral de Frida sufrió una triple fractura -a la altura de la clavícula y la tercera y cuarta costilla-, la pelvis fracturada en tres partes -el pasamanos entró por la cadera y salió por la vagina-, su pierna derecha tuvo once fracturas y el pie derecho fue literalmente aplastado; el hombro izquierdo estaba fuera de lugar nadie creía que se salvaría. Pasó un mes en el hospital y de allí salió para su casa donde estuvo recluida por meses. Frida debió abandonar su idea de convertirse algún día en médico y descubrió una pasión que nunca la abandonaría, la pintura. A través del lienzo ella pudo expresar el inmenso sufrimiento que la acompañaría por el resto de su vida, ocasionados por la tortura de treinta y dos operaciones y los corsés que tuvo que soportar durante toda su existencia. Máxime que hay que pensar en lo que podía ser la cirugía de la primera mitad del siglo XX, bastante rudimentaria por decir lo menos. Haciendo referencia a su primer corsé, Frida le cuenta su sufrimiento a Alejandro Gómez Arias, su primer amor: “Con el corsé voy a sufrir horriblemente, pues lo necesito fijo y para ponérmelo me van a tener que colgar de la cabeza y esperar así hasta que se seque… pero todo esto no es ni mitad, te puedes imaginar cómo estaré sufriendo y de lo que me hace falta”. En otra de las cartas le escribía: “En este hospital la muerte baila alrededor de mi cama por las noches”, o bien: “Estoy comenzando a acostumbrarme al sufrimiento”. Y en otra de sus cartas: “Ahora habito en un planeta doloroso, transparente como el hielo”. Y en su diario escribe: “La esperanza, conteniendo la angustia; la columna rota y la visión inmensa, sin caminar por la extensa senda… moviendo mi vida, hecha de acero”. //El sufrimiento y la muerte se convirtieron en sus más fervientes compañeros. Más tarde un esqueleto estaría encima del baldaquín donde dormía; pero además los coleccionaba y los vestía. También es cierto que los mexicanos tienen un culto exacerbado por la muerte, culto que viene de los aztecas. También mandó a hacer una calavera de azúcar con su nombre impreso en la frente. /Es así como comenzó a pintar. Su modelo principal era ella misma, casi toda su obra son autorretratos. Ella solía decir: “Me retrato a mí misma porque paso mucho tiempo sola… y porque soy el mejor motivo que conozco”. La fotógrafa, y amiga íntima de Frida, Lola Álvarez Bravo, afirmaba que “Frida es la única pintora que se dio a luz a sí misma”, en realidad citaba una frase que Frida solía repetir para referirse a ella misma y a su obra. /Su segundo accidente, como ella misma lo diría varias veces, fue su encuentro con Diego Rivera. Cuando sus padres supieron que iban a casarse le dijeron a Frida que Rivera, además de comunista, era “un Brueghel gordo, gordo, gordo”, y que su casamiento era la unión “del elefante y la paloma”. Aunque me cuesta dificultad ver a Frida como ese pacífico animal, ya que era dueña de una personalidad fuerte y decidida, guerrera es la palabra adecuada, nada que ver con el ave al que hago alusión y la rama de olivos que a veces lo acompaña. En realidad Frida era una mujer volcánica, y ese aspecto se reflejaba no sólo en su pintura sino en su carácter de mujer indómita. Hablaba el inglés con fluidez y le imprimía su sello personal, en español le gustaba emplear palabras de grueso calibre, por lo que en inglés tampoco se privaba de hacerlo. Reía a carcajada batiente, era locuaz y le gustaba ser el centro de atención. Amaba los bares populares, así como los lugares donde iban a bailar los obreros. Le gustaba escuchar a Agustín Lara y detestaba la música y el ballet clásicos, en cambio le gustaban las películas de El gordo y el flaco. Frida era una especie de actriz que vivía en una permanente obra de teatro. En 1953, un año antes de su muerte, la Galería de Arte Contemporáneo de la ciudad de México realizó la primera gran exposición que se hacía de su obra; un homenaje que se había demorado bastante en llegar. Su salud estaba bastante deteriorada, en parte porque Frida, además de fumadora empedernida, era alcohólica, llegó a tomarse más de dos botellas de cognac, diarias –ya en su adolescencia bebía tequila a chorros- y como si fuera poco era adicta a los estupefacientes, -especialmente al demerol-, los cuales le ayudaban a soportar los terribles dolores que con los años, y por las sucesivas operaciones a las que debió someterse, se habían ido acentuando hasta convertir su vida en un infierno diario. Así que nadie esperaba verla. Pero ella, actriz innata, les tenía reservada una sorpresa. Una ambulancia la recogió en su Casa Azul y la llevó hasta la Galería de Arte, allí había hecho instalar una especie de trono donde fue subida con su cama de hospital; la cual estaba adornada con fotos de Diego Rivera, y de sus ídolos políticos, Stalin y Malenkov; también colgaban esqueletos en papier-mâché y un gran espejo que reflejaba su rostro ya bastante marchito por la enfermedad, las drogas y el acohol. Esa noche fue adorada como se adora una divinidad. Frida había obtenido lo que siempre había soñado, que el pueblo mexicano la viera como uno de los exvotos a los que ella les rendía culto y que estaban por toda su casa, o que ella misma pintaba -como el cuadro del Difuntito Dimas Rosas a la edad de tres años (1937)-. Los asistentes a la exposición se dedicaron a alabarla, cantaron rancheras y corridos mexicanos hasta la medianoche. Frida había sido coronada, al lado de Diego Rivera, como la más importante artista mexicana del siglo XX. //Frida siempre estuvo consciente que Diego Rivera nunca le pertenecería por completo. Aunque era feo hasta el delirio -Frida solía decir que tenía cara de sapo- era un mujeriego nato, vivía rodeado de mujeres; incluso él mismo, haciendo gala de su humor, firmaría sus cartas de amor a Frida como “Tu principal sapo-rana Diego”. Entre sus numerosos amoríos se cuenta la relación tempestuosa con Cristina Kahlo, la hermana de Frida; incluso le compró una casa aledaña a la de ellos. No obstante, las infidelidades eran de parte y parte. Frida era una mujer sin prejuicios, era dueña de su cuerpo y de su sexualidad; así que ella también tuvo numerosos amantes, hombres y mujeres incluidas, entre ellas Chavela Vargas - la misma Frida le escribió al poeta Carlos Pellicer una carta donde le habla del deseo que siente por la cantante, y Chavel si bien nunca lo afirmó tampoco lo negó, y las leyendas callejeras hablan de María Callas, entre otras tantas. Entre los hombres se destacan personajes políticos y artísticos, como León Trostki y el pintor japonés Isamu Noguchi o el fotógrafo Nickolas Muray. Y si bien Diego Rivera, simplemente Diego para los mexicanos, no se preocupaba para nada de los amores lésbicos de Frida, incluso los estimulaba, si se molestaba con los hombres que frecuentaban su cama. En una ocasión sacó a uno de ellos con pistola en mano de la casa, al tiempo que le espetaba: “No quiero compartir mi cepillo de dientes con nadie”. Una de las anécdotas narra que con esa misma pistola habría amenazado a Noguchi, al mismo tiempo que le decía: “La próxima vez que lo vea lo voy a matar.” Así que la mayoría de las veces Frida cogía el carro y se iba para el centro de la ciudad donde solía dar cita a sus numerosos amantes; luego decidió que podía verlos en la casa de su hermana Cristina, así no tenía que desplazarse hasta ciudad de México. Con respecto a la naturaleza sexual de Frida -ella misma le confesó al colaborador de Trostky, Jean Van Heijenoort (1912-1986), que su “idea de la vida era hacer el amor, bañarse, volver a hacer el amor de nuevo”-, es vista por su biógrafa Hayden Herrera como promiscuidad; mientras que los devaneos constantes de Diego son eso, “devaneos”, o asuntos de faldas. Lo que muestra hasta qué punto las mujeres perpetuamos el machismo y todas las prohibiciones que dicha ideología de extrema derecha nos impone. //Frida y Diego fueron una pareja reconocida y admirada por los grandes intelectuales y artistas de su época, tanto mexicanos como europeos. Entre ellos estaban, André Breton, Pablo Neruda, Marcel Duchamp, Miró, Kandinsky, Tanguy o el cineasta Sergei Eisenstein o Pablo Picasso. Este último admiraba tanto a Frida que en una carta dirigida a Diego le decía: “Ni Derain, ni tú, ni yo somos capaces de pintar una cabeza como las de Frida Kahlo”. Por lo que Diego Rivera sostenía que Picasso siempre estuvo “hechizado” por ella. //En su estadía en Francia Diego Rivera había hecho amistad con Gertrude Stein, Guillaume Apollinaire, Elie Faure, Ilya Eherenburg y Diaghilev, y por supuesto Picasso. Fue amigo de Aaron Copland. John Dos Passos fue también uno de los escritores que frecuentó la casa de Frida y Diego. En cuanto a personalidades mexicanas, podría enumerar al presidente Lázaro Cárdenas, o a la actriz Dolores del Río, o los fotógrafos Manuel Álvarez Bravo y Tina Modotti, a Rufino Tamayo. No hay que olvidar que Diego Rivera formaba parte de ese trío conformado por David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, los grandes muralistas mexicanos, con quienes había fundado, en el año de 1924, el periódico El Machete, publicación oficial del Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escritores. //Diego estaba consciente de su genio y afirmaba que “no era solamente un artista”. Pero también era un hombre que admiraba a las mujeres. Las consideraba más sensibles y superiores a los hombres: “Por naturaleza, los hombres somos unos salvajes. Lo seguimos siendo hoy en día. La historia muestra que el primer progreso fue realizado por mujeres. Los hombres preferimos permanecer brutos, peleándonos y cazando. Las mujeres se quedaron en casa y cultivaron las artes. Ellas fundaron la industria. Fueron las primeras en contemplar las estrellas y en desarrollar la poesía y el arte… Muéstreme cualquier invento que no haya tenido su origen en el deseo de los hombres de servir a las mujeres”. //Este respeto de Diego Rivera por la autonomía de las mujeres permitió que comprendiera el genio de Frida y que la estimulara en su trabajo artístico y a que encontrase su propio lenguaje. Fue su maestro, su mentor; y Frida, haciendo gala de su condición de paloma, voló, voló muy alto, sin que le hubiese pasado lo que a Ícaro, nunca se le quemaron las alas. Por otra parte, Diego consideraba que las mujeres debían de ser independientes económicamente de los hombres y que no debían estar supeditadas a ellos. También aprobaba que Frida hubiese conservado su apellido de soltera, en vez de llamarse Frida de Rivera. Frida no sólo sufrió dolores físicos, también los tuvo de otra índole. Aparte del amorío de Diego con Cristina, que fue devastador para ella, tuvo tres tragedias que fueron muy difíciles de soportar: tres abortos. Sus embarazos no podían llegar a término por las graves lesiones que había tenido en el accidente del autobús. Siempre quiso ser madre, y el hecho de no poder serlo fue un tema que llevó a varios de sus cuadros. La pintura fue su refugio, le sirvió para exorcizar todas sus angustias, temores y frustraciones. Es el caso del autorretrato con la columna partida.
