En este blog podrán leerse artículos, poemas o cuentos sobre mujeres y hombres que han jugado un rol decisivo en la construcción de nuestro imaginario colectivo; bien sea a través de la literatura, del arte y por ende de la cultura.
sábado, 13 de octubre de 2012
EDWARD HOPPER VISTO POR PHILIPPE BESSON
Siempre he creído que hay dos artistas que han logrado captar el sentimiento de soledad absoluta y visceral en un lienzo, me refiero a Edgar Degas (1834-1917 ) con su obra El ajenjo y a Edward Hopper (1882-1967) con Halcones de la noche.
En las dos obras se puede observar a una pareja, en una terraza de un restaurante cualquiera de París, en el caso de Degas, y la de Hopper en un bar de Nueva York. Las dos parejas están separadas por siglos de incomunicación y absoluta tristeza, como si a pesar de compartir, probablemente, un lecho y una casa, nunca hubiesen construido nada juntos. Es el espejismo con el que cada uno de nosotros teje su propia apariencia y su propia visión de la relación afectiva. Y es precisamente este cuadro de Hopper la fuente en la que bebió Philippe Besson (1967) para escribir Final del Verano, Habitación de hotel le dio la idea para el libro Decirte adiós, y El faro con dos luces, le dio el tema para su libro Un instante de abandono, donde explora otra forma de soledad. Me refiero a la vida que muchas personas deben afrontar en los pequeños poblados donde la vida obedece a conductas dictadas desde hace cientos de años, y donde la diversidad de pensamiento y la libre orientación sexual son consideradas comportamientos pecaminosos, por lo que son condenados al ostracismo social y a veces a la hoguera, por lo menos desde el punto de vista del repudio social y religioso, que acompañan a la mayoría de las sociedades ancoradas en viejos prejuicios y donde la modernidad nunca ha llegado, aunque a veces cuenten con Internet.
Hopper, cuya exposición puede visitarse en el Grand Palais (París), del 10 octubre 2012 al 28 de enero 2013, es uno de los más grandes pintores estadounidenses. Mientras que muchos de sus contemporáneos representaban el humo de las fábricas, él se dedicó a pintar las casas de Nueva Inglaterra; pero sobre todo a pintar el cataclismo humano. Lo que quiero decir es que pocos artistas han logrado hacer una radiografía de la modernidad como él. Sus temas son ante todo metafísicos, léase soledad, abandono, desesperanza, tristeza, incomunicación humana, desconocimiento del otro, pero también desconocimiento de sí mismo. Cada uno de sus personajes está condenado de antemano a su propio abismo, a su propio infierno, como si no hubiese escapatoria posible. Cada pintura de Hopper cuenta una historia; pero la diferencia con otros pintores anteriores a él, es que la historia no está terminada, cada espectador debe buscarle un fin, como en el cuadro de Degas al que hacía referencia anteriormente; creo que este es un logro fundamental en los dos pintores. Es precisamente esta característica la que le permite a Besson construir su propio mundo narrativo. Él mismo afirma que no le gustan las pinturas que cuentan una historia terminada, donde la posibilidad de imaginación se reduce a su más mínima expresión. Besson afirma que un cuadro debe dejar una parte para que cada espectador construya o imagine el final que más le guste, y yo diría lo que más se acomode a su propia vida o al menos a lo que cree que es su vida. Los personajes de Degas, de Hopper y de Besson arrastran sombras dolorosas, pasados tormentosos, secretos que pesan en la vida de cada uno de ellos, están habitados por el hastío, carecen de futuro, están condenados al ostracismo dentro de sí mismos. Los personajes de Degas y de Hooper son anónimos, son NN que ha vomitado la ciudad, carecen de identidad, son eternos exiliados, extranjeros perpetuos en sus propios cuerpos, con los cuales están obligados a convivir así no lo deseen. Por lo que Philippe Besson trata de nombrarlos, de construirles un pasado, en el que puedan verse a sí mismos, así vean toda la miseria humana escondida en el fondo de su ser; en otras palabras cada uno de ellos capta, a su manera, la fugacidad del tiempo y hacen visible lo invisible.
Y si en literatura Hopper ha influenciado a Besson, en cine es Wim Wenders quien ha sucumbido a su magia, entre muchos otros directores de cine.
Para terminar quisiera hablar de la luz de Hopper y de su cálido colorido. Mientras que el cuadro El Ajenjo de Degas es una atmósfera gris, los cuadros de Hopper son bañados por una luz mágica, como si el sol que los baña fuese permanentemente veraniego.
martes, 9 de octubre de 2012
JEAN-MICHEL BASQUIAT
A finales del 2010 una amiga me invitó a ver un documental sobre un artista cuyo nombre no me decía nada, Jean-Michel Basquiat (dic. 22 de 1960- agosto 12 de 1980), lo mínimo que puedo decir es que al salir de la sala de cine estaba completamente estupefacta; no entendía como era que nunca había oído hablar de un genio como él. El documental fue entonces el abrebocas para esperar con ansías la visita al Museo de Arte Moderno de París (octubre 2010 - enero 2011), que en ese momento presentaba una exposición sobre su obra; a la cual asistí poco antes de su cierre, así que había muy pocos visitantes, por lo que su obra se presentaba ante mis ojos como si no hubiese sido creada para nadie más. Y si el documental me había sumido en una especie de trance hipnótico, sus obras me sacudieron de tal forma que salí del museo con la certeza que mis escasos conocimientos sobre el arte habían sido barridos por un enorme cataclismo que derrumbó los pocos cimientos que había logrado construir a lo largo de mi vida y de mi pasión por las artes plásticas. Lo que quiero decir es que ese día mi supuesto conocimiento de la historia del arte fue sepultado. Entendí que hay una historia del arte antes y después de Basquiat.
Jean-Michel Basquiat, hijo de una puertorriqueña y de un haitiano. Su madre, amante del arte, lo lleva regularmente a visitar museos; Basquiat crece en un ambiente donde se hablan tres idiomas, inglés, español y francés y donde el arte juega un rol muy importante; incluso sus abuelos maternos son músicos e incluyen a Basquiat en ese mundo privilegiado de la interpretación musical. A la edad de 8 años Basquiat sufre un accidente bastante severo, por lo que deberá quedarse por una larga temporada en un hospital. Para hacer más llevadera su “reclusión”, su madre le lleva el manual de anatomía humana, Gray’s Anatomy, y un libro de dibujos de Leonardo Da Vinci. Indudablemente lo que para otra persona habría sido una etapa negra de su vida, para Basquiat fue la posibilidad de entrar de lleno en el mundo de la creación artística, sin profesores, sin academia, sin exámenes, dando rienda suelta a su imaginación, sin barreras de ninguna clase, la libertad creativa, diría yo.
En 1977 el periódico escolar le publica sus primeras obras, unas viñetas que él firma con el seudónimo de Samo. Él mismo contaría que dicho nombre nació el día en que fumó por primera vez marihuana en compañía de su amigo Al Díaz. Pronto su rebeldía, autonomía y deseos de hacer su propia vida, lo llevan a tener conflictos muy serios con su progenitor, por lo que decide abandonar la casa paterna e irse a vivir a las calles de Brooklyn. Rápidamente comienza su carrera como grafitero en SoHo y East Village, la meca de las galerías de los 70, y firma sus obras con el seudónimo de Samo ©. L’enfant terrible, como fue llamado en la Documenta de Kässel de 1982, a la temprana edad de 22 años, siendo el primer artista en ser aceptado a tan temprana edad. Para entonces ya tenía detrás de sí una estela de éxitos y su obra era expuesta en las mejores galerías de arte de Estados Unidos. En 1981 había conocido a Bruno Bischofberger, marchante y coleccionador de arte que representaba a Andy Warhol, y que supo “descubrir” a decenas de artistas que se movían en los circuitos de Nueva York, se los llevaba para su galería y desde allí dictaminaba los nuevos postulados de la estética y daba a conocer los nuevos nombres de los artistas que habrían de marcar toda una época y que habrían de cambiar los rumbos de la creación artística. Es Bischofberger quien decide cuanto pagar y cuanto cobrar por una obra de arte; en otras palabras es él quien pone a circular las obras a precios exorbitantes y los antiguos y nuevos ricos se pelean por comprar las obras que él expone en su galería. Es de anotar que al haber vivido por espacio de dos años en la calle y de no tener nada con que comprar materiales, incluso se prostituía ocasionalmente, comenzó a recuperar todo lo que la gente tiraba en las calles, papeles, cartones, puertas, ventanas, y pintaba, pintaba y pintaba. Una forma de dar paso a un inmenso torrente creativo, pero también de buscar y afirmarse en una identidad que para la sociedad de Nueva York no existía. Me refiero a los latinos y negros, que luchaban por ser aceptados en una sociedad racista, xenófoba y excluyente. Basquiat se asume como pintor negro y hace de su condición étnica y social su bandera y su camino en el universo del arte. Incluso en esta búsqueda en 1986 viaja, en compañía de Bischofberger, a Abidjan, y al mismo tiempo la Kestner-Gesellschaft de Hanover, hace una gran exposición de su obra. Ya en 1984 había conocido a la prestigiosa Mary Boone.
Basquiat, a pesar de su genio, no supo controlar el enorme éxito que le llegó a tan temprana edad. Alcohólico y drogadicto, pronto sucumbió a una profunda depresión, que se vio aumentada en grado sumo a la muerte de Warhol (febrero 22 de 1987), con quien había llegado a tener una verdadera amistad, tanto desde el punto de vista humano como artístico. Es más, yo considero que es a partir del momento en que Basquiat acepta trabajar y exponer con él, que su genio decae. Creo que Warhol no le llegaba ni a los tobillos. De todas formas la crítica no fue condescendiente con esta nueva etapa, por lo que la relación entre los dos artistas se vio seriamente alterada, lo que condujo a una ruptura total; pero el afecto por Warhol no desapareció.
En 1988 expone en París en la Galería Yvon Lambert, en Düsseldorf en la Galería Hans Meyer y en Nueva York; esta vez la crítica está nuevamente de su lado. El 18 de agosto, cuando pensaba viajar nuevamente a Costa de Marfil, muere a causa de una sobredosis, tenía apenas 27 años y estaba en la cumbre de su carrera.
El doumental al que hago alusión es el siguiente:
*Documental: Jean-Michel Basquiat: The radiant child, de Tamra Davis, 1h 28
Recomiendo ver el sitio:
http://www.youtube.com/watch?v=5awMyz6buus&feature=related
martes, 2 de octubre de 2012
LA RUTA DEL ESPEJO - DE LA MEMORIA Y EL OLVIDO O HACIA LA CONFLUENCIA DE LA CONFUSIÓN
De la memoria y el olvido o hacia confluencia de la confusión
Por Germán Sarasty*
Publicado en Papel Salmón el 30 de septiembre de 2012
Este artículo fue inicialmente leído por su autor, Germán Sarasty, en la presentación del libro La Ruta del Espejo, de Berta Lucía Estrada Estrada, Editions du Cygne – París, el 17 de agosto de 2012 en la sede de la Alianza Francesa de Manizales - Colombia.
En La Ruta del Espejo, además de la búsqueda, “Tras las huellas de Helena y de las mujeres abasíes” se entrecruzan el olvido y la memoria, no solo de la manera tan explícita como se menciona en las dedicatorias (A todas las víctimas del Mal de Alzheimer. A todas las tejedoras de historias, cuya palabra las ha salvado del olvido y les ha dado fuerzas en tiempos de infortunio), sino también en los títulos de las partes “Secretos de la tumba de Terpsícore” y “banquete en las estancias secretas de la memoria”.