En otra pintura representó al hijo que nunca tendría ligado a ella por el cordón umbilical, mientras que la placenta yace en el suelo.
Al respecto Diego Rivera dijo: “Frida empezó a trabajar en una serie de obras maestras que no tiene precedente en la historia del arte, cuadros que exaltan las cualidades femeninas de la verdad, la realidad, la crueldad y el sufrimiento. Ninguna mujer jamás plasmó en un lienzo la misma poesía agónica que Frida creó”. //Y poco antes de morir ella le dijo a una amiga: “Mi pintura lleva dentro el mensaje del dolor… La pintura me completó la vida. Perdí tres hijos… todo eso lo sustituyó la pintura. Yo creo que el trabajo es lo mejor”. //Para Hayden Herrera el cuadro “Mi nacimiento” (1932) recuerda una escultura azteca que data aproximadamente del año 1500, en la cual se observa a una mujer que da luz a un hombre adulto. Y ella explica que si bien para los aztecas un parto simbolizaba la captura de un enemigo y su posterior sacrificio, para Frida el parto era sobre todo un buen presagio. Y Diego Rivera lo analizó así: “El rostro de la madre es el de la mater dolorosa cuyas siete espadas de dolor hacen posible la apertura de la que surge la niña Frida, única voluntad humana que desde el maravilloso maestro azteca… ha dado plasticidad al fenómeno mismo del nacimiento”. Ella misma escribiría años después, haciendo referencia a una frase que cité anteriormente, “La que se dio luz a sí misma… la que escribió el poema más maravilloso de su vida”. En realidad algunos de sus autorretratos representan sus heridas físicas prácticamente como si fuesen psicológicas. De ahí que su obra navegue por corrientes oníricas, aunque ella inicialmente no fuese del todo consciente de ello, al menos así lo expresó muchas veces, puesto que es sólo en 1938, cuando conozca a André Breton, que oirá hablar del surrealismo y que le escuchará decir que su obra también lo es. También es cierto que esta posición de negar todo conocimiento del surrealismo no era del todo cierta, tal y como lo analizaré posteriormente. //Por otra parte, Frida supo ser feminista cuando aún no se hablaba de ello. En su cuadro “Unos cuantos piquetitos” (1935),
representa el asesinato de una mujer que recibió 20 puñaladas y luego fue tirada por la ventana por su amante; y al ser condenado respondió indignado: “Pero solo le di unos cuantos piquetitos”. Al referirse a la pintura en cuestión, Frida dijo: “En México el asesinato es bastante satisfactorio y natural” y agregó que ella misma “había sido asesinada por la vida”. Lo que en realidad quería expresar era que se sentía muy cerca de la víctima y que entendía perfectamente el horror del que había sido objeto. Pero también es cierto que para la concepción de este cuadro fue fundamental la obra de José Guadalupe Posada (1851-1913), artista que Frida admiraba profundamente. //Uno de los aspectos fundamentales que hay que tener en cuenta, cuando se observa la obra de Frida, es que su aparente primitivismo no obedecía a un desconocimiento de la pintura o a la imposibilidad técnica de hacer un cuadro considerado clásico. Frida conocía muy bien la historia del arte. Admiraba a Rembrandt, a los artistas del Renacimiento italiano, como Piero della Francesca; pero también conocía y admiraba a Gauguin y a Rousseau. Prueba de ello es su primer autorretrato (1926) -un regalo para Alejandro Gómez Arias-en él se representa con el cuello alargado, como las figuras de Botticelli; de hecho es el nombre que le daba al cuadro. Este cuadro, de una extraña belleza -pintado cuando sólo contaba 19 años- da fe de su pericia pictórica.
//También hay que tener en cuenta que al adoptar un estilo en cierta forma primitivista, aunque la palabra no me convence, Frida se autoafirmaba como la legataria de la tradición popular mexicana, lo que la ayudaba a que la vieran como la representante de izquierda, léase comunista, que buscaba imponer. En cierta forma, y en eso coincido con Hayden Herrera, Frida quería que la vieran siempre como alguien solidario con la lucha de clases. Por eso también su forma de vestir y de decorar su casa, a la cual hacía alusión al comienzo del presente artículo. //Como ya lo había enunciado en 1938 Frida y Diego conocen a André y Jacqueline Breton. El padre del surrealismo queda encantado con ella, Frida lo encuentra pedante; en cambio entabla una muy buena amistad con su esposa Jacqueline. Breton se ofreció a escribir el catálogo para la exposición que Julien Levy le había preparado en su galería de Nueva York. En dicho catalogo la presenta como “una surrealista por creación propia…, la bella y perniciosa mariposa que acompaña a un monstruoso marido marxista”. Lo de mariposa, en realidad, era una expresión que Diego Rivera había utilizado para hablar de Frida al coleccionista y crítico de arte Sam A. Lewisohn: //“Te la recomiendo, no como esposo, sino como admirador entusiasta de su obra ácida y tierna, dura como acero y delicada y fina como el ala de una mariposa, adorable como una sonrisa y profunda y cruel, como la amargura de la vida”. Y Frida, en cuanto al surrealismo se refiere, escribió: //“No sabía que yo era surrealista hasta que André Breton llegó a México y me lo dijo. Yo misma todavía no sé lo que soy… Lo único que sé es que pinto porque necesito hacerlo, y siempre pinto todo lo que pasa por mi cabeza, sin más consideraciones”. Breton, por su parte, decía que ella tenía la característica innata para ser surrealista, puesto que poseía “la belleza del diablo”. Recuérdese como al principio hacía alusión a ese don histriónico que tenía Frida. Ese gusto por la teatralización era también elogiado por el crítico de arte surrealista Nicolás Cala. La verdad es que Frida era una persona suficientemente culta como para no conocer la corriente surrealista antes que Breton llegara a suelo mexicano. Leía sobre arte desde que era una adolescente y conocía muy bien lo que pasaba en Europa; así que su postura bien pudo haber sido una estratagema para hacerse ver como una pintora completamente original. Por otra parte, si efectivamente no hubiera sentido ninguna atracción por el surrealismo hubiese impedido que Miguel Covarrubias la presentase como una de sus integrantes en el catálogo que hizo para la exposición “Veinte siglos del arte Mexicano”, organizada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York. //En enero de 1939 Frida llega a París, supuestamente para una exposición que André Breton le había organizado; lo cual no era cierto. La exposición se llevaría finalmente a cabo gracias a Duchamp. Frida estuvo alojada en el apartamento del matrimonio Breton y de allí salió poco menos que espantada, ya que los consideraba bastante sucios. Además, se quejaba de la indisciplina de André Breton -en realidad lo consideraba un verdadero vago-. Su amistad con Jacqueline se rompió, pero tuvo una excelente empatía con Marcel Duchamp y su compañera, la coleccionadora de arte, Mary Reynolds, gran amiga de Peggy Gungenheim. //La exposición tuvo lugar en la Galería de arte de Pierre Colle, el marchante de Dalí. Por otra parte, Frida disfrutó de París y de sus poetas y artistas, ya que conoció a Paul Éluard, a Max Ernest, a Miró, entre otros personajes de la época. Fue en esa época que Picasso quedó “hechizado” por ella y por su pintura. Otro que no escapó a su magia fue Kandinsky. Schiaparelli se interesó por sus trajes de tihuana y diseñó uno al que bautizó como “Madame Rivera”. Incluso la fotografía de una de sus manos, llena de anillos, salió en Vogue, la revista de moda. Imagino que el lado histriónico de Frida debió sentirse, más que halagado, divertido. No en vano, años atrás, cuando acompañó a Diego a Detroit, los niños la solían perseguir en las calles y le gritaban eufóricos “Dónde está el circo?, ¿Dónde está el circo?”, y ella, la gran Frida, se reía con sus carcajadas batientes, dispuesta a romper el cielo si fuera menester. //Frida era poseedora de una extraña e inquietante hermosura, eso sí, muy lejos de los cánones contemporáneos de liposucciones y silicona que abundan hoy en día convirtiendo a las mujeres, más que nunca, en esclavas de la belleza efímera e intrascendente. Frida tenía unas cejas abundantes, no se las depilaba, eran una gran raya ininterrumpida, y tenía un bozo bastante evidente y como si fuera poco en sus incisivos se ponía tapas de oro o bien con diamantes rosados, así que cuando reía su cara se iluminaba literalmente hablando; lo que me hace pensar en la avenida de Pedro Navajas. Parker Lesley la describe así: //“… vestida de tehuana y con todas las alhajas de oro que le diera Diego. Tenía la opulencia bizantina de la emperatriz Teodora, combinación de barbarie y elegancia. Cuando se ponía de tiros largos, se quitaba las tapas de oro sencillo que le cubrían los dientes incisivos y las reemplazaba por otras de oro con diamantes rosados, con lo cual su sonrisa realmente brillaba”. //Estando en París se entera del rompimiento definitivo de Rivera con Trotsky, y en solidaridad con su marido decide alejarse del grupo de trotskistas que había estado frecuentando en la ciudad luz. Para ese momento ya habían coordinado la emigración de 400 españoles, que huían de Franco, hacía México. Posteriormente, el 24 de mayo de 1940, David Alfaro Siqueiros, el gran muralista mexicano, irrumpía violentamente, junto con veinte hombres, en la casa de los Trotsky, con la intención de asesinar al fundador de la IV Internacional. Se hicieron 100 disparos, pero los encargados de la custodia de la casa repelieron el ataque, y León Trotsky fue salvado por Natalia, su mujer. Finalmente, el 21 de agosto de ese mismo año, el brazo largo y siniestro de Stalin lo alcanzaría utilizando la mano del monigote de Raúl Mercader, el mismo que se hacía pasar por Jacques Mornard, y el mismo que abordaría a Frida en una calle parisina para solicitarle que le presentara a Trotsky y que le ayudara a conseguir una casa cercana a la suya. A lo que Frida se negó rotundamente. “Lo que el agua me dio” (1938, 96.5 x 76.2),
fue posiblemente el cuadro preferido de Frida Kahlo y el que más alusiones surrealistas tiene. Es una obra de gran valor y madurez artísticos. Es un cuadro atravesado por la muerte y la desolación. Es una especie de espejo donde Frida mira su propio reflejo, donde yace al lado de su otro yo. La Pelona, apelativo bastante utilizado en México para denominar a la muerte, y utilizado siempre por Frida, está sentada cómodamente al lado de un volcán en erupción, y observa, en realidad vigila, una parte de la escena. También están sus padres, Guillermo Kahlo, nacido en Alemania -sus progenitores eran húngaros de origen judío- fotógrafo de profesión, y la mexicana, de origen más que humilde, Matilde Calderón, poseedora de una gran belleza y analfabeta, como la mayoría de las mujeres de la América Latina de finales del siglo XIX; situación muy similar a la que vivían las europeas de escasos recursos, sobre todo las españolas, italianas y portuguesas, pero también las francesas; por no seguir enumerando los países que ignoraban por completo el derecho de la mujer a una educación sólida y profunda. Con respecto al cuadro “Lo que me dio el agua” Frida le dijo a Julien Levy que "Es una imagen del tiempo que va pasando...sobre tiempo y juegos de la niñez en la bañera y (también sobre) la tristeza de lo que le había pasado a ella en el transcurso de su vida." //Es una obra donde aparecen muchos símbolos que ya había utilizado y otros nuevos que se convertirían también en símbolos reiterativos. En realidad la obra de Frida Kahlo es en cierta forma una serpiente que se muerde la cola, ya que ella no sólo era la depositaria de una cultura milenaria, sino que supo construir una cosmogonía propia, un universo que le sirviese de refugio al sufrimiento que la aquejó durante toda su existencia. En el cuadro puede verse a una bailarina que baila en la misma cuerda que aprieta el cuello de una Frida cadavérica que flota en el agua; en esa misma cuerda caminan varios insectos dispuestos a devorarla, así como una inmensa araña que seguramente va a tejer una gran red para evitar que ella resucite y escape a los últimos designios de La Pelona. Al otro lado del volcán hay hombre que sostiene firmemente en su mano derecha uno de los extremos de la cuerda, tal vez para asegurarse que esté siempre tensa y que Frida no pueda volver a la vida -el otro extremo está atado a una especie de roca- su cara está escondida detrás de una máscara azteca, como si quisiera mantener en secreto su identidad, para que nadie sepa quién es el verdadero verdugo que le ha quitado la vida. //El agua es vista como el principio y el fin de la vida, es el nacimiento y el fin, de ella venimos y a ella regresamos. Y aunque el agua está por todas partes no logra aplacar el fuego que sale violentamente del volcán en erupción. Fuego y agua, los dos elementos que nos rodean desde siempre. No hay que olvidar que el fuego proporciona calor, pero también quema, abrasa, destruye. Ilumina, pero el humo que deja tras de sí enceguece, ahoga. Es vida y es muerte, como el agua. Y aunque el cuadro no tiene una imagen central si podría decirse que el catalizador son los pies de Frida y su reflejo en el espejo del agua. El pie sano ignora a su gemelo enfermo, sobre el que caen gotas de sangre de una argolla. Debajo del pie deforme hay un pájaro muerto. Es un cuadro inquietante -por decir lo menos- bucea en los miedos de Frida, en su psiquis más profunda; es una forma de exorcizar dolores antiguos y futuros. En cierta forma podría decirse que este cuadro, al igual que los autorretratos, es una narración autobiográfica que utiliza el lenguaje pictórico y el simbólico para expresar el universo personal, único e intransferible en el que la autora vivía. Para Hayden Herrera esta obra tiene reminiscencias del Bosco, de Brueghel y de Dalí. “Lo que me dio el agua” finalmente terminó en las manos de Nickolas Muray, como pago a una deuda contraída con él. Y es que el fantasma de las deudas, otro de los disfraces de La Pelona, siempre acosó a Frida. Aunque ella y Diego ganaban mucho dinero, también era verdad que lo gastaban a manos llenas, derroche sería la palabra adecuada. //En cuanto a la relación de Frida con Muray, si bien ella lo quiso mucho, también es cierto que por encima de todo estaba Diego Rivera, su gran amor, aunque yo siempre he dudado que él haya sido su gran pasión, hablo desde el punto de vista sexual, no artístico. Y también estaba México. Estar al lado de Muray significaba quedarse en Nueva York, no creo que el haya pensado ni siquiera por un momento irse a vivir a la ciudad de Frida, ni ella estaba dispuesta a dejar a su ciudad bien amada. Siempre he creído que Frida sentía una atracción enorme por la genialidad de Diego, por su aura nacional e internacional, por esa fuerza descomunal que salía de todos sus poros, y porque de una u otra forma se sentía su igual; no hablo en cuanto al género se refiere sino a la profesión de artista que compartía con él. También creo que ella, al igual que Diego, estaba completamente consciente de su genialidad, por lo que no creía que nadie más, aparte de Rivera, pudiera estar a su altura. Además, su relación dejó de ser sexual después de su segundo matrimonio con él. Esa fue la condición que Frida le puso para volver a casarse, y Diego la aceptó sin rechistar. Es muy posible que la situación lo favoreciera también a él; así podía dedicarse sin remordimientos de ninguna índole, y sin tener que esconderse, a los múltiples amoríos que tenía permanentemente. También es posible que para Diego Rivera estar casado con Frida Kahlo fuera una especie de trofeo sin parangón alguno – un aura-, una forma de mostrarle al mundo que él, el gran Diego Rivera, podía tener a la mujer más importante de la historia de la pintura de México, de Latinoamérica y posiblemente de Occidente, al menos en su tiempo. Seguramente había otras razones, muchas de las cuales no son del todo evidentes ni siquiera para sus protagonistas. Y en este caso preciso no puedo dejar de pensar en otra pareja igualmente famosa e importante, me refiero a Simone de Beauvoir y a Jean-Paul Sartre. A ellos también los unía una misma pasión, en esta caso por la filosofía, por la literatura y como en el caso de Frida y Diego por la política. Simone de Beauvoir, al igual que Frida, era bisexual; y Sartre, como Rivera, un verdadero courreur de jupons, o sea un mujeriego empedernido, y también bastante feo. Simone de Beauvoir también tuvo un amante al que amó muchísimo, su nombre era Nelson Algren -un escritor estadounidense- y cuando éste le pidió que se casaran, y que se fueran a vivir a Nueva York, ella le respondió que por nada del mundo dejaría ni a Sartre ni a París. Ya para entonces Simone de Beauvoir no se acostaba con Sartre, ni lo volvería a hacer nunca más; pero su relación de pareja nunca se rompió, como la de Frida y Diego. No obstante, Simone de Beauvoir siempre llevó en su dedo anular el anillo de hojalata que Algren le regaló el día que le pidió que se casaran, siempre conservó sus cartas y nunca dejó de escribirle (él moriría en 1981 y ella en 1986; Sartre había muerto en 1980). //Y volviendo a Frida es imperioso que diga que es muy posible que ella se hubiese visto obligada a abandonar a Muray; ya que su deficiente estado de salud, en palabras de Hayden Herrera “le impedía la libre expresión del amor sexual”. Poco después de su retorno a ciudad de México Frida se enteraría que él había contraído nupcias con la misma mujer con la que había entablado una relación afectiva cuando todavía estaba ellos dos juntos. Parece ser que Frida sintió que nuevamente la habían abandonado, sólo que esa vez no era Diego, sino “un apuesto norteamericano”. Las cartas de Muray dejaron de ser pasionales para dar paso al afecto entre dos amigos, algo que Frida sintió como una especie de traición; aunque siguieron siendo amigos, amistad que se nutrió a través de la correspondencia. //Para entonces Frida y Diego habían estado separados varios meses y en octubre de 1939 se divorcian. Es en ese período que corre el rumor que Diego Rivera contraería matrimonio con la artista húngara Irene Bohus, matrimonio que nunca se llevó a cabo. Incluso Irene y Frida llegarían a ser grandes amigas, hasta el punto que su nombre estaba escrito en una de las paredes del cuarto de Frida. Podría ser, como lo insinúa Hayden Herrera, que hubiese habido “un triángulo amoroso”. En 1940, y bajo la égida de Breton, del poeta peruano César Moro y los pintores Wolfgang Palen y Alice Rahon, se llevó a cabo La Exposición Internacional del Surrealismo en la Galería de Arte mexicano Inés Amor. Y si bien este evento cultural ponía a México dentro de los circuitos internacionales del arte, también era cierto que el surrealismo era algo cotidiano para su cultura. Pero no solamente para México, puesto que este aspecto no escapa a ningún país que tenga cercanía con el Caribe. Recuérdese que Alejo Carpentier, estrecho colaborador de Breton en su estadía parisina, reconocería, a su llegada a Haití, que allí lo onírico -léase surrealista, real maravilloso- hacía parte de la cotidianidad, del legado cultural del pueblo caribeño. Incluso Miguel Ángel Asturias sostenía que “El trópico es el sexo de la tierra”. Frida presentó dos de sus cuadros, La mesa herida (1940),