EL OLVIDO
En la primera parte, al abordar el Olvido, los poemas nos refieren aquello que se esconde detrás de un velo, que aunque sutil, sirve para cubrir un rostro y sumirlo en esa visión nebulosa que presenta al contemplarlo. Esa fue la crueldad que tuvo que afrontar Ulises en su viaje a Ítaca, el riesgo de perder los recuerdos que constituyen razón de vivir.
Definitivamente la pérdida de esa capacidad del ser humano no solo de ir guardando secretos sino también de degustarlos al evocarlos nuevamente cada vez que lo desea, es fatal, ya que todo el conocimiento, las experiencias, las aptitudes y demás contenidos que ha sabido acumular, se van perdiendo como ha ocurrido con las riquezas materiales. Afecta principalmente a quienes nos quieren, y posiblemente ese temor a padecerlo, será como un aliciente para luchar intelectualmente contra su aparición.
LA MEMORIA
En la segunda parte la Memoria, la vemos como artificio para despistar a la muerte, también como posibilidad para inventar nuevas historias y hacerlas creíbles; es el lenguaje como instrumento del demiurgo, para armar la fantasía con la realidad y recrear mundos. En in el disfrute de la mentalidad plena, que nos proporciona placeres menos efímeros que la realidad, lo cual constituye todo un banquete.
Cada arte tiene su propio lenguaje y solo quienes han sabido aprehenderlo y aprenderlo, logran crear, o interpretar, respectivamente, esas obras que el hombre ha producido. Lo vemos en la pintura, la escultura, la danza, la música, la poesía y un innumerable etc. En este caso, ese lenguaje es de una increíble precisión, ya que las palabras usadas deben expresar con exactitud lo que el alma del poeta quiere transmitir, ese sentimiento tan difícil de expresar por el común de los mortales, pero que en manos del poeta nos hace soñar y cuantas veces llorar.
ESTADOS DEL HOMBRE
En la poesía que nos concita, vemos reflejada la angustia del ser, sus temores, sus sueños, sus aspiraciones sus deseos de trascender y como la Filosofía trata de dilucidar los problemas que agobian al ser humano, podríamos hablar de una poesía filosófica, además atemporal, pues no está circunscrita a ninguna época, y aunque tenga mucho de mitológica, tiene más de contemporánea y ese carácter se conservará para futuros lectores.
Pero lo maravilloso, no es solo la presentación de los problemas de la memoria y el olvido, de la vida y la muerte, de la realidad y la fantasía de lo mundano y lo sacro, sino la forma de expresarlo. Un entrecruzamiento de extremos hecho de tal manera que va creando la confusión en que todo ser humano se ha visto o se verá inmerso, estados en los cuales no sabremos distinguir si lo soñamos o lo vivimos, si lo anhelamos o lo logramos, si lo padecemos o nos curamos. Es la magia de la Literatura que nos permite evadirnos o seguir permaneciendo, prolongando placeres.
ENTRE EL MITO Y EL LOGOS
Apreciamos como los poemas de Berta Lucía Estrada tienen la particularidad de entrelazar el mito con el logos, pues presenta problemas vivenciales apelando a un lenguaje metafórico que alude a las mitologías para dar un aire más patético al problema de la muerte que puede considerarse el del condenado a quien le ha sido aplazada su ejecución o el de aquel que ha perdido sus capacidades mentales y se halla inmerso en la zona gris del olvido, como muerto en vida o vivo sin conocimientos.
“Solo tiene la palabra para ver otro amanecer /para engañar otra vez a la Daga/para mirarse en la noche siguiente en los ojos del amante; /sin ella Sherezada sería la amada perpetua de Ia Daga/y el olvido perenne del Califa/sin ella Sherezada sería grano de arena del desierto /espejismo que erra detrás de las caravanas de beduinos /les hace perder el rumbo/los convierte en perpetuos habitantes de Ias dunas”.
LA MUERTE
Se reflejan los problemas que enfrenta el hombre moderno para sobrevivir en un medio que se constituye en una amenaza, pues debe estar en forma permanente demostrando sus competencias, que son por las que lo valoran y las que le permiten salir adelante, de ahí que deba estar preparándose para nuevos desafíos y cada día que trascurre es un triunfo en ese medio laboral, social y económico tan hostil en el cual afronta su problema existencial.
Esa cruda realidad nos muestra cómo los seres humanos morimos para los demás, cuando se olvidan de nosotros, pero esa muerte debe empezar a sentirse, cuando comenzamos a sumirnos en el olvido, en esa terrible pérdida de la memoria, que los demás alcanzan a percibir como algo horroroso, y que quien la padece, seguramente apenas en sus escasos momentos de lucidez, se percata tardíamente de ello.
El recorrido intelectual de nuestra escritora, en el cual ha ido dejando claras huellas, nos ha permitido degustar sus incursiones en la investigación literaria, los ensayos, el teatro, la poesía y en general en la Literatura y hemos visto en su trabajo como ha sabido intercalar la realidad con la ficción, lo subjetivo con lo objetivo, lo cotidiano con lo trascendental, el sueño con la vigilia y de su mano hemos atravesado esos laberintos de la mente que ella ha sabido sondear con tanta maestría.
*Profesional en Filosofía y Letras. Universidad de Caldas.
***
RENÉ MAGRITTE
Mientras escribo estas líneas veo desde mi ventana la torre de una iglesia del siglo XIII , de estilo “Trovador”, uno de los tantos estilos góticos, y al fondo del parque, la que yo llamo la casa de Magritte; sólo que en vez de ser un cuadro es una casa real, como hay muchas en diversas regiones de Francia. Todos los días la miro y siempre me sorprende, ya que dependiendo de la luz del día su fachada cambia, es como si tuviera la capacidad de quitarse y ponerse pieles dependiendo de su estado de ánimo.
Y cuando puedo voy a Bruselas para ver la otra casa, la que Magritte pintó entre 1954 y 1961, llamada El imperio de las luces. En realidad Magritte pintó 17 versiones de este tema emblemático; cuya serie fue realizada gracias a un deseo explícito de los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica. Aparentemente, los cuadros representan una realidad cuasi fotográfica, no obstante, si se observa con los ojos de la sensibilidad artística, se nota claramente una atmósfera misteriosa, como si recorriéramos sus estancias en semipenumbra, sin saber muy bien que podemos encontrar allí. El juego de luces y sombras es una alegoría del día y de la noche, esa dualidad que hace parte de nuestras vidas; pero sobre todo de nuestra interioridad, puesto que sus cuadros reflejan lo que somos como seres humanos, siempre navegando entre la luz y la sombra. Las casas están al lado de un árbol tutelar, como la que tengo al frente de mi ventana, incluso las lámparas que iluminan la calle imitan el reverbero de las casas de Magritte. Al respecto él mismo decía: “Esta evocación de la noche y del día tiene el poder de sorprendernos y de encantarnos. Yo llamo a ese poder: poesía. Si yo creo que esta evocación tiene poder poético, es, entre otra razones, porque siempre he tenido el más grande interés por la noche y por el día, sin que jamás sienta una preferencia ni por el uno ni por el otro.”
René François Ghislain Magritte, (Bélgica 1898-1967), pintor y escultor surrealista, a través de sus obras buscó entablar un diálogo con el espectador, puesto que apela a su inteligencia, a su manera de pensar y de ver el mundo; podríamos decir que cada espectador hace su propia lectura, aunque esto no es exclusividad de dicho artista. Siempre he creído que para que una obra de arte sea universal, debe precisamente tener ese ingrediente. Pienso que para que una obra de arte sea universal debe apelar a la sensibilidad; independientemente de la cultura, de la religión, de la sociedad o del tiempo histórico al que se pertenezca. Por eso no quedamos incólumes ante una escultura de Miguel Ángel, o aún nos estremecemos cuando vemos una obra cicládica, o las pinturas de Lascaux o Altamira, por ejemplo. También es el caso de la música, los cantos gregorianos, o Let It Be -así Magritte no haya alcanzado a conocer esta última- pueden estremecer hasta la última fibra de nuestro ser. Y Magritte entendió tan bien este postulado, que alguna vez dijo: “La poesía escrita es invisible, la poesía pintada tiene una apariencia visible”.
A veces sus frases surrealistas compiten en belleza con su pintura; es el caso de “En esta tarde soleada vi a una joven que esperaba el tranvía en compañía de su cuerpo”. O bien son subversivas, “Mis pinturas han sido concebidas para ser signos materiales de la libertad del pensamiento”. O son verdaderos compendios de teoría del arte, “Solo puedo mostrar lo que es visible en pintura. Lo invisible, es decir, lo que la luz no puede iluminar, no tiene apariencia, por lo que la pintura no puede representarla”. O bien son tratados de metafísica: “Escuchamos los latidos del corazón de los árboles antes que los del hombre”.
Magritte es un poeta de lo invisible. Es un poeta del mundo onírico que subyace en todos nosotros, independientemente si estamos despiertos o si estamos dormidos. Pone imágenes y palabras a lo que nosotros evadimos o a lo que nos negamos de evocar. Magritte es un pintor que habita en el inconsciente de cada uno de nosotros, así lo ignoremos.
lunes, 24 de septiembre de 2012
LAS ARTES DEL ISLAM EN EL MUSEO DEL LOUVRE
El pasado sábado 22 de septiembre el Museo del Louvre abrió al público la nueva sala de arte, consagrada únicamente a las artes del mundo musulmán, y fue inaugurada por el Presidente François Hollande, en un momento que considero emblemático; teniendo en cuenta el período tan sensible y difícil por el cual estamos atravesando. Esta exposición pretende, desde la cultura, recordarnos la necesidad, por no decir claramente la obligación, de la tolerancia religiosa y cultural que todos los pueblos nos debemos los unos a los otros. Pero también es un mensaje a los musulmanes radicales que olvidan, o desconocen, el pasado magnífico que hace parte de su historia. Me refiero, entre otros muchos aspectos, a la literatura erótica de decenas de poetas musulmanes, tanto de la región del Al-Ándalus, como de la literatura persa, para no nombrar sino dos de sus principales exponentes.
La nueva sala fue construida en uno de los espacios abiertos del castillo, conocido como La Cour Visconti. Y si la nueva concepción del Louvre nos sorprendió hace ya varios años con la pirámide realizada por el arquitecto estadounidense, de origen chino, Leoh Ming Pei, hoy nos sorprende con un techo, a la manera de una inmensa pantalla que deja pasar la luz, como si fuese un fino tejido de las alas de una libélula, pero dando la impresión de entrar debajo del desierto, ya que el techo simula el movimiento permanente de las dunas; creación de los arquitectos Rudy Ricciotti y Mario Bellini. La obra es una verdadera proeza desde el punto de vista arquitectónico, y un desafío a la fuerza de la gravedad, puesto que la pantalla en cuestión pesa 135 toneladas y sólo está sostenida por 8 pilares inclinados de un diámetro de 30 centímetros cada uno.
El concepto museográfico fue concebido por Renaud Piérard y está repartido en dos niveles, en un espacio que abarca 3000 m2 que invita a recorrer, más bien a visitar el mundo musulmán, su gran intelectualidad y su refinamiento. La exposición de más de 3000 obras -cerámica, tejidos, arquitectura, joyas, literatura, mosaicos, escultura- nos invita a hacer un recorrido desde el inicio del Islam, siglo VII dc, hasta el siglo XIX.
Y es que a menudo solemos desconocer esta cultura monumental a la que tanto debemos. Occidente no sería el que conocemos hoy en día sin los intelectuales, matemáticos y científicos musulmanes. Una gran parte de la literatura y filosofía clásica fue precisamente dada a conocer por sus eruditos. No en vano la primera universidad del mundo fue creada por ellos en el año 859; me refiero a la Universidad de Al Karaouine, en la ciudad de Fez (Marruecos). En el siglo X la biblioteca de El Cairo tenía medio millón de libros y Córdoba contaba con 700 mezquitas, 60000 palacios y 70 bibliotecas. No en vano allí nació y se crió Ibn Rushd (Córdoba 1126 - Marrakesh 1198), más conocido como Averroes, médico, filósofo, matemático, astrónomo, gran conocedor del Islam, pero también de Aristóteles.
Y si el Museo del Louvre es considerado una de las visitas obligadas para los amantes del arte y para aquellos turistas que solo van a ver La Monalisa, como si se tratase de una divinidad, también será una visita obligada para los amantes de las artes y oficios del mundo islámico y de su arquitectura extraordinaria, como son La Alhambra o la Mezquita de Córdoba, entre muchas otras de su enorme legado cultural e histórico.
viernes, 14 de septiembre de 2012
LA LITERATURA ME HA HECHO LIBRE
Hace unos días recibí una desafortunada petición que el Movimiento Poetas del Mundo, en cabeza de su Director-fundador, el chileno Luis Arias Manzo, me hacía para que apoyase la candidatura de Hugo Chávez Frías, a quien yo considero un dictador; por lo que inmediatamente le escribí exigiéndole que mi nombre fuera borrado de dicho movimiento y diciéndole que ya no deseaba formar parte de la antología que está preparando. No apruebo ninguna dictadura, ni de derecha ni de izquierda, por eso no me gustan ni Fidel ni su hermano Raúl. Y así como rechazo participar en un movimiento que no duda en apoyar a un personaje como Chávez, que tanto mal le ha hecho a Venezuela y a América Latina, tampoco acepto invitaciones para participar en encuentros poéticos en Israel, ya que no comparto la terrible política de exterminio y aislamiento que dicho Estado practica en contra del pueblo palestino.
La literatura me ha hecho libre y espero seguir siéndolo, soy contestaria, rebelde por antonomasia, no comulgo con ningún partido político, ni creo en ninguno de sus representantes, nunca participo de las elecciones, ni pertenezco a ninguna religión, ni soy seguidora de equipos de futbol, ni de artistas, ni de personajes de la farándula, no soy racista, ni homofóbica ni estoy en contra del aborto. Estoy en contra de toda clase de fanatismo, llámese religioso o ideológico, creo en el libre albedrío del hombre; pero también soy consciente que los Estados totalitarios nos ponen una mordaza enorme y que nos encadenan a su forma de pensar y que nos obligan a tener que convivir con sus excesos. Es por ello que considero que para crear un movimiento literario este debe estar por fuera de los compromisos políticos e individuales.
Pueden leer la carta que menciono en el siguiente sitio:
http://www.cubarte.cult.cu/periodico/letra-con-filo/carta-abierta-de-los-poetas-del-mundo-en-apoyo-a-la-reeleccion-del-presidente-hugo-chavez-frias/23061.html
miércoles, 12 de septiembre de 2012
MARUJA VIEIRA, PREMIO VIDA Y OBRA DEL MINISTERIO DE CULTURA
MARUJA VIERA, PREMIO VIDA Y OBRA DEL MINISTERIO DE CULTURA
Es con una inmensa satisfacción que he leído el correo enviado por Guiomar Cuesta Escobar en el que me hace saber del gran y merecido honor que recibió la poeta Maruja Vieira, al ganar el Premio Vida y Obra del Ministerio de Cultura. Su trabajo permanente en pro de la poesía y de la cultura es reconocido con el máximo galardón del Estado colombiano.
Su premio nos visibiliza a las escritoras y poetas, ya que muchos de nuestros homólogos masculinos suelen decir que en Colombia no hay mujeres poetas, y se quedan tan campantes; como un columnista de este diario que decía hace algunos meses que la producción de las escritoras sólo es “blablabla”. Maruja Vieira es una senda que nos muestra, a las que apenas comenzamos, que soñar es posible. Nos habla de los sueños y nos dice que éstos se hacen realidad si asumimos con disciplina y rigor el oficio de escribir, y si aceptamos que hay que arriesgarnos; aunque a veces eso signifique pelearse con imágenes y palabras o ir en contra de la corriente, o estar la mayoría de las veces en el otro lado del río, allí donde no tienen cabida los poderosos de este país que piensan que la igualdad y la justicia son sus enemigas. La vida de Maruja Viera es un ejemplo para Colombia, es una luz que nos ilumina y que iluminó la larga y tenebrosa noche en la que estuvimos tanto tiempo sumergidos, Maruja Vieira es una hermosa e inteligente guía que puede ayudarnos a salir del fondo del túnel en que nos encontramos.
Nota: Ella ha creado un sitio donde podemos leer e imprimir todas sus obras, puesto que entiende que el conocimiento es un patrimonio que nos pertenece a todos; pueden leer sus poemas en el siguiente sitio: http://www.marujavieira.com/
Por último les transcribo uno de sus hermosos poemas:
CARTA A CECILIA
En memoria de Cecilia Quijano Caballero
Los amigos/
te aguardaban en esta primavera,/
cuando las hojas nuevas /
crecen en los castaños de París/
Te aguardaban en este abril /
cuando el sol se refleja multiplicado/
en la cúpula de Los Inválidos /
y un milagroso escándalo de colores/
invade los jardines del Museo Rodin. /
Te aguardaban /
para que les hablaras/
de batallas perdidas /
y de guerras ganadas, /
para que les devolvieras/
-así fuera por un momento-/
la fe que amenaza perderse,/
para que les explicaras /
el derrumbamiento de los ídolos./
Alrededor de tu silencio /
nos hemos reunido esta noche./
Pensamos en un hombre solitario /
en medio de la tempestad/
que ruge y estalla. /
Ahora sin tu mano, /
sin las flores frescas /
todos los días en el escritorio./
Sin tu fuerza, sin tu ternura/
que asomaba de pronto /
como agua limpia entre las piedras./
En este abril de mil novecientos noventa /
mientras los caballos de cristal /
de la primavera /
galopan en el aire frío y transparente /
y el encaje de piedra de Notre Dame /
se esconde entre las últimas neblinas,/
cuando tú ya no estás para siempre /
te recordamos, Cecilia.
viernes, 31 de agosto de 2012
LA LECTORA
La Lectora, título inspirado en el hermoso cuadro de Fragonard, pintor francés del siglo XVIII, es la película de Riccardo Gabrielli, protagonizada por Diego Cadavid, Carolina Gómez y Carolina Guerra, es sólo un intento más de hacer buen cine, en un país que le rinde culto a las telenovelas baratas y más recientemente a todo lo que tenga que ver con la violencia, sobre todo si esta tiene origen en el narcotráfico. La Lectora tiene errores tan elementales, como lo es el grito de “Diego” por parte de uno de los hijos del “Patrón” al comienzo de la película; para ser más exacta cuando están siendo perseguidos en el taxi, el cual es conducido por el personaje que Diego Cadavid representa, o la sonrisa de las prostitutas al final de la película, cuando una de ellas no puede evitar mirar de frente a la cámara. Pero también está la sobreactuación de Luis Eduardo Arango en el momento en que su personaje, llamado El Patrón, sabe que sus hijos han sido asesinados. Otro error, al menos para mí, es el acento del personaje llamado El Alemán,ya que como el actor que lo representa es francés, su acento tónico lo delata en todo momento.
Es una lástima que en un país asolado por una violencia endémica, los directores de cine y televisión no sean capaces de encontrar temas diferentes que podrían ayudar a cambiar a una parte de la sociedad colombiana, por no llamarla más directamente una sociedad enferma, donde los valores y el trabajo honesto se están convirtiendo en algo obsoleto y ridículo. La película, imagino que Gabrielli quiso que fuese de acción, se sumerge en el asesinato, en la mentira, en el engaño, de principio a fin. No sé cuántos muertos hay en la hora y cincuenta minutos que dura este desafortunado filme, de todas formas salí de la sala de proyección con la sensación de haber perdido mi tiempo y mi dinero en un proyecto cinematográfico que no pudo madurar, como si el director sólo buscase fama y dinero de la noche a la mañana. Tampoco sé si lo que buscaba era hacer El Padrino colombiano, pero si esa era su meta, se quedó sólo en un deseo abortado.
lunes, 20 de agosto de 2012
EL POETA Y EL MÚSICO EN LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL
Los personajes de la literatura mal llamada infantil y juvenil, corresponden a veces a estereotipos occidentales, que de una u otra forma están tan arraigados en el imaginario de la cultura que en cierta forma nos inducen a aceptar o a rechazar a una persona que, consciente o inconscientemente, relacionamos con un personaje determinado; el caso más concreto es la bruja, y sobre el cual ya escribí un artículo que puede leerse en este blog. Es por ello que hoy haré referencia a dos personajes que a veces pasan desapercibidos en los cuentos de hadas tradicionales, pero que tienen un significado muy importante en nuestra forma de pensar y actuar, por lo cual haré un paralelo entre la literatura china y la occidental.
En la literatura infantil china encontramos dos personajes que adquieren características fantásticas: el poeta y el músico; a diferencia de la literatura occidental donde el poeta y el músico son simples mortales, en la China, por el contrario, pueden convertirse en héroes míticos, lo que les confiere el poder de la inmortalidad y de la eterna juventud:
“- Los poetas, amigo mío, no envejecemos nunca... ¿No recuerdas que nuestros maestros repetían continuamente que los antiguos poetas siguen eternamente vivos?
-Sí, lo recuerdo; pero nunca oí decir que un poeta se haya enriquecido con sus poesías, ni haya llegado a la opulencia.
Y sin embargo, yo debo mi riqueza, mi juventud y mi felicidad a una de mis poesías”. (La Reina del Lago Tung-Ting – Cuento popular chino).
En este cuento el poeta es honrado y respetado, otorgándosele el lugar que nunca debió haber perdido:
“La Reina ordenó que se celebrara un banquete en honor del huésped. Este tuvo que recitar el poema que había escrito en el pañuelo de la princesa...”.
Esto nos recuerda la vida de las castellanas occidentales, cuando sus jóvenes admiradores, caballeros que estaban al servicio del rey o del señor del castillo, les componían versos para procurarse, por lo menos, una mirada de sus augustas señoras. Pero estos casos eran aislados, por lo general el poeta en Occidente ha sido considerado como un paria de la sociedad, como un mendigo que vaga de pueblo en pueblo en busca de su subsistencia. Al menos esa era la visión que se tenía en la antigua Grecia, como nos lo cuenta Hermann Fränkel:
“... el cantor iba de lugar en lugar. Acudía a muchas puertas extrañas sin saber si se le abrirían. Si era admitido, probablemente permanecería en el umbral, en el lugar de los mendigos, esperando la invitación para sentarse en el salón. Así vemos largo tiempo la mesa de sesiones del palacio real de Itaca por los ojos de Ulises y desde la perspectiva del umbral. En gratitud por la hospitalidad, el cantor debía plegarse a cualquier indicación del amo y sus huéspedes para divertir a los comensales” (Poesía y Filosofía de la Grecia Arcaica, de Hermann Fränkel ).
Sin embargo, el poeta o cantor, como es lógico suponerlo, debía sentirse bastante humillado, puesto que estaba consciente de su superioridad intelectual frente al rey que lo acogía en su palacio. Al igual que Ulises, los poetas eran viajeros que habían recorrido el mundo conocido hasta entonces, habiendo aprendido otras formas de pensar y de ver la realidad. Para asegurar su sustento, al menos durante unos días, era necesario que el interés de la audiencia por el tema que estaba siendo cantado no decayera, de lo contrario el poeta debía alejarse del lugar y buscar otro sitio para ser acogido. De ahí la enorme extensión de los cantos épicos y la libertad que se tenía para alterar el texto, sobre todo en la épica no escrita: interpolaciones, olvidos aparentes o recreaciones del texto anterior.