un enorme cuadro de 122 x 2.45 cm, obra que posteriormente desaparecería; aunque hay indicios que la ubican en Moscú, sin que haya habido nunca ninguna afirmación o negación al respecto por parte del gobierno ruso. En dicha pintura Frida está sentada a la mesa, y a su derecha está la muerte, inmensa, patética, hermosa, sosteniendo un mechón de la abundante cabellera de Frida, y a la izquierda están Judas y sus sobrinos Isolda y Antonio Pineda Kahlo; el cuadro es una representación de la última cena, de una gran teatralidad, una puesta en escena de gran dramatismo.
//El otro cuadro, Las dos Fridas (1939 – 68 ¼ x 68 cm), representa la dualidad de su creadora. Es una pintura claramente metafísica, una exploración del yo más profundo, una forma de navegar por mares insondables, desconocidos, peligrosos, donde uno puede perderse de un momento a otro. Las dos Fridas representan a las dos mujeres de Diego, la amada y la abandonada; es una tragedia griega narrada a través de la paleta exuberante de su creadora. Las dos Fridas están enmarcadas por un cielo tempestuoso, que no hace sino acentuar el clima de dolor que aflige a la Frida abandonada, con el corazón roto y con las tijeras con las que cortado la vena que la unía a la Frida amada; en realidad yo la veo como el cordón umbilical que las unía; incluso lo veo como si ellas dos fuesen siamesas que han separado violentamente, como si se hubiese querido asesinarlas. Este cuadro fue comprado en 1947 por el Instituto Nacional de Bellas Artes de México, por la suma de 1000 US, el precio más alto que su autora recibió por una de sus obras. Estas dos pinturas fueron, como es de suponerse, realizadas en el período en el que Frida se divorció de Diego Rivera. No en vano Louise Bourgeois*, la extraordinaria escultora francesa, afirmaba: //“Todos los días uno tiene que abandonar su pasado o aceptarlo, y entonces, si no puede aceptarlo, se hace escultor.” Y en caso preciso de Frida, pintora. O bien, más categóricamente: “Ser artista es una garantía para nuestros congéneres que los agravios recibidos no harán de nosotros un asesino”. En otra de sus frases es aún más elocuente: “Mis obras son una reconstrucción del pasado. En ellas el pasado se ha vuelto tangible; pero al mismo tiempo están creadas con el fin de olvidar el pasado, para derrotarlo, para revivirlo en la memoria y posibilitar su olvido”. //La separación duraría dos años. Al respecto Diego Rivera diría: “En el curso de los dos años que estuvimos separados Frida produjo algunos de sus mejores cuadros. Sublimaba la angustia por medio de la pintura”. En ese mismo año -1940- Frida pinta un cuadro bastante impactante, Autorretrato de pelona (40x28 cm).
//En él se observa a Frida sentada, como lo suelen hacer los hombres, en una silla amarilla. Está vestida con una chaqueta y unos pantalones masculinos inmensos, como si se hubiese puesto la ropa de Diego; y los zapatos, aunque también son masculinos llevan un leve toque femenino ya que tienen un tacón ligeramente superior a los que utilizan los hombres. El otro aspecto femenino es el arete que tiene en su oreja derecha, la izquierda no se ve. Y si bien esta dualidad de su ser siempre estuvo presente en toda su obra, también es cierto que el hecho de cortarse el pelo y de vestirse de hombre era la forma de rebelarse y de vengarse ante el abandono de Diego, y a la vez mostrarse a sí misma, y a los demás, como un símbolo de emancipación; puesto que a él le encantaban sus trajes de tihuana y su hermosa y larga cabellera. En el cuadro en cuestión su mano derecha tiene una tijeras y en la izquierda tiene un mechón de sus cabellos que cuelga dentro de sus dos piernas abiertas, en una posición también muy masculina, y a su alrededor está toda su exuberante cabellera cortada a pedazos, como si ella misma se hubiese dado muerte a “piquetitos”. En cierta forma se trataba de “asesinar” su parte femenina, léase la representación de su primer suicidio. En la parte superior del cuadro hay una frase: “Mira que si te quise fue por el pelo, ahora que estás pelona ya no te quiero”, y justo debajo un pentagrama y notas musicales; haciendo alusión a las letras de las canciones mexicanas llenas de despecho y de violencia. La palabra pelona, si bien en este caso remite al hecho de haberse cortado el pelo como los hombres -algo poco usual para el México de los años 30- también nos remite al apelativo con que se nombraba a la muerte, y al cual ya había hecho alusión anteriormente. Pero no era la primera vez que Frida se cortaba el pelo como protesta por el abandono de Diego, puesto que ya lo había hecho en su primera separación (1934); me refiero a la que se produjo después de la relación de Diego con Cristina Kahlo. Este autorretrato está dedicado a su médico de cabecera Eloesser. //Aunque ya me he referido a la risa de Frida es importante decir que en ninguno de sus cuadros aparece riéndose. Además, su mirada es triste, trágica es la palabra adecuada; y en el caso de esta pintura no solamente sus labios están sellados como por un inmenso candado, sino que su mirada es de una desesperanza agobiante. Este cuadro me lleva a pensar en un poema maravilloso de Baudelaire, La chevelure. Gracias a la cabellera de la amada el poeta hace un viaje maravilloso, completamente fantástico. En cambio el viaje de Frida es desolador, solo conduce a la muerte, a la nada, al vacío más tenebroso que se pueda imaginar. Y es que el común denominador de su obra artística es la pérdida absoluta, es el paraíso al revés. En otras palabras es una obra nihilista, donde el vacío se impone como tema central y permanente, puesto que para Frida la vida carece de un verdadero significado, como si fuese una permanente invitación a la tortura y a la nada; sólo la muerte prevalece. Desde este punto de vista su obra es bastante filosófica, por eso al principio hacía referencia a que su obra es hondamente metafísica. //Frida Kahlo y Diego Rivera volvieron a contraer nupcias el día en que él llegaba a su aniversario número 54, era el 8 de diciembre de 1940, el divorcio sólo había durado un año. No obstante, Frida acababa de terminar una fogosa relación con un hombre mucho más joven que ella, Heins Berggruen, exiliado alemán que se movía en los círculos de marchantes de arte. Se lo presentó el mismo Diego. Antes de llevarlo al hospital donde estaba Frida le dijo: -Vas a ver, Frida va a gustarte mucho. En realidad era como si Diego montara una obra de teatro burlesco y disfrutara dándole a la gente el rol de pequeñas presas que debían evitar de ser cazados por ese felino de dimensiones desmesuradas que él representaba como actor principal y como director de la obra teatral. El caso es que el joven Berggruen cayó en las redes de Frida. De todas formas para ese entonces Frida y Diego ya habían resuelto volver a casarse y ella le había puesto como condición sine qua non no volver a tener relaciones sexuales con él y que los dos hicieran frente a los gastos domésticos en igualdad de condiciones económicas. En otras palabras, ella se había acostumbrado a la libertad y autonomía de su nueva vida, la vida que había llevado en los dos últimos años; y no estaba dispuesta a ceder ni un ápice. Si antes había sido una mujer libre, ahora lo era mucho más. //En 1943 Peggy Guggenheim invitó a Frida a participar en la exposición “Mujeres artistas”; posteriormente comentaría que si bien consideraba a Frida una excelente artista, no pensaba lo mismo de Rivera, Siqueiros y Orozco. Poco tiempo después México comenzaría verdaderamente a valorar la obra de Frida Kahlo. Mientras que los muralistas iban perdiendo auge. Y junto con ella comienza a ser nombrado Rufino Tamayo, hasta ese momento en la sombra. La vida artística de México comenzaba a cambiar radicalmente. Las corrientes europeas se iban tomando las galerías y los artistas que anteriormente no eran comprendidos o menospreciados comenzaban a ser valorados y admirados. Es en ese período que el coleccionista Eduardo Morillo Zafa adquiere gran parte de sus cuadros, treinta en total, y le encomienda varios retratos de su familia, incluyendo el de su madre Doña Rosita Morillo (1944); posiblemente el mejor retrato que Frida pintó nunca. Ya que como había explicado antes su mejor modelo era ella misma. No sólo porque se conocía bastante sino porque en realidad era su vida lo que le interesaba pintar. Y es que la obra de Frida Kahlo hay que mirarla desde ese punto de vista, fue una obra pictórica esencialmente autobiográfica.