Hermann Fränkel hace alusión a un investigador bosnio de nombre Murko, quien realizó un trabajo de campo, en los albores del siglo XX, con los cantores de su tierra, habiendo descubierto que estos hombres dominaban en promedio 30 o 40 cantos, en algunos casos hasta 140. Y cada canto podía tener una duración de tres horas, llegando incluso a las 7 y 8 horas, dependiendo hasta que punto el cantor hubiera logrado captar la atención del público, podía alargar o acortar una recitación. Por lo tanto, el material siempre era reinterpretado, nunca era narrado mecánicamente. Según Fränkel los cantores homéricos actuaban de la misma forma.
En la Europa Medieval son los juglares que recorrían los feudos, cantando y contando los últimos sucesos acaecidos en remotas tierras, los que reemplazaron a los antiguos cantores helenos. Al igual que los antiguos griegos, la sociedad medieval miraba con menosprecio la actividad del juglar. No obstante, en Occitania el trovador gozó de todos los honores, ya que la reina Leonor, fiel a la memoria de su abuelo Guillermo IX, el trovador, instauró las cortes de amor, lo que muy pronto dio lugar a un género literario conocido como el amor cortés; siendo María de Francia, con sus Lais, una de sus principales representantes. Pero este caso no deja de ser la excepción que confirma la regla. Puesto que el poeta ha sido siempre visto como un paria, un pobre loco o un soñador.
Más recientemente, en el siglo XIX, los poetas fueron considerados “malditos”, como fue el caso de los poetas simbolistas: Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé, o encarcelados como Verlaine. Los poetas, por salirse de todos los convencionalismos de la época victoriana, eran condenados al ostracismo social y a la vejación. La cárcel también fue el castigo social que se le impuso al novelista Oscar Wilde, cuyo único delito fue haber amado con locura a un hombre más joven que él.
Tanto los cantores griegos, como los juglares, siempre acompañaban sus narraciones épicas con música. Es el caso de “El señor de los Anillos”, donde la narración épica, hecha canción, tiene una importancia primordial. A todo lo largo de la obra se narran acciones por medio de este género literario, y las canciones más hermosas son cantadas en la lengua de los elfos, de quienes se dice que son los creadores de las palabras antiguas.
Este aspecto también lo encontramos en otro cuento chino “Los Crisantemos Verdes”. En este cuento el músico también es poeta y como los juglares europeos cumplía una doble función: entretener con hermosas canciones (poesía y música), e informar sobre los últimos acontecimientos que se habían desarrollado en algún lugar del inmenso territorio: “- Ese músico es merecedor de gran consideración”.
Este aspecto de la literatura infantil china es importante, puesto que generalmente en la literatura occidental quienes logran ser reconocidos por la sociedad, son los mercaderes, banqueros o hijos de príncipes; pero rara vez personajes de origen humilde. En cuanto a los personajes que deciden no ejercer un oficio que les procure dinero y poder, como son el ejercicio de la poesía y de la música, son prácticamente inexistentes, aunque no hay que olvidar e hermoso cuento de "El flautista de hamelín"; pero recordemos que al final, y después de haber ahogado a todas las ratas que asolaban el pueblo, el flautista terminó por llevarse a los niños, como represalia por no haber sido pagado por su trabajo. Es decir, se le desconoció el trabajo realizado, ya que los personajes del pueblo no reconocieron su oficio de músico, más bien lo equipararon a un vago, léase un paria de la sociedad; contrario al imaginario chino, donde el poeta y el músico gozan de prestigio y respeto.
________________________________________
lunes, 30 de julio de 2012
XXVIII ENCUENTRO DE MUJERES POETAS DE ROLDANILLO
En la semana del 17 al 22 de julio 2012 se llevó a cabo el XXVIII Encuentro de Mujeres Poetas de Roldanillo, en ese hermoso y simbólico lugar que es el Museo Rayo y aunque sólo he asistido desde el año 2010, considero esta versión como la más mágica de las tres.
La poeta Águeda Pizarro-Rayo desempeña un rol importantísimo en la poesía colombiana, aunque algunos medios de comunicación, sobre todo los nacionales, no resalten la labor de tejedora de las palabras y de la interculturalidad que realiza desde hace casi tres décadas. Águeda Pizarro-Rayo es una discípula de Penélope y de Aracné, en ella confluyen la erudición, el bilingüismo, el amor por el descubrimiento de otras culturas, además de saberse legataria de varias formas de pensar y de actuar. Su respeto por la otredad, su tolerancia y esa capacidad que tiene de asombro ante las pequeñas y grandes cosas es algo que no todos los seres humanos poseemos, menos en este mundo en el que nos hemos dejado llevar por una vida fácil y consumista y donde la intolerancia es el común denominador de nuestro diario vivir.
El XXVIII Encuentro de Mujeres Poetas de Roldanillo acogió en su seno alrededor de 200 poetas, en un país donde nuestros homólogos masculinos dicen que las mujeres poetas no existimos o como escribía un columnista en días pasados cuando lo hacemos es puro BLABLABLA - de cuyo nombre prefiero no acordarme-, sin darse cuenta que era él quien escribía sin razonar y con escaso o nulo conocimiento de la literatura escrita por mujeres sin darse cuenta que era él quien escribía sin razonar. Esta fiesta poética reúne mujeres de todas las clases sociales, económicas, religiosas o no, de todas las edades, de todas las formaciones académicas, sin importar si se ha asistido a una universidad o no, si se es una poeta de renombre o no, si se tienen libros publicados o no.
Al Encuentro asisten poetas afrocolombianas y de las etnias indígenas, como las Emberá-Chamí; haciéndose por lo tanto lecturas bilingües que enriquecen la musicalidad propia de la poesía y nos muestran que Colombia es un país multicultural, multiétnico y multirreligioso; se hicieron incluos lecturas en quechua, en palenquero e incluso en griego. también hay espacio para la música, el teatro, la danza, las artesanías, las artes plásticas; en cuanto a esta última manifestación artística, vale la pena nombrar la extraordinaria exposición de Angela Villegas, la pintora vallecaucana, y a quien descubrí en dicho Encuentro.
Por otra parte, es importante hablar del Concurso de Poesía Ediciones Embalaje-Museo Rayo, el cual ha venido reivindicando y dando a conocer a las mujeres poetas colombianas; muchas de ellas rechazadas por las grandes editoriales que solo piensan en el factor dinero y en cuanto van a vender y a veces dejando a un lado la calidad estética de la obra a publicar. Es importante anotar que el pasado concurso fue ganado por la poeta Clara Shoenborn, con el libro "Los oficios en clave de Atenea".
Para terminar quisiera terminar con una carta abierta a la poeta Águeda y a otras magas:
En ustedes me reconozco como integrante de una cofradía, la cofradía de la palabra, la cofradía del verbo. En ustedes me reconozco como una antigua sacerdotisa que cura el desarraigo con el bálsamo de la poesía. Con ustedes sé que no estoy sola, sé que hago parte de una catarata que rompe los espejismos y deja atrás la melancolía.
Los Encuentros y Concursos de Mujeres Poetas son una fiesta, una oda a Píndaro, a la bella Safo de Lesbos, pero también a Orfeo y a Eurídice; gracias a ustedes comienzo a sentir que camino en terreno firme y que ya no voy a ahogarme en el fango del olvido.
Gracias Águeda, Berta Lucía Estrada
viernes, 27 de julio de 2012
APOYO A MÓNICA ROA
Muchas mujeres de este país estamos en deuda con la abogada Mónica Roa, pocas como ella han tenido la valentía de luchar por nuestros derechos sexuales y reproductivos enfrentando a una sociedad pacata, conservadora, de doble moral y misógina como la colombiana. Una sociedad que se deja controlar aún por la Iglesia católica, ancorada en una ideología de la terrible y siniestra época de la Inquisición, que poco o nada tiene que ver con los hombres y mujeres del siglo XXI; así personas como el Procurador Ordoñez, o su fiel servidora Ilva Myriam Hoyos, sean los adalides de una Iglesia sumida en escándalos de pedofilia o de curas que dejan hijos regados, como es el caso del expresidente paraguayo.
El derecho a la reproducción atañe a cada ser humano, y ningún hombre o mujer puede intentar legislar en nombre de los derechos que ellos creen únicos y universales. El derecho al aborto, en condiciones de salubridad y de seguridad para la salud mental y física de la mujer no debería ni siquiera ponerse en tela de juicio; máxime en un país donde la educación sexual está mal vista, no olvidemos que Ordoñez se opone a ella, y donde el abuso sexual es pan de todos los días. ¿Cuántas de nuestras niñas, sin olvidar a los niños por supuesto, son violadas día a día al interior de sus propios hogares? ¿Qué dicen al respecto el fanático Ordoñez o su servidora Hoyos? ¿Consideran dicha situación normal? ¿Acaso el Estado y la Iglesia hacen algo por los miles de niños nacidos de la violencia y condenados a la repetición de la misma? ¿O los que están condenados a malformaciones congénitas?
Somos muchas las mujeres que hemos abortado, pertenecemos a todas las clases sociales y económicas, somos mujeres de todas las edades y de todos los niveles educativos; sin que por ello arrastremos eternos sentimientos de culpa judeocristiana como la de la ex actriz de televisión y ahora funcionaria nombrada por el procurador. Un hijo solo debería venir al mundo cuando es plenamente deseado y amado, ninguna mujer debería ser obligada a traer un niño al mundo, menos cuando su embarazo es la consecuencia de una violación. No hay que olvidar que el drama del aborto es en muchos casos consecuencia directa de la falta de educación sexual, a la cual se opone el procurador en cuestión.
Los personajes como Ordoñez y Hoyos, entre otros, son en realidad enemigos de la mujer; en vez de velar por nuestros derechos nos atacan y atacan a mujeres como Mónica Roa, cuando una gran parte de la sociedad debería estarle agradecida por haber logrado despenalizar el aborto en las tres únicas excepciones que la ley colombiana lo estipula. Considerar que la píldora del día después es “abortiva”, sólo demuestra la ignorancia de dichos personajes, y demandar a Mónica Roa demuestra una vez más su fanatismo malsano y aberrante.
Las personas que por razones religiosas, entre otras, decidan no abortar están en todo su derecho, lo que no pueden hacer es imponer su forma de pensar a los demás. No olvidemos que Colombia, pese a quien le pese, es un Estado laico, y como todo Estado de Derecho está en la obligación de velar por el bienestar de todos sus ciudadanos, no de seguir imponiéndonos leyes y costumbres que nos sumen en la tragedia humana que nos venden como una de las posibilidades de acceder al paraíso eterno.
Pueden ver la entrevista de Cecila Orozco al SJ Carlos Novoa, "El aborto terapeútico es ético" en mi blog el Hilo de Ariadna de www.elespectador.com
http://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2012/07/26/el-aborto-terapeutico-es-etico-sj-carlos-novoa/
viernes, 13 de julio de 2012
CIEN AÑOS DE SOLEDAD: MITO
EL REINO DE ESTE MUNDO, PEDRO PÁRAMO, CIEN AÑOS DE SOLEDAD, rompen con los postulados de una narrativa facilista y descriptiva, para sumergirnos de golpe en un mundo que va mucho más allá de las tesis del surrealismo que propugnaba André Bretón o del realismo mágico de Franz Roth. Este rompimiento se da por la irrupción de lo real maravilloso (que difiere del realismo mágico) en las letras hispanoamericanas; los escritores transcribieron el mundo circundante, el mundo americano que nunca ha dejado de maravillar a los europeos; al respecto Alejo Carpentier decía: "Lo real maravilloso nuestro, es el que encontramos en estado bruto, omnipresente en todo lo latinoamericano. Aquí lo insólito es cotidiano, siempre fue cotidiano". Esta irrupción tuvo como consecuencia directa el lanzamiento publicitario del boom, e hizo que la crítica literaria se revaluara, labor que exigía de los críticos nuevas disciplinas y nuevos enfoques que permitieran un acertado análisis y comprensión de la obra. Dentro de las nuevas disciplinas se encontraba el estudio del mito que permitiría una reivindicación y un acercamiento a las ricas tradiciones orales del continente, dando así una visión más amplia y más real al análisis del discurso literario. Las concepciones del espacio sagrado y espacio profano, de tiempo lineal y tiempo circular, como la explicación de la labor del chaman, son ampliamente desarrolladas, lo que significa que la literatura, la antropología, la historia de las religiones, la sociología y la etnología se unen con el fin de lograr una acertada interpretación del texto literario.
Lo sagrado y lo profano en el espacio macondino
La búsqueda de un territorio, instalarse en él, fundar una ciudad o un pueblo, construir la vivienda -según Mircea Eliade-, presupone una decisión vital del fundador y de la comunidad a la que pertenece, puesto que fundar significa "crear el cosmos", sacralizar el espacio escogido para habitar. En CIEN AÑOS DE SOLEDAD somos partícipes de la búsqueda de ese territorio, José Arcadio Buendía parte al exilio acompañado de algunos seguidores hacia una tierra nueva. La causa de su exilio es el castigo por dos transgresiones sagradas: el incesto y el asesinato de Prudencio Aguilar, asesinato comparable al fratricidio cometido por Caín; ya que en las sociedades naturales los miembros de una comunidad se consideran entre sí hermanos, de ahí que la mayoría de ellas sean sociedades exogámicas. Por otra parte si se considera desde el punto de vista cristiano todos los hombres son hermanos y el asesinato de uno de ellos sería la reconstrucción del asesinato primordial anteriormente referido:
"-Está bien Prudencio -le dijo-. Nos iremos de este pueblo, lo más lejos que podamos, y no regresaremos jamás. Ahora vete tranquilo. Fue así como emprendieron la travesía de la sierra. Varios amigos de José Arcadio Buendía, jóvenes como él, embullados con la aventura desmantelaron sus casa y cargaron con sus mujeres y sus hijos hacia la tierra que nadie les había prometido".
José Arcadio Buendía debe abandonar la tierra de sus antepasados y buscar una nueva que le permita expiar y borrar la culpa cometida. Es así como comienza el éxodo por entre el pantano, las llanuras, la selva, teniendo que soportar las condiciones de un clima inclemente. El viaje significa la travesía obligatoria del espacio profano, del caos.
Revelación del espacio sagrado: Cuando un objeto, un territorio o un animal se nos manifiestan como elementos sagrados se habla de la aparición de una hierofanía. Todo el cosmos es susceptible de devenir una hierofanía: un árbol, una piedra, un lago, una montaña, una estrella. La revelación puede ser provocada por el hombre o puede producirse bien sea mediante un trance chamánico o por un sueño tenido por el patriarca o jefe de la comunidad:
"(cuando) acamparon junto al río... José Arcadio Buendía soñó esa noche que en aquel lugar se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo. Preguntó qué ciudad era aquella, y le contestaron con un nombre que nunca había oído, que no tenía significado alguno, pero que tuvo en el sueño una resonancia sobrenatural: Macondo".
Este sueño no sólo recoge la tradición judeo-cristiana del sueño de las escalinatas de Jacob, sino que nos sumerge en el mundo africano reinante en el Caribe. Macondo es una palabra yoruba que significa banano. La palabra es sagrada, pero su significado es profano. Sagrada, porque protege a Macondo de los males exteriores mientras que éste se encuentre aislada del resto del país, y profana, por la explotación lucrativa de la fruta, lo que acarreará el comienzo de su desaparición. Este es uno de los más graves signos de decadencia y descomposición social que azota el pueblo.
Etnocentrismo: Los griegos denominaban a todo aquel que no había nacido en territorio helénico con el apelativo de "to xeno" (el extranjero). Luego extranjero se convirtió en "bárbaro", denominación apropiada más tarde por los romanos, sirviéndoles de baluarte en la campaña de extensión de su Imperio. Posteriormente Occidente la remplazaría por el término de "salvaje", siendo este último el utilizado en nuestros días. En los dos casos se niega la existencia de una cultura diferente a la del pueblo que se autodenomina como "civilizado". En la mayoría de los grupos étnicos -considerados por Occidente como salvajes- la humanidad se restringe a su tribu o las tribus que conforman su grupo lingüístico, hasta el punto que muchas de ellas tienen una palabra especial que los designa como seres humanos mientras que a los demás grupos se les asigna una palabra que carece del significado esencial de hombre. Esto es lo que comúnmente se conoce como etnocentrismo, lo que ha dado como resultado la persecución, el avasallamiento y la aniquilación de innumerables grupos étnicos.
El etnocentrismo está íntimamente ligado a las tradiciones míticas de todos los pueblos. Es por ello que para cada comunidad el espacio que ocupa no sólo es sagrado sino que lo considera el centro del mundo. Cuzco significa en quechua "el ombligo del mundo", pero también es el centro el Monte Meru de la India, el Monte Sinaí, la Sierra Nevada de Santa Marta, y en el mapamundi ideado en el siglo XVIII, y aún utilizado en nuestras escuelas, Europa aparece en el centro de la tierra, lo que difiere bastante de la realidad. Macondo no puede escapar a esta concepción etnocentrista. Es así que José Arcadio Buendía se atormenta con la idea de "un Macondo peninsular", y mientras esta idea subsiste sus habitantes viven en perfecta armonía: "Era en verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta años y donde nadie había muerto". Es sólo con la llegada de los forasteros que trae Úrsula de su primer viaje, que esa armonía comienza a ser quebrantada, y Macondo comienza progresivamente a degradarse, pasando de ser un espacio sacro a un espacio profano.
Axis-Mundi: La revelación de una hierofanía ocasiona una escisión en el espacio y una abertura hacia el cielo (el mundo de los dioses) y hacia abajo (el mundo de los muertos), abertura que permite la comunicación de los tres niveles cósmicos: cielo-tierra- infierno. Para que la comunicación se produzca es necesario una columna universal o Axis-Mundi, ésta se encuentra enclavada en las entrañas de la tierra y a su vez sostiene el cielo. El Axis-Mundi, es en realidad un eje cósmico y a su alrededor se extiende el mundo. El Axis-Mundi, como todo eje, se encuentra en el centro, en este caso en el centro de la tierra; puede ser representado por una montaña, una escalinata, una cúpula o un árbol.
En Macondo encontramos almendros eternizados por José Arcadio Buendía, y él mismo va a estar atado durante los últimos años de su vida al castaño de su casa. Este castaño es en realidad el Axis-Mundi que le permite emprender el viaje extático característico de todo chamán.
Construcción de Macondo: En los pueblos naturales es el chamán quien decide la ubicación de la maloca o de las tiendas, y su construcción es, por lo general, una fiel copia de la vivienda de los ancestros míticos y siempre va acompañada de la recitación del mito cosmogónico.
En CIEN AÑOS DE SOLEDAD la recitación está de hecho representada en el nombre mismo del patriarca: José Arcadio Buendía. La Arcadia era una zona de pastoreo del Peloponeso antiguo. La literatura bucólica la toma siempre como escenario de sus acciones. La Arcadia, es un lugar ideal, armónico, y las historias que allí se desarrollan tienen, como común denominador un final feliz: "...era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la aldea, había dispuesto de tal modo la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor".
El pueblo es, en su totalidad, una fiel copia de la casa del patriarca.
Otra de las características sagradas de Macondo la encontramos en una frase de Úrsula:
"-No nos iremos -dijo-. Aquí nos quedamos, porque aquí hemos tenido un hijo.
-Todavía no tenemos un muerto -dijo él-. Uno no es de ninguna parte mientras no tenga ningún muerto bajo la tierra.
-Si es necesario que yo muera para que se queden aquí, me muero."
Ningún espacio sagrado puede abandonarse, este mismo tópico lo encontramos en la narrativa de Juan Rulfo.
Regreso al caos: Todos los males de Macondo provienen del exterior, son siempre elementos o personas foráneas los causantes de la profanación del espacio. Las primeras casas son de cañabrava y sus techos de paja son reemplazados luego por techos de zinc. El retorno al caos implica que Macondo tendrá que soportar siete plagas antes de desaparecer por completo de la memoria de los hombres:
1. La fiebre del insomnio: Traída por Rebeca.
2. La rivalidad entre Rebeca y Amaranta: El causante es Pietro Crespi.
3. La violencia: Proveniente del gobierno conservador. Hasta ese momento Macondo se había mantenido alejado del gobierno central, pero la llegada del corregidor Moscote y la posterior violación de las urnas en favor del gobierno que representa, marcan el inicio de las 32 guerras civiles que emprenderá el Coronel Aureliano Buendía.
4. La fiebre del banano: Comienza con la explotación de la fruta por parte le la United Fruit Company, representada por Mr. Brown.
5. La masacre de las bananeras.
6. El diluvio: Que durará 4 años, 11 meses y 2 días.
7. El olvido: "Macondo olvidado hasta por los pájaros, donde el polvo y el calor eran tan tenaces que costaba trabajo respirar"
Las 7 plagas significan la destrucción total del pueblo, y el caos, que había comenzado a apoderarse tiempo atrás de la casa de los Buendía y del pueblo, termina su labor, lo borra definitivamente de la memoria de los hombres, como si nunca hubiera existido un villorrio llamado Macondo ni donde sus habitantes hubieran sido los más felices de la tierra:
'"...empezó el viento tibio, incipiente... cuya potencia ciclónica arrancó de los quicios las puertas y las ventanas, descuajó el techo de la galería oriental y desarraigó los cimientos... (porque) las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra"
El Apocalipsis puede producirse por medio del diluvio, del fuego o del calor; en el caso de Macondo, es un verano tórrido. La misma visión la encontramos en La Biblia:
"Se convertirán sus torrentes en pez,
su polvo en azufre,
y se hará su tierra pez ardiente".
Nota: La totalidad de este artículo puede leerse en el sieguiente sitio:
http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/estrada_berta_lucia/elementos_miticos_en_garcia_marquez.htm
domingo, 8 de julio de 2012
FANNY BUITRAGO
Escribe su primera novela, El hostigante verano de los dioses, a la edad de 18 años.
Ha incursionado en la poesía, en la literatura infantil y en el teatro y ha sido guionista de programas de televisión.
Con respecto a la obra El hostigante verano de los dioses, Luz Mery Giraldo dice lo siguiente: “Manifestándose como una joven promesa revolucionaria que cambia de perspectiva el espacio novelesco, al romper las estructuras convencionales y
señalar formas mucho más complejas que desarticulan el lenguaje y ahondan en problemas existenciales propios de experiencias modernas, donde la fatalidad, las frustraciones, los amores y los desamores, guiados por una autoconciencia novelesca, establecen los nexos de una indagación con características policíacas. Al interior del mundo caótico recreado, el lector evoca la condición humana de ciertos personajes faulknerianos, en un pueblo marcado por la fatalidad y entrelazado a la autonomía del escritor que desde una voz narradora, al final de la novela pregunta: «¿Quién escribió por fin ese libro?», y deja en el aire la respuesta que compete a la autoría de todos”.
En cuanto a su novela Cola de Zorro (1970), es considerada por Raymond Williams como una fehaciente muestra de esa década, en la que la literatura comenzó a tomar caminos diferentes a los trazados por el Boom latinoamericano. Además, la considera una verdadera joya literaria, opacada por el éxito sin precedentes de Cien Años de Soledad; fenómeno que afectó a mucho escritores colombianos que tuvieron que escribir ocultos por su sombra. No obstante, yo agregaría que no fue sólo Cien Años de Soledad, la causa de la invisibilidad de Fanny Buitrago, sino también el hecho de ser una obra escrita por una mujer; ya que Colombia es un país que ha mirado este oficio como eminentemente masculino y que aún hoy le cuesta mucho aceptar que las mujeres escriben y que pueden hacerlo muy bien. No para “entretenerse”, o para “desahogar” su neurastenia, como muchos creen, sino por convicción, por pasión, con preparación y con verdadero talento.