//El cuadro Doña Rosita Morillo muestra a una anciana de cabellos blancos, posiblemente recogidos en un moño, su oreja derecha tiene una candonga de oro de estilo mexicano, está cómodamente sentada y tiene en sus hombros un chal que la protege del frío. Sus manos están tejiendo y del tejido sale un hilo que va directamente al espectador; uno de los símbolos utilizados por Frida Kahlo, no solamente para establecer comunicación con la persona que observa la pintura, sino también su forma de representar a la vida, como si se tratase de una Penélope que teje para no morir; aunque la mirada de Doña Rosita está apagada, como si el último soplo de vida estuviese agotado. Por otra parte la mirada de Doña Rosita es directa, no baja los ojos, uno diría que está mirando directamente los ojos de La Pelona que baila para ella, invitándola a que se una a la danza. La expresión de su rostro es de una profunda sabiduría, pero también de una tristeza infinita. Detrás de ella hay varias ramas y raíces que se entrecruzan las unas con las otras, como recordando el que será su último refugio. Y detrás de las ramas o raíces se ven muchas hojas y algunos espacios negros, lo que nos lleva a pensar en que es de noche, o sea el fin. No obstante, de las ramas salen flores que están llenas de vida, las cuales representan al hijo y a las nietas que van a hacer perdurar su estirpe. No en vano Frida decía que “la vida nace del tronco de la eternidad”. //Ya en 1943 ciudad de México contaba con una escuela de arte, La Esmeralda, adscrita a la Secretaría de Educación. Había sido fundada para recibir a los estudiantes que carecían de recursos económicos; tanto la matrícula como los materiales necesarios para la actividad artística eran gratuitos, y lo que verdaderamente la diferenció de otras escuelas es que contaba con artistas de primera categoría. Entre ellos estaban Diego y Frida, pero también María Izquierdo. Frida trabajó con verdadero ahínco e interés, y supo transmitirles a sus alumnos el amor y la pasión por la pintura. Fanny Rabel fue una de sus alumnas. Los invitaba a su casa y allí pudieron conocer a Leonora Carrington, entre otros artistas de la época. Pero también se esmeraba porque leyeran a Walt Whitman o a Maiakovski; les insistía en la importancia de la historia del arte. Les hablaba de Brueghel, de El Bosco o de Rousseau y les decía que Picasso “era grande y multifacético”. Con el tiempo algunos de sus alumnos, los que frecuentaban su casa de Coyoacán, se denominarían a sí mismos como los “Fridos”. //Después del segundo matrimonio la relación de Frida y Diego cambió, y aunque nunca superó los celos enfermizos si comenzó a verlo más como a un hijo pequeño que como al hombre descomunal que era; las cartas que le escribía así lo atestiguan, incluso decía que ella “engendró a Diego”.
Cuando pintó el “Retrato de Diego” dijo: //“No hablaré de Diego como “mi esposo”, porque eso sería ridículo. Diego nunca ha sido ni será jamás el “esposo” de nadie. Tampoco lo mencionaré como amante, porque para mí trasciende el reino del sexo. Si lo describo como hijo, no habré hecho más que expresar o pintar mis propias emociones, casi un autorretrato y no el retrato de Diego (…) Quizás esperen oír lamentos sobre lo “que se sufre” viviendo con un hombre como Diego. Sin embargo, no creo que las riberas de un río padezcan por dejar correr el agua, ni que la tierra sufra porque llueva, ni que el átomo se aflija porque descarga energía…para mí todo tiene su compensación natural. Dentro del margen de mi oscuro papel como aliada de un ser extraordinario, se me otorga el mismo premio que a un punto verde en medio de un campo rojo: el premio del “equilibrio”. Las penas y las alegrías que regulan la vida de esta sociedad, podrida por las mentiras, no son mías, aunque viva en ella. Si yo tengo prejuicios y las acciones de otros, incluyendo las de Diego Rivera, me hieren, acepto la culpa de mi incapacidad de ver claramente; si no tengo tales prejuicios, debo admitir que es natural que los glóbulos rojos luchen contra los blancos sin el más mínimo escrúpulo, y que este fenómeno solo equivale a un estado de salud” (Hayden Herrera, Frida, una biografía de Frida Kahlo). //También es cierto que el sufrimiento que él le ocasionaba nunca dejó de sentirlo. Para Diego la infidelidad era algo normal, disfrutaba tener mujeres a su alrededor, tal y como sucedía con Picasso. Pero hay algo que a veces la gente no se detiene a pensar cuando habla de ese macho descomunal, es que no dicen que Frida se comportaba igual. Ella no se volvió infiel porque Diego lo era. Ella, desde sus tiempos de colegiala, tenía varias relaciones afectivas y sexuales, con hombres y mujeres al mismo tiempo. Incluso Hayden Herrera sostiene la tesis que Alejandro Gómez Arias, el que fuera su primer amor, la dejó precisamente por este comportamiento que ella tenía frente al sexo. //Por otra parte, cuando no se soporta verdaderamente el comportamiento de un hombre, debe buscarse la salida, sin puertas giratorias, salir y ni siquiera mirar hacia atrás. Máxime que Frida era una mujer independiente económicamente, muy inteligente y bastante culta para su época; así que verla como una pobre víctima del elefante de Rivera es bastante ingenuo. Frida fue una víctima, peor no dle macho descomunal que era Diego Rivera, sino de la fatalidad. Con esto no quiero decir que justifique el comportamiento de Diego Rivera, lo digo porque quiero ser objetiva y justa para con los dos. También es cierto que hay relaciones de pareja donde uno de los placeres se deriva del sufrimiento ocasionado y sentido, algo más que malsano, pero que suele darse más de lo que uno creyera. Incluso Hayden Herrera hace alusión a una de las relaciones extramatrimoniales de Frida con un refugiado español que vivió en la misma casa de Frida y Diego; según ella fue la relación afectiva más estable y larga de Frida, y que Diego la habría aceptado sin poner ninguna traba. Incluso Cavela Vargas vivió bajo el mismo techo de los Rivera durante un año, y no creo que haya sido como amiga simplemente. //En agosto de 1953 su pierna enferma le es amputada. Frida se refiere a ella misma con una frase más que lapidaria: “Soy la desintegración”. Después de la operación se negaba a ver a la gente, no quería ver a nadie. Fue como una segunda muerte, la primera fue cuando pintó el cuadro La Pelona. Luego tuvo su primer intento serio de suicidio. Aún faltaba el definitivo. Al final de su vida su carácter volcánico se agudizó, gritaba, vociferaba es la palabra adecuada, trataba de pegarle a las mujeres que la cuidaban, y que en cierta forma la estaban acompañando a morir; porque esa es una de las funciones que las sociedades de todos los tiempos nos han reservado a las mujeres, somos guías en el sendero de la muerte; por eso los griegos hablaban de las parcas. //A las dos botellas de cognac que se tomaba diariamente había que sumarle el demerol y otros estupefacientes; cada vez había que inyectarle dosis superiores, siempre quería más y más -en el cajón de su mesa de noche había dosis de demerol suficientes para matar a una manada de elefantes-. Y sin embargo, aún tenía fuerzas para pintar, para ello la sentaban en su silla de ruedas y la ataban a ella para que no se cayera. Solía decir: “no estoy enferma. Estoy destrozada. Pero soy feliz de vivir mientras tengo la capacidad de pintar”. La muerte la rondaba, ella lo sabía la sentía, la olía, le hacía guiños, la invitaba a bailar, le ofrecía un vaso de tequila, como quien ofrece la cicuta; y Frida la miraba halagada, casi que agradecida, sin decidirse completamente, pero sobre todo no se peleaba con ella. En su diario dibujaba calaveras como las de Posada y ángeles de la muerte. Su última frase es más que elocuente: “Espero alegre la salida… y espero no volver jamás… Frida”. El 13 de julio de 1954 se anunció la noticia que Frida Kahlo había muerto de una embolia pulmonar. Nadie habló de suicidio. Aún hay gente que lo niega. //NOTA FINAL: En este ensayo no abordé la pintura de Diego Rivera ya que la conozco muy poco, espero que mi ignorancia pueda encontrar algo de alivio cuando visite México, país al que todavía no he ido. No hay que olvidar que la obra de Diego Rivera alcanza la cifra alucinante de casi 2000 obras, eso sin contar sus murales; en cambio la de Frida son 200 cuadros. Esto no quiere decir nada en cuanto al valor de la obra de cada uno, puesto que al decir esto me refiero sólo a la parte cuantitativa. //Bibliografía: Aparte del libro al que hice alusión a todo lo largo del ensayo, Frida, Una biografía de Frida Kahlo, publicado por primera vez en 1983, y publicado nuevamente por Editorial Planeta en 2007 -edición con la que trabajé y a lacual pertenecen todas las notas que tomé relacionadas con Frida y Diego-. // También me sirvieron como soporte varios libros de historia del arte, como el de Taschen, de Andrea Kettenmann, y por supuesto el catálogo de la exposición que actualmente se lleva a cabo en el Museo de L’Orangerie: Frida Kahlo L’Art en Fusion Diego Rivera, Musées d’Orsay et de l’Orangerie / Hazan con la colaboración del Museo Dolores Olmedo. Aunque gran parte de la información que está en el catálogo proviene precisamente de la obra de Hayden Herrera; ellos mismos reconocen que hasta el momento no se ha hecho una investigación que la supere. Nota: 1. Pueden ver un corto de la película Frida interpretada por la mexicana Salma Hayek, de la directora Julia Taymor (2002) y basada en el libro de Hayden Herrera, al que he hecho referencia a todo lo largo de este ensayo. http://www.youtube.com/watch?v=r1T7Giky9P4 2. Pueden escuchar la canción Rumba Argelina interpretada por el grupo español Radio Tarifa http://let as-de-cancion.com/canciones/show/2101750/radio-tarifa/letras-y-traducciones-de-cancion-rumba-argelina/ 3. El Autorretrato de la pelona fue recreado por la artista canadiense Dina Goldstein en su obra titulada Haircourt, de la serie “In the Dollhouse (2011). * http://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2011/07/11/louise-bourgeois/