Y si dicha invisibilidad era evidente hace 40 años, hoy lo es mucho más. Fanny Buitrago es una gran desconocida en cuanto que su obra no se lee, o al menos muy poco. La mayoría de la gente ni siquiera ha oído hablar de ella, a no ser que se pertenezca al cerrado círculo de amantes de la buena literatura colombiana; desconociendo de esta forma su enorme valor literario, y desconociendo, igualmente, que es una autora traducida a varias lenguas y ganadora de varios premios internacionales.
ALGUNOS DE SUS PREMIOS:
Premio Nacional de Teatro de Cali (1964), por El hombre de paja, obra incluida en Las distancias doradas
Premio de la Temporada de Verano de Buenos Aires (1965) por una adaptación de relato “La garza sucia” para el ballet a cargo del coreógrafo argentino Roberto Trinchero.
Finalista del Premio Biblioteca Breve Seix Barral en 1968, por Cola de zorro.
V Premio Unesco – Editorial Voluntad (1979) por “La casa del abuelo”.
Premio Villa de Avilés (Asturias) (1984) por “Tiquete a la pasión, compilado en ‘‘¡Líbranos de todo mal!.
Premio Felipe Trigo de Narraciones Cortas - (España) en 1987
Aspectos míticos en la obra de Fanny Buitrago
Una de las principales características de la literatura latinoamericana, es la de haber hecho del mito una fuente inagotable de conocimiento, de creación y de reinterpretación de la realidad. Fanny Buitrago utiliza el mito para hacernos conocer su visión de la mujer y el drama que debe soportar. Pero antes de analizar este aspecto de su obra literaria veamos que es el mito en sí mismo:
“El mito es considerado como una historia sagrada, por lo tanto es una “historia verdadera”, puesto que se refiere siempre a las realidades… De hecho el mito relata las gestas de Seres Sobrenaturales y la manifestación de su poder sagrado, se convierte en el modelo ejemplar de todas las actividades humanas significativas.” (Eliade, Mircea. Aspects du mythe)
Esta definición es la clave, no solamente para comprender el mito en sí mismo, sino también para poder acercarnos a la ficción de Fanny Buitrago; pero sobre todo, para comprender el tema que estamos tratando de analizar: la problemática de la mujer a través del mito.
Abia, personificación del mito
Abia, es un personaje femenino bastante complejo y el cual conocemos solamente por alusiones hechas por su círculo de amigos, ya que son muy pocas ocasiones en las que ella hace irrupción directamente. No obstante, está presente a todo lo largo de la obra y cada personaje gira alrededor de ella. Abia es la simbiosis del bien y del mal:
“Abia es una que tendría la culpa si el rio se desbordase. Las personas como ella son culpables de lo bueno y de lo malo que le sucede a los demás.”
(Buitrago, Fanny. El hostigante verano de los dioses. Op. Cit. Pág. 19)
Abia podría muy bien ser la síntesis de Eva, puesto que todas las faltas recaerían sobre ella, incluyendo los fenómenos naturales; lo que hace de ella un ser sobrenatural capaz de manipular todo lo que la rodea, sin que nadie pueda oponérsele, es capaz de aniquilar la fuerza de voluntad de todos los que la rodean:
“Tuve que ser útil para manejarlos, inconsciente para que obedecieran… ¡Los engañé a todos! … Tan niños y tan ingenuos siempre.” (Ibídem, Pág. 334)
Su inutilidad y su apariencia débil, en realidad representan su fuerza:
“Abia es sólo una niña. Una niña débil que necesita del cuidado de los demás.
-Pero yo no lo creía.
-Esa debilidad le da el poder… La temí desde que llegó.”
Abia, una niña grande que conserva aún su alcoba llena de muñecas, y que aún no ha menstruado:
“¿Te vino ya la regla? Si, el período…
¡Ah! ¿Esa cochinada que moja por debajo?
Claro…
No, Olga me hace remedios. Yo no me los tomo. No quiero que me moje esa porquería.”
Este párrafo es la clave que permite comprender el carácter de Abia, pero sobre todo para entender porque todos los personajes que la rodean viven en función de ella, por ella y para ella. El hecho de no haber menstruado, la convierte en un ser inmaculado puesto que la sangre -según Mircea Eliade- representa para numerosos pueblos la mancha, la representación de una falta, de una transgresión. La llegada de la regla supone, para muchas mujeres, la obligación de separarse del grupo al que pertenecen mientras dure el período:
“La iniciación (de la mujer) comienza con la primera menstruación. Este síntoma fisiológico representa una ruptura, es el desprendimiento brutal de la jovencita con respecto a su mundo familiar: es inmediatamente separada de la comunidad… (es colocada) en una cabaña especial, en el matorral… (ella) debe evitar el sol o evitar ser tocada por cualquier persona. … la segregación comienza con la menstruación”. (Mircea Eliade, Op. Cit.)
Abia, en lugar de convertirse en una verdadera mujer (desde el punto de vista fisiológico y desde el punto de vista de la cultura dominante), se convierte en un mito:
“¡Esa risa tintineante de Abia!
Abia, te ríes como un niño de pecho que acaba de despertar junto al pecho de su madre. … Ríes como el comienzo de la vida, cuando no ha sufrido, ni presentido el dolor. Ríes para ti sola, sin tenerme en cuenta, sin pensar que estoy aquí: tuyo, labrado y cosechado para tus manos.”
Abia, es comparada al “tiempo primigenio”, al tiempo de los orígenes del hombre. En ella están representados el caos y la armonía, lo pagano y lo sagrado. El momento de la muerte (de su muerte) está lejos de representar la tragedia cotidiana común a todos los mortales; puesto que vivir, con una concepción del tiempo lineal, significa, al momento de morir, el encuentro con el NÉANT (la nada). Pero para Abia su muerte es la ocasión de festejar con sus amigos:
“En la mañana había despertado con una obsesión: quiero una fiesta y verlos a todos hoy: Leo, Inari, Hade… todos los que me hicieron los días amables.”
Sin duda, porque ella, más que nadie, es consciente (o cree serlo) de su esencia sobrenatural. La muerte significa solamente el preludio de un nuevo nacimiento:
“Lo esencial no es el hecho del fin, sino la certeza de un nuevo comienzo.” (Eliade, Mircea. Op.cit)
Su muerte es en realidad el comienzo de una nueva vida, de una vida plena, gracias al mito. Abia, niña-mujer, ha pasado de la categoría de ser sobrenatural, que vive en cada uno de sus amigos, a vivir en las leyendas del pueblo; transformándose de esta manera en una heroína de la tradición oral:
“Naciste tan incompleta que no necesitaste de dones, Abia… estabas destinada a morir, y ningún genio se ocupó de ti. A mi hermoso milagro lo ignoraron los genios y los dioses, e ignorándola, ¡la hicieron de su misma especie! Nunca temerás a nada de lo anterior, ni te asustará el futuro, porque careces de ese motor que distingue al hombre del resto de la creación y que mueve al mundo… el remordimiento.”
Y luego:
“Ni aunque se le carcomiera todo el cuerpo y perdiera sus bellos ojos, nos salvaríamos de ella.”
El mito del eterno retorno está presente en la imagen de Abia; se integran el uno en el otro, convirtiéndose en un solo mito: Abia, la mujer, es decir el origen del hombre o de la vida…, como se quiera decir.
CONCLUSIONES:
El tema principal de la obra literaria de Fanny Buitrago, es la denuncia de la dominación y de la opresión de la que es víctima la mujer. Y si el machismo es una de esas causas, sin embargo, la dominación y la opresión están circunscritas al interior del sistema vigente. La ideología, la cultura, la religión, son las causas de la segregación de la mujer, impidiéndole así participar activamente en la construcción de la sociedad y en la creación de un nuevo mundo, más justo, más equitativo, un mundo donde ella pueda caminar al lado de su hombre y no detrás de él.
A través de su obra, Fanny Buitrago busca dar a la mujer el lugar que le corresponde en la sociedad. La invita a reflexionar sobre la alienación en la que se encuentra sumida, con el fin de poder participar en la lucha que haga posible la destrucción del yugo milenario que le ha sido impuesto desde siempre.
Hemos visto que el tiempo, en la obra de Fanny Buitrago, es circular o sagrado gracias a la mujer, personificada en Abia, quien logra la liberación total, al mismo tiempo que puede reencontrarse consigo misma. Deja de ser un personaje histórico para convertirse en un personaje mítico, que servirá de “ejemplo” para las otras mujeres.
lunes, 2 de julio de 2012
LA SEPARACIÓN
La Separación, del director iraní Asqhar Farahdi, Oso a la Mejor Película y los Osos de Plata para los actores principales Peyman Moaadi y Leila Hatami, en el Festival de Berlín 2011y el Oscar a la mejor Película Extranjera 2012, entre muchos otros premios, confirman que el cine independiente pasa por uno de sus mejores momentos. A mi modo de ver es una verdadera joya cinematográfica, que corrobora que para hacer un buen cine el principal ingrediente es el talento y no necesariamente las sumas escandalosas que suelen gastarse en Hollywood.
El guión, escrito también por Farahdi, parte de una historia que podría parecer banal, las separación de una pareja y la búsqueda de nuevos caminos por parte de Simin, personaje interpretado por Leila Hatami, y el acoplamiento de la nueva vida familiar de Nader, Peyman Moaadi, quien debe hacerse cargo de su padre, víctima del Mal de Alzheimer, y por supuesto de la decisión de la custodia de la hija de ambos, aún adolescente.
Poco o nada conocemos del mundo iraní, sin embargo, su historia trasciende las fronteras, se hace universal y puede ser entendida y asimilada en cualquier cultura, ya que el tema que subyace es el de la condición humana.
No obstante, Farahdi nos muestra el Irán contemporáneo. Es decir, la sociedad teocrática, la condición de la mujer en dicho país, en muchos casos atada a convencionalismos religiosos de gran envergadura, y a una justicia completamente kafkiana; por lo que algunos críticos la han denominado como un thriller judicial, sin dejar de ser también un drama familiar.
El mundo de La Separación es sórdido, gris, de pocas esperanzas; donde le común denominador pareciese ser el egoísmo que acecha prácticamente a todos los personajes, la ambición, el deseo de explotar a los demás, cada uno, a excepción de la hija adolescente, carga con una culpa, con una mentira que corroe sus vidas y las de los demás. El film en cuestión apela a todos los sentidos del espectador y lo hace también partícipe de ese mundo que amenaza con la destrucción total de los valores que deberían ser el baluarte de nuestras vidas.
LA FELICIDAD DE LOS COLOMBIANOS,LA GRAN FALACIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Hace un mes escribía en esta misma columna un artículo sobre el feminicidio y la violación como consecuencias directas de lo que yo considero “ideología machista”, columna que fue escrita como protesta por una más de las torturas y asesinatos diarios que se comenten en Colombia en contra de las mujeres y niños. Y hoy, lastimosamente, debo escribir nuevamente sobre otro de estos casos, la muerte de la joven de 19 años, Angélica Marín Gutiérrez, atacada por su ex novio con un arma corto punzante, al parecer un machete, y luego rociada con gasolina. QUEMADA VIVA, crimen que está haciéndose cada vez más común en este país que se considera a sí mismo como uno de los más felices del planeta, un país que desde hace varios decenios no conoce la paz, que se desangra continuamente, donde se privilegia la guerra y se olvida la educación o la creación de empleos estables y dignos, donde la mayor parte de la población vive por debajo de los niveles de sobrevivencia.
Un país que considera que las mujeres y los niños son sus enemigos, no puede ser un país medianamente cuerdo, mucho menos feliz. El machismo es una ideología arraigada en nuestra cultura y en la religión judeocristiana, como muchas otras religiones. Desde el púlpito se han escuchado muchas veces ataques en contra de las mujeres, no es sino leer apartes de La Biblia para encontrar toda una teoría misógina que nunca ha sido combatida ni mucho analizada. Es el caso del patético procurador Ordoñez, cuyo fanatismo e ignorancia crasa, al menos en este sentido, lo llevan a tomar posturas en contra de nuestros derechos, como es el del aborto, por no poner sino un ejemplo. Ordoñez, al estar a la cabeza de un órgano tan importante del Estado, es, “supuestamente”, el ejemplo a seguir por miles de hombres, jugando a machos en celo, que recorren las calles de este país buscando potenciales víctimas, una forma más de extender la tortura que infligen a las mujeres con las que conviven en sus propios hogares. La violencia es una espiral, un laberinto del cual es muy difícil salir, máxime cuando el Estado, principal garante de los derechos de los ciudadanos, la ignora, o toma sólo medidas de emergencia que son llevadas a cabo en la inmediatez y sin tener una verdadera bitácora para convertirlas en posibilidades de cambio de la forma de actuar y de pensar del colombiano común; y cuando digo esto, me refiero a hombres y mujeres, ya que no olvido que es la mujer, en muchos casos, la principal gestora de la cultura machista. Ella ayuda a perpetuar las diferencias entre hombres y mujeres, para la muestra el lamentable caso de la “senadora”, yo prefiero llamarla "cenadora", Liliana Rendón, quien supuestamente asistió a una universidad, pero no parece que en su vida haya leído ningún artículo concerniente a la condición de la mujer, ni haya leído algo de historia, de sociología, de antropología; a lo mejor sus lecturas se basan en artículos nimios, carentes en su mayoría de análisis y crítica.
No me cansaré de denunciar los hechos atroces cometidos en contra de las mujeres así parezca que soy monotemática. Seguramente algunos foristas, tanto de extrema izquierda como de extrema derecha, van nuevamente a llenar este espacio de reflexión con insultos y frases que no hacen sino corroborar mi idea que una gran parte de la sociedad colombiana está enferma, aquí no se trata sólo de uno o dos desadaptados capaces de llevar a cabo crímenes con los que muchos sueñan, sino de miles y miles de personas que no conocen el sentido del respeto, de la solidaridad, de la tolerancia, de la defensa de la otredad, que ignoran el derecho de cada individuo a pensar de una forma diferente, a ser homosexual, a ser madre soltera o atea, como es mi caso, a tener una ideología diferente a la de la mayoría, que desconocen el derecho que tenemos las personas a no caer en mesianismos como el promulgado por el gobernante de la larga y tenebrosa noche de ochos años y que aún nos sigue haciendo un daño inconmensurable.
Para ser un pueblo feliz nos falta mucho camino por recorrer y tal pareciera que lo estamos haciendo al revés, lo poco que hemos ganado lo estamos destruyendo; así es imposible lograr algún día la paz que todos deseamos, hay que desarmar primero la forma de pensar violenta, principal arma mortífera, para que el desarme de las armas de fuego sea una realidad.
domingo, 3 de junio de 2012
Pensando en Rosa Elvira Cely. La violación y el feminicidio, consecuencias del machismo
En Colombia, como en la mayoría de los países, hablar de feminismo es sinónimo de subversión, de pecado, casi que de delito, es una mancha que debe dejarse atrás cueste lo que cueste. No en vano en la W Radio promocionan uno de sus programas con la frase siguiente: Mujeres W ¡qué miedo!, o se asegura, tal y como lo hacía un oyente el pasado viernes, que crueldad es sinónimo de mujer, que no hay nada peor que una mujer criticando a otra, comentario que he escuchado muchas veces en mi vida, sin que los hombres se detengan ni un minuto a pensar en el daño que hacen, y se hacen a sí mismos, al repetir hasta el infinito una frase cargada de odio y de mentira. Otro ejemplo son los foros en los que participan muchas personas y los comentarios que hacen cargados de un odio visceral, utilizando un lenguaje obsceno por decir lo menos.
Los seres humanos, independientemente del género, podemos ser buenos o malos, eso depende de múltiples factores: culturales, religiosos, sociológicos, antropológicos, históricos, idiomáticos, entre otros; pero nunca del género. Habría que ver cuántos conflictos bélicos han comenzado las mujeres y cuantos los hombres, para comenzar a responder esta falacia que no hace sino disminuirnos como seres racionales y que deja atrás, muy atrás, esa supuesta caridad que tanto pregona la religión católica.
Una gran parte de la sociedad colombiana es machista hasta la médula, misógina por tradición, por lo que muchas veces considera que la mujer es un ser inferior y que está allí para someterla a sus bajos instintos. Es lo que ocurrió con el caso de Rosa Elvira Cely que ha estremecido a Colombia, y que seguramente pronto pasará al olvido cuando llegue otro aparentemente más cruel y diabólico. Eso sí, cuando el depredador es identificado y llevado ante la justicia toda su "hombría" desaparece como por encanto y se convierte en lo que verdaderamente es, un cobarde marca mayor.
La violación -o el abuso o el acoso sexual- es un arma de guerra que se utiliza en todos los ámbitos sociales, desde la familia, pasando por la escuela o universidad hasta el laboral. Solemos minimizarla, justificarla, cerramos los ojos para no verla, contribuimos de una forma u otra a perpetuarla. Nunca, nunca, nunca, haremos bastante por erradicarla. La violación es uno de los peores traumas que puede sufrir un ser humano, es una cicatriz que no cierra jamás, que siempre, siempre está allí, aunque a veces pasen días sin pensar en el oprobio del que se ha sido sujeto. Un violador, o violadora, ya que también existen, es un depredador social, es un desadaptado que le cuesta mucho a una sociedad que busca respetarse a sí misma. La violación no puede, por ningún motivo, ser aceptada, debemos atacarla, combatirla, y la mejor forma es con una sociedad más justa en todos los aspectos, comenzando por la educación; me refiero a una educación humanista, la técnica o científica debe de venir detrás. Y desde ya debemos comenzar a cambiar ese falso concepto que tenemos de la palabra feminismo, todos, hombres y mujeres, sin excepción, deberíamos declararnos feministas, al hacerlo comenzaríamos a respetarnos a nosotros mismos y no olvidaríamos que es una mujer quien nos ha traído al mundo.
Los invito a ver un video de Isabel Allende en el que cuenta por qué es feminista:
http://www.ted.com/talks/lang/es/isabel_allende_tells_tales_of_passion.html
domingo, 27 de mayo de 2012
THÉRÈSE DESQUEYROUX
La película Thérèse Desqueyroux, de Claude Miller, director de producción de François Truffaut y antiguo asistente de Jean-Luc Godard, cierra el Festival de Cannes 2012, con los actores Audrey Tatou, recordada por el hermoso rol de “Amélie” (2001) y por “Coco avant Chanel” (2008), en el personaje femenino, y por Gilles Lellouch, en el masculino. Es de anotar que Miller murió el pasado 4 de abril.
Pero no es sobre la película en cuestión que quiero hablar, sino del libro de François Mauriac (Premio Nobel de Literatura 1952), autor de la obra que da título al filme de Miller, publicada en 1927 y de “El nudo de víboras” (1932), entre otras. “Thérèse Desqueyroux” es uno de los mejores libros que he tenido en mis manos y creo conocerlo bien ya que lo he leído al menos cinco veces en diferentes etapas de mi vida. En 1962 había sido llevado a la pantalla por Georges Franju, con los actores Philippe Noiret y Emmanuelle Riva y música de Maurice Jarre.
El libro se desarrolla en el sur de Francia, en Las Landas, y narra la vida de una joven mujer descendiente de una noble familia que contrae nupcias con un burgués que sólo piensa en expandir sus tierras y en preservar el honor de la familia. Thérèse Desqueyroux es una mujer aparentemente frágil, reservada en el sentido literal de la palabra e incapaz de comunicar sus sentimientos acepta casarse, así no ame ni desee a su futuro marido, como muchas mujeres de su época, de cuya unión tendrá una hija. Incluso, al comienzo del libro la presentación de Thérèse se hace con una frase lapidaria: “Teresa, muchas personas dirán que tú no existes”. Pasado el tiempo, Thérèse, tímida y sumisa, encontrará el camino para sublevarse ante la vida que le ha sido impuesta al tratar de envenenar a Bernard, su cónyuge. Y es ahí cuando la verdadera naturaleza del macho que había estado en hibernación sale a flote. Thérèse pasará varios años recluida, léase secuestrada, en una antigua casa de la familia, donde los inviernos son largos y duros, allí estará vigilada por una vieja ama que la menosprecia y que no le habla por orden expresa de su marido; pero el verdadero castigo es no poder ver ni criar a su pequeña hija. Thérèse es pisoteada como mujer, como ser humano, es obligada a olvidarse de los otros y de sí misma, como si efectivamente nunca hubiese existido, debe sobrevivir a la soledad sin caer en delirio. Pasado el tiempo, el Sr. Desqueyroux, en un gesto “magnánimo”, la autoriza a vivir en un pequeño apartamento de París; en realidad la envía al exilio, con todo lo que él supone. Sin embargo, Thérèse encontrará en su nueva vida una especie de libertad con la que nunca había soñado y una cierta paz interior que la reconforta.
En la entrevista, realizada ayer por la televisión francesa, el actor Gilles Lellouch hablaba de su personaje como alguien que está profundamente enamorado de su esposa Thérèse, interpretación que no comparto y que me lleva a preguntarme si efectivamente él entendió el personaje cruel, frío y calculador que concibió François Mauriac. Por su parte, Audrey Tatou fue incapaz de decir una frase coherente y cargada de sentido con respecto a su personaje; esto no quiere decir que la película forzosamente sea mala, aún no la he visto, puesto que apenas será exhibida al público en las próximas semanas; pero si me deja mucho que pensar en cuanto a la lectura que los dos actores han podido hacer de un libro que es en sí una pequeña joya literaria.
Para terminar quiero referirme a otro libro, La vérité sur Bébé Donge (1940), de Georges Simenon, ya que el argumento es prácticamente calcado del libro de Mauriac, aunque su calidad literaria es bastante inferior, al menos en mi concepto. El libro en cuestión fue llevado a la pantalla por Henri Decouin, en 1952, con Jean Gabin y Danielle Darrieux en los papeles protagónicos.
lunes, 21 de mayo de 2012
CANTO POLIFÓNICO CORSO
La primera vez que oí hablar de la polifonía corsa (A pulifunia Corsa) fue en la casa de una amiga enamorada de lo que comúnmente se conoce como música del mundo,y lo que escuché fue el trabajo juicioso e investigativo del excelente grupo I Muvrini Umani:
http://www.youtube.com/watch?v=MPZkYcuUO7Q (homenaje a Antoni Tàpies)
Desde entonces he estado a la vera de esta música de los campesinos que conforman la isla de Córcega, más exactamente de los pastores que cantaban en las montañas su trabajo, peripecias y sus pensamientos a través del paghjella, canto; ya que la función primordial de este canto es la transmisión oral de los acontecimientos que podían tener lugar, tanto a nivel familiar, como grupal o regional. Es decir, a través de él las familias de pastores podían conocer la historia de su propio pueblo, como la derrota de su líder Pascal Paoli ante la armada de Luis XV, en el lugar conocido como Ponte Novu, siendo aún cantado en numerosas Paghjelles di Ponte Novu. Estos cantos también pueden ser profanos o sacros.