miércoles, 13 de noviembre de 2013

ANDRÉS CARNES DE RES, REYEZUELO DE POCA MONTA EN EL PAÍS DE MACHITOS

NOTA: El drama de la violación no tiene nombre. Es una de las heridas más graves y profundas que se le infligen a un ser humano; y si encima de un delito tan execrable, se le minimiza, y se hace de él objeto de mofa, sólo se está constatando la miseria humana que caracteriza al individuo que lo hace.// En el día de ayer escuchábamos estupefactos como un empresario que ha querido hacerse conocer en todo el país, y por fuera de él, justificaba la supuesta violación que habría sufrido una joven de 19 años al decir que estaba en minifalda, que su padre la dejó a medianoche en el restaurante y que ella de todos modos estuvo con un hombre mayor gran parte de la noche, y como si fuera poco, bebiendo; lo que lo lleva a asegurar que se trató de una relación sexual consentida.// Yo diría que su argumentación, que no es otra que evitar posiblemente una denuncia y la mala imagen de su restaurante, refleja la visión de muchos colombianos violentos, machistas, misóginos, vulgares y ramplones, que no alcanzan a tener la altura de un hombre.// Ningún hombre tiene derecho de disponer del cuerpo de una mujer o de otra persona sin su consentimiento. Eso se les olvida siempre cuando se trata de mirar el cuerpo de la mujer, puesto que lo hacen como si fuese un objeto que se toma y se tira a la basura. Yo le pregunto al señor Andrés, si es que merece el nombre de señor, si su esposa nunca usó minifalda, si cree que sus hermanas, madre o hijas o nietas pueden ser violadas, manoseadas, vilipendiadas, por el solo hecho de no vestirse como él, en su omnipresencia masculina, así lo siente. // Sus palabras reflejan la terrible historia de exclusión y de sumisión de la religión católica en un país que no tiene prácticamente ningún respeto por las mujeres. Él es el portavoz de hombres siniestros como Ordoñez, o de pusilánimes como Uribe que decía que había “que aplazar el gustico para después del matrimonio”, sin que nunca hubiese aclarado si él se casó virgen. Y si así fuera eso sólo le concierne a él, a nadie más.// A Andrés jaramillo también le preguntaría, puesto que se hace pasar por adalid de la moral, aunque no sé de cual moral, si nunca le ha sido infiel a su esposa. Espero que su machismo, reflejado en sus duras y muy poco inteligentes declaraciones, que nunca haya abusado o acosado a una de sus empleadas, puesto que sé que muchas de ellas son jóvenes estudiantes que trabajan allí en jornadas de trabajo bastante difíciles para poder pagar en algo la matrícula universitaria o poder pagar el pasaje diario.// Yo usé minifalda. Pertenezco a la misma generación de Andrés carne de res, y eso no significó nunca que al hacerlo estuviese diciéndole a los hombres que encontraba en la calle, o al novio de turno, “puesto que estoy vestida así usted puede hacer conmigo lo que desee”. Una mujer, pero también un hombre, puesto que son muchos los abusados en este país de machitos, es libre de decidir con quién se acuesta, y la negativa a hacerlo puede ser en el último segundo. Cuando se dice no es no. Eso lo olvidan siempre los hombres que dicen que cuando una mujer dice no en realidad está diciendo que sí. Pobres tipejos. Así que yo les preguntaría que cuando salen a la calle con pantalones apretados es porque están dispuestos a que cualquier hombre o mujer los toque, los manosee, los acose sexualmente.// El drama de la violación no tiene nombre. Es una de las heridas más graves y profundas que se le infligen a un ser humano, y si encima de un delito tan execrable, se le minimiza y se hace de él un objeto de mofa, sólo se está constatando la miseria humana que caracteriza al individuo que la hace.// Espero que Andrés Jaramillo, dueño de Andrés carne de res, pida disculpas, que haga en su restaurante talleres de respeto por la mujer, que invite a las mujeres maltratadas y violadas y les dé un empleo. Esa sería una buena forma de comenzar a enmendar toda una ideología de extrema derecha que lo hace ciego, así tenga mucho dinero. Y mientras que no lo haga pido desde este blog un bloqueo a su restaurante; ojalá ninguna mujer ni ningún hombre que nos respete verdaderamente, regrese allí si él no hace algo por proteger a las víctimas de la violación o del maltrato. Espero de igual forma que sus hijas o nietas no tengan que avergonzarse de él, pero sobre todo espero que nunca sean víctimas de una violación o de un abuso sexual.