Los paghejlles son cantos polifónicos, como su nombre lo indica, a capella, aunque algunos son acompañados por instrumentos legendarios, algunos originarios de la isla y fabricados por los mismos músicos. Esta modalidad de canto se transmite de padre a hijo, y sólo es interpretada por los hombres, como en el caso del fado de Coimbra (Portugal). Durante una gran parte del siglo XX los cantos polifónicos fueron rezagados, pero desde hace algunos años ha venido siendo rescatado y hoy en día forma parte del gran orgullo del pueblo corso, que reconoce en él su propia identidad y el legado cultural de sus ancestros.
Pero no fue sino hasta el 2008 cuando tuve la oportunidad de escuchar uno de estos grupos en concierto, Avà Corsica, en una isla rodeada de hermosos canales por los que pasa el río Sorgue, me refiero a la ciudad L’Isle sur la Sorgue, una isla en medio de la tierra, a media hora de Aviñon. Fue una experiencia como pocas, era una noche de verano y el concierto se llevó a cabo bajo el cielo abierto; yo sentía que las voces de estos hombres corrían por mis venas como si fuesen mi sangre, hubiese querido seguir allí, indefinidamente; me reconocí en su canto, como si una parte de mí misma hubiese pertenecido desde siempre a su lengua y a su isla. Lo que quiero decir es que no me sentí extraña y las sensaciones que emanaban de ellos, yo las recibía en el pozo profundo de la memoria, común a todos los pueblos y culturas.
http://www.youtube.com/watch?v=2EhpoIE7dHY
No obstante, los cantos polifónicos no son exclusivos de Córcega, sino que se remiten a diferentes pueblos y culturas tan disimiles entre sí, como son Grecia, Albania, Turquía, Georgia, Bulgaria, Hungría, Siria, o más cercanos como la isla de Cerdeña o tan lejanos como los inui o los mongoles. Esto ha permitido que algunos grupos corsos, como A Filetta, se reconozcan en esta maravillosa tradición, lo que les permite enriquecer aún más su propio trabajo, pueden ver un ejemplo en el siguiente sitio, donde este grupo corso canta con otro originario de Georgia:
http://www.l-invitu.net/reperes_afiletta.htm
Para terminar, deseo mencionar a otro grupo polifónico, esta vez de mujeres, Les Balkanes, conformado por dos búlgaras y dos francesas, que interpretan cantos de vida y de muerte, de tristeza y de felicidad, de la guerra o del amor o los problemas que trae consigo el matrimonio; pero también cantan a los celos o a la solidaridad entre mujeres. Canciones herederas de la tradición de este país de los Balcanes, con reminiscencias al Cantar de los Cantares, como sus integrantes desean ver su trabajo. Una música que ha sobrevivido a cientos de invasiones venidas de diferentes lugares, que logra resaltar el orgullo de un pueblo jamás vencido en su esencia cultural. Y aunque en un principio sólo cantaban música profana, desde hace algún tiempo se han dedicado también a interpretar los cantos ortodoxos, aunque la tradición búlgara la había reservado sólo a los hombres. Hay un aspecto que deseo resaltar en el trabajo de estas maravillosas mujeres, y que me impactó mucho, a veces su interpretación va más allá y entra en el dominio del teatro, así que al escucharlas cantar asistimos también a una pequeña obra de dramaturgia. Su repertorio bucea en los viejos cantos búlgaros, en la memoria de los abuelos, en la tradición oral; lo que hace que a veces encuentren diversas interpretaciones de un mismo tema, enriqueciendo considerablemente su propio trabajo como investigadoras y cantantes. Pueden escucharlas en el siguiente sitio:
http://www.youtube.com/watch?v=WOikjuKpbhY
domingo, 13 de mayo de 2012
FADO, LAMENTO NACIDO DE LA NOCHE DE LOS TIEMPOS
(Foto de Amália Rodrigues).
Hace muchos años, estando en un bar de un amigo, escuché una voz hermosa y desgarrada, algo muy diferente a lo que conocía, le pregunté quién cantaba y me contestó: Amália Rodrigues, una cantante portuguesa. Mucho tiempo después alguien me habló del fado. Pregunté que era, entonces me hablaron nuevamente de Amalia Rodrigues, pero también de Cristina Branco, de Misia, entre otras. La palabra “fado” caló hondo, me pareció mágica y luego leí que quiere decir “hado”, o sea “destino”; como si esta música, venida de la noche de los tiempos, nos recordara a cada instante la fugacidad de la existencia humana y al mismo tiempo nos hablara de la inmortalidad de la música y del lamento que caracteriza en gran medida nuestro paso por este mundo.
Hay muchas versiones sobre el origen del fado. Algunos estudiosos de este género lo atribuyen a los cantos del Magreb, otros a los barcos que venían de la mal llamada “África negra”, otros han querido ver en él reminiscencias de la música zíngara e incluso celta. Yo diría que es una mezcla de todas las músicas, cuya esencia puede encontrarse en el pozo profundo de nuestra memoria colectiva, recordándonos que si bien la existencia de cientos de culturas y de pueblos nos enriquece, eso no quiere decir que haya razas diferentes; puesto que sólo somos una especie, la especie humana.
Y si bien uno de los instrumentos que acompaña ese canto visceral que es el fado, la “cítula”, guitarra portuguesa, tiene su origen en la Edad Media, sólo habría sido introducido a Oporto en el siglo XVIII. No obstante, los documentos más “antiguos” encontrados hasta ahora sobre el fado datan apenas del siglo XIX; el cual habría nacido, al igual que el tango, en los bares del puerto de Lisboa, donde marineros y prostitutas cantaban y bebían, contándose los unos a los otros sus dolores y miserias, sus amores perdidos, el abandono del amado, la soledad, la muerte o el desencuentro de dos seres en un viejo catre de alguna casa de lenocinio.
Y después de haber escuchado por primera vez “la melancolía de los dioses desamparados”, como Carlos Cano llamaba al fado, comencé a soñar con ir a Lisboa y perderme por uno de los barrios que viven por y para esta música de dioses olvidados; me refiero a Barrio Alto, Alfama, Alcântara o Lapa. Finalmente el sueño se hizo realidad en una noche mágica, en la que tuve la sensación que el fado es un lamento profundo, un quejido que sale de las entrañas, del pasado, una voz que canta nuestros propios dolores, que le pone letra a nuestras propias tragedias, una voz de una sensibilidad sin límites, que se apropia de nuestra piel y de nuestros sentidos.
Hay también otro aspecto que me llamó poderosamente la atención, cuando cantan, al menos la mayoría, lo hacen con los ojos cerrados; es como si cantasen para ellos mismos, olvidándose del mundo, de los espectadores, solo están ellos y su dolor, nada más importa. Desde ese punto de vista es como una catarsis y el espectador se convierte en una especie de fisgón de esa tragedia que está siendo cantada.
Para terminar quiero transcribir el hermoso comentario de una amiga, Lucía Betancourt, sobre el fado: “esa música, herencia del lamento árabe, no en vano estuvieron siglos en esos territorios, posee un sello de nostalgia, de clamor, casi que de errancia y de búsqueda, ¿y por qué no?, de una morada antigua, de donde fuimos expulsados (?) tal vez...O simplemente, es la soledad y la errancia de todos esos pueblos nómades que le cantaron a la vastedad del desierto y a la fantástica soledad de sus noches”.
Mi amiga Lucía los invita a escuchar Loucura Mariza:
http://www.youtube.com/watch?v=BiU0fkwrviM&feature=related
Y yo los invito a escuchar: María la portuguesa, de Carlos Cano, homenaje a Amália Rodrigues:
http://www.youtube.com/watch?v=oDPNUZsPRqE&feature=related
Y a Cristina Branco: Agua e miel
domingo, 6 de mayo de 2012
ALGUNAS ANOTACIONES SOBRE LA TRADUCCIÓN DE EDITORIAL PLANETA DE LA NOVELA DE GENGI
"De todos los tesoros del Japón, el Genji Monogatari, es el más precioso”, Ichijo Kaneghoshi
El domingo 29 de abril de 2012 Héctor Abad Faciolince escribió una columna muy lúcida sobre la importancia de las buenas traducciones, pero omitió, de manera consciente, dar su comentario sobre las malas, ya que éste no era su objetivo final y como yo he estado leyendo una de las obras cumbres de la literatura universal, Genji Monogatari, decidí que iba a escribir algo al respecto.
Son muchos los escritores que han alabado la belleza inconmensurable de La novela de Genji o Genji Monogatari, de Murasaki Shikibu (se supone que ella nació entre la segunda década del siglo X, posiblemente entre el año 970 y el 978 y su deceso habría sido entre los años que van del 1015 al 1031). Esta gran escritora japonesa ha sido considerada desde siempre el pilar de la literatura de su país por autores como Ichijo Kaneghoshi (siglo XV), por Yasunari Kawabata (XX) y en la actualidad por Haruki Murakami. Por su parte, Marguerite Yourcenar dijo: “No se ha escrito nada mejor en ninguna literatura” y Jorge Luis Borges: “Una obra de arte jamás igualada”.
Hay que tener en cuenta que la Historia de la Literatura que conocemos en Occidente ha sido escrita por hombres y para hombres; por lo que ha dejado a un lado la investigación sobre las escritoras. Es por ello que se nos ha enseñado que la primera novela es El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, borrando, desconociendo, o simplemente por ignorancia, que ya en el siglo XI, en la refinada Corte Heian del Japón, el género de novela ya existía; siendo leída con verdadero entusiasmo entre sus súbditos sedientos de buena literatura y de la representación de diversas manifestaciones culturales y artísticas.
La primera versión completa en español, de El libro de Genji, fue realizada por Xavier Roca-Ferrer en el año 2006, y en el 2010 fue publicada por la Colección Austral del Grupo Planeta, versión a la cual hago referencia; aunque la considero bastante mediocre, por no decir mala o lamentable, fue con la que pude trabajar y la que me dio la oportunidad de poder leer esta magistral obra. Luego decidí comprarla en una traducción al francés, Editions Diane de Selliers, y la diferencia es enorme. La mala traducción al español le roba parte de su encanto, la poesía de Murasaki Shikibu queda reducida a cenizas y la lengua española es francamente atropellada.
En su versión del libro, al menos en mi concepto, Xavier Roca-Ferrer comete varios errores:
- Se inventa algunas palabras, he aquí algunos ejemplos:
Impermanente, negligida, impremeditadamente, impermanente.
Luego las busqué en el Diccionario de uso español, de María Moliner, para estar segura que no existían, pero no pude encontrarlas.
- Utiliza palabras poco poéticas como: encamarse o matrimonió.
- Los problemas en la sintaxis son bastante recurrentes:
La dama parecía más hermosa a cada día que pasaba.
Había llegado tan alto que tenerlo delante le imponía no poco.
Tus comentarios me sorprenden no poco.
Hombres fieles a la casa de Genji donde los hubiera
Que se había ido marchado de vuelta a Igo.
Ugon llegó al templo la primera
Era una dama pacífica y de muy buen conformar
Tenía tres años cuando se me llevaron
El día de año nuevo amaneció espléndido, sin ni una sola nube en el cielo.
Nadie parecía dispuesto a abandonar. El lugar había sido iluminado.
Y no hay nada más de que contar
Había sufrido un cambio notable a peor
Los invitados empezaron su propio concierto, que nada dejó que desear.
Lo había asustado no poco.
Todavía la amará más
Para terminar, quisiera decir que la lectura de El Libro de Genji es una de las más grandes y sublimes experiencias que he tenido como lectora; así considere que la versión en español, anteriormente anotada, no esté a su altura. En otra oportunidad haré un breve análisis sobre la obra en cuestión.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)