jueves, 24 de octubre de 2013

EN UN PAÍS DE MACHITOS EL TROFEO DE LA VIRGINIDAD DE UNA MUJER ES SINÓNIMO DE VIRILIDAD

Ha sido con verdadero asombro e indignación que he leído que una mujer vendió al mejor postor la virginidad de varias de sus hijas, algunas de ellas menores de edad, e incluso obligaba a robar a sus hijos, supuestamente para faire bouillir la marmite -para poner la olla en el fuego- como dicen los franceses. Y además, tiene el desparpajo de mostrarse desolada en la foto, como quien dice: “pero si no he hecho nada malo”. El hombre que la acompaña tampoco tuvo el coraje de reconocer que efectivamente había violado varias veces a la adolescente que embarazó, un pobre cobarde que sólo fue valiente cuando la amarró para violarla. Y es que en Colombia los hombres creen que acostarse con una virgen, máxime si es una niña o adolescente, los hace más machos, más viriles, más verracos. No se dan cuenta que por el contrario, cuando no son capaces de crear lazos fuertes y perennes con una pareja es porque sufren de problemas a todo nivel, entre ellos sexuales. Y es que en Colombia las machitos creen que entre más mujeres se llevan a la cama, así sea amarradas, humilladas, golpeadas, más viriles son; no se dan cuenta que cuando actúan de esa forma sólo son pobres y miserables canallas. // Y por supuesto que muchas mujeres, como la mamá, si es que merece ese nombre, a la que hacía alusión al comenzar esta diatriba, perpetuán una costumbre aberrante, misógina y violenta que tanto daño hace a la sociedad. De ahí que frases como la de Uribe, a la que hacía referencia en mi anterior artículo, o la frase en la que decía, gritaba es la palabra exacta, “sea varón”, son consideradas por muchos hombres y mujeres de todos los estratos sociales como un signo de valentía, “tan macho él”, repiten en todos los círculos; desde la fiesta del club, pasando por el Congreso de la República o el Consejo Municipal, donde algunos de sus integrantes recogen menores de edad en la calle para amanecer más hombres, más machitos. Y luego se jactan ante sus amigotes de la cantidad de muchachitas que supuestamente han sucumbido ante sus hormonas. Y por supuesto todo ésto va acompañado de trago en cantidades rabelesianas; ya que el colombiano del común cree que si no se emborracha hasta perder el sentido, no es suficientemente varón. Por otra parte se declaran católicos practicantes, van a misa, comulgan, le rezan a la virgen María, o a cualquier santo, así a la salida de la iglesia se vayan detrás de una prostituta de 15 años, o se droguen o roben o asesinen, o participen en grupos al margen de la ley, solo atinan a cantar: “Pero sigo siendo el rey”.// Si se demuestran las acusaciones tan graves de la niña violada, y que además ha sido madre antes de terminar la pubertad y de poder construir su proyecto de vida, estos dos sujetos no deberían por ningún motivo salir a pagar condena domiciliaria, ni salir con rebajas; ojalá el juez que le toque este caso tenga el suficiente respeto por el género humano para que no le tiemble mano en el momento en que tenga que dar su fallo.

viernes, 18 de octubre de 2013

EN UN PAÍS DE MACHITOS CONCEJALES Y GOBERNADORES SON REYES, URIBE ES UNA FALSA DIVINIDAD Y LOS JEFECILLOS DE LAS FARC VEDETTES TRASNOCHADAS

Con frases “cuando lo vea le doy en la cara m….” Uribe amenazó a un funcionario del Palacio de Nariño y nunca pidió disculpas; sólo gritó energúmeno, haciendo gala de su carácter, que alguien le había grabado la conversación. Si eso lo hace un individuo que ocupó el puesto de presidente de la república, aunque sea a veces sea una republiqueta, ¿Qué puede esperarse de concejales ineptos y machistas, que conducen ebrios y recogen menores de edad en las calles, que creen que el poder es para abusar de los demás ciudadanos que ellos consideran de segunda? ¿Qué puede esperarse de un gobernador que ha sido señalado desde hace años de tener lazos estrechos con grupos ilegales y que hasta ahora había gozado de total impunidad y que el partido que le dio el aval no se había atrevido a sacarlo de sus tiendas? // Ellos dirán que el ejemplo viene de lo más alto, que si un expresidente, que se cree aún presidente, vocifera, amenaza e impide gobernar al presidente de turno, lo que ellos hacen es simplemente seguir la línea que el jefe en cuestión les ha señalado. Es una vergüenza que crean que están por encima de la ley y de la ética, es una vergüenza que se sientan con la autoridad para seguir imponiéndonos sus métodos violentos y de malandrines de esquina de barrio. Pero ¿qué puede esperarse de un expresidente, y de una parte de su familia, que ha sido señalado de tener nexos con la mafia y con grupos paramilitares?// Pero también están los jefecillos de las FARC que se pasean como vedettes de turno por los micrófonos sedientos de noticias; uno de ellos luciendo la pañoleta de Arafat, convencido de ser el portador de su simbología. Ellos tampoco piden perdón, ellos tampoco reconocen que Colombia ha sido una víctima permanente de una ideología heredada de un personaje siniestro como lo fue Stalin. Consideran, además, a Cuba, y ahora Venezuela, un modelo a emular. Tampoco reconocen el daño que le han hecho a miles de niños que fueron raptados para la terrible maquinaria de la guerra, ni reconocen que miles de niñas han sido violadas sistemáticamente, imagino también que muchos niños, y además obligadas a abortar, la mayoría de la veces en condiciones verdaderamente dramáticas. Esto es un secreto a voces, no sólo porque ha sido denunciado por varias guerrilleras que han logrado salir con vida de la trampa funesta que es la guerra y el calvario de las FARC, sino porque un testimonio de alguien tan respetable como la Chiva Cortés así lo relata. Y por supuesto que está el secuestro, esa terrible herida que le infligieron a Colombia y que yo considero un delito de lesa humanidad, pero que ellos, con Piedad Córdoba haciéndoles eco, nos han querido vender como “retención”. Y por supuesto que están sus vínculos con el narcotráfico, y con la corrupción que ésta ha generado, sin olvidar los lazos siniestros que han establecido con mafiosos y paramilitares para aumentar el negocio de la droga.// No obstante, los ciudadanos de bien, y somos la mayoría, que luchamos día a día por construir un mejor país, esperamos excusas y una verdadera ruta que nos conduzca no a la oscuridad de la selva, sino a la luz al final del túnel.

domingo, 6 de octubre de 2013

NADA QUE OCULTAR EL POEMARIO DE GLORIA YOUNG

El libro de la poeta panameña Gloria Young, NADA QUE OCULTAR, Ediciones doce Calles S.L. (España-2013), es una especie de anti-mito, o de un mito al revés. Su comienzo es lo más cercano a una hecatombe final. Más que el anuncio de una tragedia, es la tragedia misma, es la nada que llega en un vendaval que arrasa cercas, cimientos, árboles, pero que la poeta lo identifica con “la magia”, es el “viento que trajo la lluvia…cerrándonos el paso / en la carretera” y luego llega la calma en “el huerto (que) pide mis manos/nuevamente”; como si el universo solicitara, una y otra vez, otra oportunidad.// Luego un movimiento telúrico sacude la cama como si fuese una “violenta hamaca… la tierra, impulso cósmico” y la poeta pregunta “¿eras tú sobre mi cuerpo? / ¿protegiéndome?/¿o matándome de asfixia?”. Un dolor milenario recorre su piel, sus sentidos; como una huella indeleble que atraviesa centurias, generaciones; es un dolor hecho memoria, íntimo y colectivo, local y universal.// En la poesía de Gloria Young está ella, y estamos todas las mujeres de todos los tiempos y de todas las culturas. Su poesía es un grito visceral que recuerda que vivimos en una sociedad patriarcal que nos agobia y nos “asfixia”.// En los poemas a Isadora, nos dice que a pesar de todo el dolor acumulado no nos hemos extinguido. Isadora, símbolo de la “redondez de los planetas”, es el “secreto del mar/ amniótico”, es “la obra maestra” que sólo las mujeres, dadoras de vida, podemos hacer.// Luego, en “PUERTO DE AMOR”, nos recuerda que también somos enterradoras; y que en ese oficio de sepultureras eternas, asistimos, incólumes, a la transformación del árbol del canistelo cuando decide “vestirse de amarillo”.// La poeta, convertida esta vez en testigo, en elegida para contar la historia, su historia, para contar la leyenda, su leyenda, hace alusión a “la voluptuosa pasión por lo efímero”; donde el puerto de los brazos del amado, es un “árbol de granadina desfigurado”, que le indica, que nos indica, que la libertad no es sólo un sueño. Y luego, en un grito que atraviesa el cosmos, rompiendo su silencio, interpela a las mujeres ancestrales, y a las que están por venir, con un verso que parece una espina, “cuanto duele / abuela / ser feliz”. Por último, encontramos LLAMA DE LOS ABROJOS. Es un poema en prosa vertiginoso, es un profundo lamento nacido de la noche de los tiempos. Es un relato-poema lleno de música, como si se estuviese al lado de una catarata, o más bien al lado de una avalancha dispuesta a destruirlo todo en las tinieblas del cosmos; repitiéndolo, una y otra vez, hasta el fin de los tiempos. Así, la mujer se levanta cada amanecer convencida que la tempestad pasó, que sólo fue una pesadilla, que la calma por fin dejará crecer los bananales. En este relato-poema, vendaval bíblico, aparece nuevamente la cólera del primer poema del libro, y al cual se hacía alusión antes. LLAMA DE LOS ABROJOS, es un precipicio que pareciera no tener fin, un salto al vacío, a la nada. Pareciera que el amado hunde, una y otra vez, la cabeza de la amada en un pozo oscuro; y cuando ella cree estar ahogándose, él, en su omnipotencia, le saca nuevamente la cabeza regalándole oxigeno.// Por último, quisiera resaltar un aspecto muy importante en la concepción del estilo de este relato, me refiero a la ausencia de puntuación; recurso poco usual, y nada fácil, que muestra la pericia de la poeta Young en el momento de la creación poética. Nada que ocultar es un poemario que desnuda sin pudor a hombres y mujeres agotados por la sociedad patriarcal. Y lo que es más importante aún, aniquila prejuicios que sólo atan nuestras gargantas y que nos impiden encontrar la ruta que conduce a la libertad.

jueves, 3 de octubre de 2013

III PARTE - LA SHOAH EN CLAVE DE ATENEA DE CLARA SCHOENBORN

III OFICIOS DE LUCIÉRNAGA// Oficios de luciérnaga, tercera parte, es un oasis entre tanta tragedia, es el sol que sale en cada amanecer o cuando termina la tormenta. Es un sándalo que hace huir el hedor de los hornos crematorios y que le permite a esa voz colectiva respirar y seguir perpetuándose sin ser ahogada en el lodo del olvido. En Gitana reaparece nuevamente la viajera que somos, allí “todos los caminos rezan/ en la longitud de su falda”. En ella lleva oculto el “libro de agua (donde) tiemblan los paisajes” y en él escribe uno a uno los secretos de su pueblo milenario, y en él imprime “letras en la sombra” y su lengua llama al “génesis”. Tal vez por eso en Hada, Clara Schoenborn dice: “qué fácil es descifrar/el reflejo de un horizonte”. Y en el de Artista, “su idioma está hecho/de caleidoscopios”. Y la Maestra “anula el vacío de los interrogantes/y transforma esos vidrios en ventanas”. Y luego se transmuta en Poeta, “sé que el horizonte/también es enigma,/pero quiero/-irremediablemente-/mirar/y mirar”. Por eso tal vez en Bella la poeta nos habla nuevamente de “las ventanas/las que miran por tus ojos”, y su “atuendo/es un coro de tulipanes”. Y la Pintora se enfrentó a “la noche” y “ni la niebla/(pudo)ganarle al puntal de los reflejos”. En Musa: “De todas las mujeres estoy hecha,/como las capas de la tierra/de donde brota el milagro. // Nada más búscame en tu memoria/-en ese punto de fosforescencia-y yo te prestaré mi canto de fertilidad/….//…. “en mí cantan en voz alta/todas las hembras/centrifugando los sentidos,/entretejiendo corales,/que luego acomodo en tu cuello,/una/y otra vez”.// La voz colectiva, a la que hacía alusión anteriormente, se convierte en una sola voz, la voz de todas, la voz de la memoria, el “canto de la fertilidad”.//   IV PARTE OFICIOS BAJO EL ÁRBOL DE INVIERNO// Oficios bajo el árbol de invierno, es el capítulo del exilio, del desarraigo, de la pérdida de identidad, es la brújula extraviada para siempre, el camino sin norte y sin sur, el deambular perpetuo, sin rumbo fijo, ni meta determinada. La Mendiga nos recuerda que “No hay hambre/más hambrienta/que el silencio”, y yo añadiría, más hambrienta que la indiferencia. La incomprensión es otra forma de hambruna, la incomprensión que nace de la indiferencia y de la ignorancia. // La hambruna es vista en el poema Vieja como una profunda cicatriz, símbolo de la debacle humana, de la aridez de la tierra que hemos sembrado como especie que todo devora. Este poema es un enorme espejo de aumento que nos muestra “esa cicatriz que cuelga/ de su última arruga” y hace metástasis en Lapidada:// “¡Silencio!/Silencio en el silencio/Silencio antes del silencio/Silencio después del silencio/¡silencio! // para ella el silencio, con su silencio de piedra,/antes de la muerte,/antes de la vida/ // Mujer,/piedra,/muerte/ y silencio/ // Silenciamiento // Silenciada / Silencio.”// Este poema bien podría acompañar a la Adúltera. Recordemos como en La Biblia se condena la infidelidad femenina con la lapidación, práctica que aún se lleva a cabo en algunos países del África de confesión musulmana; sin que el hombre sea nunca castigado. Para los musulmanes incluso la violación a una mujer es considerada adulterio, por lo que la condena oscila entre la cárcel o su vida; eso depende del país donde la víctima resida.// La Prostituta se conduele en el “sótano donde atrapó la niebla”.// En Mutilada la diáspora es vista como una mutilación. ¿Qué es sino la migración obligada una mutilación de nosotras mismas? Cuando se cercenan los orígenes, se cercena lo que más amamos, o sea la esencia que nos hace seres humanos: “En dónde queda/la huella del esqueleto/ si ni siquiera hay cenizas/ en esta demolición?” // Otra diáspora humana, pero invisible, como todas las diásporas la escondemos detrás de los espejos para no contemplar nuestras propias cicatrices. Y si hablo de mutilación es porque pienso en la pérdida de la identidad, de la lengua, de la cultura, en el alejamiento obligado de nuestros orígenes, familia, poblado, casa; es decir, todos los aspectos que nos hacen seres humanos.// Es el caso de Divorciada, otra forma de exilio, de exclusión, del dolor de ser y no ser, la negación del espejo que rechaza nuestra propia imagen para devolvernos la máscara que no tiene astrolabio, ni bitácora; por eso leemos:// “No sé como desaprender/el retroceso de los labios/… //… siempre supe/que la suerte no tiene identidad”.// Por eso en Fea “apela a la oscilación del reloj/la misma que carcome/las campanillas en los espejos”. Y en Discriminada levanta la cara y dice: “Camina entre ese mal olor omnipotente/… // … Confía en los párpados abiertos/y en el giro de la mareas”.// Pero es tal vez en los dos últimos poemas, Ciega y Esclava, donde vemos la condenación eterna que le fue imputada a Eva:// Ciega: “En esta caja me he vuelto compañera/de mis monólogos:/Con ellos descifro/el vuelo del águila, le arrebato/sus tatuajes negros”. No tenemos a nadie, apenas si somos compañeras de nosotras mismas.// Y en Esclava:// “¿Que vives de la sed/ y que no tienes espejos?”// El espejo que antes deformaba se torna en este poema en una sed ancestral, y la carencia del agua impide el reflejo del rostro que desea mirarse a sí mismo, evita por lo tanto el reconocimiento como especie y nos condena al ostracismo perpetuo:// “No vigiles más/ a esos soles siempre esquivos,/recuerda el collar de ágatas que te arrebataron. // El futuro está hecho/de mucho más que tiempo/ y es por algo que tu roca/suda hoy el estaño”.// Estos versos, de contenido altamente metafísico, nos recuerda que como especie que hemos creado Leonardos y Miguel Ángeles o Sor Teresas o Yourcenares, también hemos creado el horno crematorio, la Shoah, pozo oscuro que nos aniquila como especie.